Para respetar su intimidad, la llamaremos Ana. Esta vecina de Entrevías salió a votar en las últimas elecciones municipales, hace solo un mes, sobre las seis de la tarde. Había dejado de llover y la temperatura en la calle era agradable, ni frío ni calor. Caminó del número 47 de Ruidero a su colegio electoral, el CEIP Francisco Ruano. Tardó 4 minutos de reloj. Otros tantos de vuelta. Este 23 de julio, para las generales, será diferente. Por diversas razones, el Ayuntamiento de Madrid ha reubicado su mesa habitual al Centro Cultural López de Vega. Así que para depositar su papeleta tendrá que andar 12 minutos bajo un sol de 32 grados. Casi 25 minutos en total. Ana tiene más de 65 años y achaca algunos problemas de movilidad.

El barrio de Entrevías ha puesto el grito en el cielo por el traslado de cuatro de su cinco centros habituales de votación a otras ubicaciones más lejanas, cuando "hay opciones más cerca por el camino". Así lo explica Manuel, el presidente de la Asociación Vecinal La Viña, para quien "en vez del C.C López de la Vega, podrían haber elegido el CEIP José María Pereda, por ejemplo, a solo un par de minutos de distancia" con respecto al anterior colegio electoral y "no doce minutos más a pie bajo el sol".

A causa de obras en verano, por falta de aire acondicionado u otros motivos, en Entrevías han sido eliminados el CEIP Padre Mariana, Francisco Ruano, Giner de los Ríos y Núñez de Arena. En su lugar, se utilizarán el Centro Cultural López de Vega, el Centro de Servicios Sociales Entrevías, el CEIP Madrid Sur y el García Morante. La decisión ha sido tomada "unilateralmente, sin contar con la opinión de los vecinos", afea Manuel.

Como él, cambiarán su lugar de votación 162.000 madrileños, un 6,8% del censo de la ciudad, repartidos en trece distritos distintos. Según explicó la vicealcaldesa capitalina, Inmaculada Sanz, tras el adelanto electoral anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha habido que buscar alternativas "en un periodo muy breve de tiempo". "En todo caso, el número de mesas va a ser el mismo que en las anteriores elecciones. A todos los electores [damnificados] de manera ordinaria se les notifica por parte del censo electoral el cambio a través de su tarjeta censal. Y además, se va a reforzar esa comunicación con una carta informativa para que estén advertidos del nuevo local electoral donde tienen que votar". 

La población de Entrevías, situada en la periferia de la M-30, está un poco envejecida. Con más residentes de 60 a 65 años (2.315) que de 30 a 34 (2.265). Y viviendas poco a acondicionadas. "Muchas sin ascensor", explica Manuel. El próximo proceso electoral, para el que además se esperan las altas temperaturas -cuya máxima casi iguala la mínima de los comicios del 28 de mayo- se convierte en una odisea para una parte considerable de los mayores de la barriada. 

"Muchos dependen del transporte público o de la asistencia de familiares o amigos, viéndose empujados ahora a emprender trayectos más largos y complicados para emitir su voto", lo que se traduce en "una carga física y emocional que pudiera evitarse". En el peor de los casos, esto podría "disuadirlos de participar en el proceso democrático", alerta Antonio Onetti, secretario general del PSOE en Entrevías, que ha acudido al Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, para denunciar esta situación.

"Tienen miedo en un barrio con mayoría socialista"

Después de recordar que "un requisito básico de cualquier democracia es la facilitación de las condiciones circundantes y relacionadas con el derecho al voto", la comisión ejecutiva del PSOE de Entrevías exige al alcalde José Luis Martínez-Almeida "que tome las medidas necesarias para que los centros habituales de votación estén activos el próximo 23 de julio y no se merme los derechos democráticos de los ciudadanos".

A su parecer, "cualquier justificación de obra puede ser atendida con posterioridad a las elecciones". "Lo que Almeida esta provocando en un barrio que gana con una gran mayoría el PSOE es entorpecer la democracia y evitar la participación de la ciudadanía", señalan a través de un comunicado, para concluir que Almeida demuestra su "miedo a perder nuevamente en nuestros barrios y ser un pésimo demócrata". La última vez que se abrieron las urnas, empero, el PP ganó en Puente de Vallecas, superando al PSOE y Más Madrid, fuerzas progresistas.

Cambiar otra vez de ubicación... ¿Buena solución?

En pos de una solución, la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, anunció este lunes que propondrá un listado de "ubicaciones idóneas" para acudir a ejercer el derecho al voto el próximo 23-J. Entiende por idóneas "aquellas en las que se pudiera acceder a votar caminando". "Si estamos hablando de tiempo, entre 10 o 15 minutos".

No obstante, a juicio del líder vecinal de La Viña, cualquier modificación podría generar "aún más incertidumbre". "Mucha gente ha recibido ya la tarjeta censal con el cambio, volver a cambiarles el colegio sería marearles. Al final, vas hasta allí, ves que está cerrado y te vuelves a casa sin votar", señala. 

Es el caso de Martín, un vecino de Ronda del Sur que ahora tendrá que caminar 10 minutos, "una manzana abajo", hasta la escuela García Morante. "Antes lo tenía en frente de casa, en el Manuel Núñez de Arenas", lamenta. Al menos, no deberá cruzar las vías hasta el instituto Madrid Sur, pasarela de 30 escalones mediante. Como algunos residentes en Pozo, con más de un cuarto de hora de trayecto para emitir su veredicto en la urna.

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Otra opción sería incrementar la frecuencia de autobuses para poder acudir en transporte público a votar. O diseñar un recorrido para esa jornada en concreto, que desplace a los vecinos a los locales electorales, sin más dilación. También se podría recomendar desde la administración pedir el voto por correo, hábil hasta el 13 de julio, para que ni tan siquier fuera necesario salir de casa en un día que se prevé de calor extremo. Aunque para muchos vecinos la oficina de correos más cercana está cruzando el Cercanías, a 25 minutos de casa, en Sierra Carbonera.