La palabra skookum procede del idioma nativo americano chinook, y significa 'poderoso o grande', algo que resulta paradójico para un gato que padece un tipo de enanismo, producto de la herencia de una de sus razas fundadoras, el munchkin.
Esta raza de gato doméstico se desarrolló en la década de 1990 cuando Roy Galusha, un criador felino estadounidense, inició un programa de cría cruzando las razas LaPerm con munchkin, creando, así, un nuevo gato de pelo rizado y patas cortas.
Las mutaciones de ambas razas fundadoras procede de un gen dominante, por lo que el programa de reproducción fue relativamente sencillo y desde la primera generación se obtuvieron los resultados deseados.
Los skookum se encuentran aceptados como raza experimental por La Asociación Internacional del Gato (TICA) y plenamente admitido por el registro australiano de gatos, la Australian National Cat Inc., y por la Asociación de Gatos Enanos (TDCA).
Dulces y juguetones
Los skookum son gatos con un temperamento enfocado, en su totalidad, a ser animales de interior y muy integrados en el núcleo familiar. Son de naturaleza confiada y juguetona, que disfrutan especialmente en compañía de personas.
El pelo rizado heredado de la raza LaPerm requiere cuidados especiales y no debe ser cepillado con peines de púas apretadas ni con demasiada frecuencia, para respetar el patrón natural.
Se considera una raza apta para la convivencia con niños y otros animales, pero debido a las limitaciones que supone la acondroplasia, es recomendable supervisar la interacción para evitar un trato brusco.
Una cuestión de ética
Tal como sucede con los munchkins, el resultado de cruzar dos skookum supone la mortalidad de toda la camada debido a las malformaciones óseas, por lo que los criadores deben introducir ejemplares de LaPerm y gatos comunes para evitar unir dos reproductores poseedores del gen munchkin.
Los skookum tienen unas patas delanteras más cortas que las traseras, lo que implica que su tren delantero está más cerca del suelo. Sumado a que son gatos musculosos y pesados, en superficies lisas un skookum no tiene problemas para moverse con rapidez o agilidad, pero su anatomía supone una mayor predisposición a lesiones musculoesqueléticas en la práctica de saltos y el acceso a zonas altas.
Numerosas asociaciones internacionales felinas y particulares rechazan la cría de razas de gatos con problemas congénitos inevitables, como el skookum, el munchkin o el scottish fold. Estas asociaciones consideran que esta práctica es cruel e irresponsable, y que no se debe fomentar.
Los gatos con problemas congénitos pueden sufrir una serie de complicaciones de salud, y en algunos casos, estos problemas pueden ser tan graves que los gatos tienen una esperanza de vida reducida y les supone padecer dolores crónicos.
Por esta razón, es importante informar a los posibles interesados de las consecuencias que acarrea la crianza de razas de gatos solo por cuestiones estéticas.
Desde Animaleros, sugerimos que se valore la adopción responsable de un gato con o sin raza donde prime la compatibilidad con nuestro estilo de vida.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios