La marea azul también arrasa en la capital de España. Con el 45% de los sufragios y 29 concejales, José Luis Martínez-Almeida no solo ha logrado revalidar la Alcaldía de la ciudad de Madrid, sino que también ha surfeado la cresta de la ola de la mayoría absoluta que le permitirá  gobernar en solitario, sin Vox. Así lo han decidido los madrileños en una jornada electoral nefasta para la izquierda capitalina, cuya suma se ha quedado muy lejos del mejor resultado del PP desde 2011. Tras cuatro años de coalición con Cs, los populares superan todas las expectativas, con cerca de 730.00 votos y casi el doble de las 15 sillas que consiguieron en 2019, cuando sufrieron los peores números en su historia.

"Hemos arrasado", ha celebrado exultante Almeida desde una sede de Génova que también ardía con la euforia de las grandes noches electorales del PP. "Qué no podremos hacer los próximos años en Madrid con la mejor parner", se ha propuesto en forma de alabanza a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, de la que seguro se ha visto beneficiado gracias al voto de la doble candidatura. "Empieza la cuenta atrás de Pedro Sánchez", ha concluido, convencido de que dentro de seis meses su jefe de filas, Alberto Núñez Feijóo, se convertirá en el nuevo inquilino de la Moncloa. 

Henar de Pedro

Al otro lado de la balanza, el desastre. Más Madrid, con Rita Maestre a la cabeza, retuvo por los pelos el liderazgo de la oposición al obtener 12 concejales, 7 menos de los que cosechó en los anteriores comicios Manuela Carmena, quien ganó las elecciones, pero perdió la Alcaldía. Precisamente, para Maestre lo más destacable de la derrota fue superar el "test" de existir sin la exjueza. El PSOE, capitaneado por Reyes Maroto, mejoró la anterior marca de Pepu Hernández, pasando de 8 a 11 ediles, con los que los socialistas escalan a tercera fuerza en el Palacio Cibeles. "Un punto de inflexión" para la apuesta personal de Pedro Sánchez, que dijo sentirse "satisfecha" tras el recuento. Y el peor parado, Podemos-IU-AV, se quedó a las puertas de entrar en el Ayuntamiento de Madrid, por faltarle una décima para superar el 5% de representación mínima. "Un día malo" para los morados en su primera experiencia en una elecciones municipales, como resumió su alcaldable, Roberto Sotomayor.

Gran parte del éxito del PP se explica en la total absorción de Cs, hasta ahora su socio de Gobierno, que ha perdido sus 11 escaños y desaparece del mapa político de la capital. Su candidata y ex vicealcaldesa, Begoña Villacís, reconoció "directa y sincera" la "derrota sin paliativos" de los naranjas. Y en el discurso "más difícil" de su "vida" deseó "suerte y acierto" a sus rivales políticos, pero no habló de su futuro.  

Begoña Villacís, entre lágrimas: "Ha sido una derrota sin paliativos, es el discurso más duro de mi vida"

En el flanco derecho, Vox obtuvo 5 concejales, uno más de los que ya tenía, pero insuficientes para ser influyentes en la política madrileña. Se frustró el sueño de Javier Ortega Smith de participar en el Gobierno municipal, que ya advirtió de que desde la bancada desde la oposición exigirá "el cumplimiento" de promesas electorales del PP como "bajar el IBI al mínimo" o "poner aparcamientos disuasorios". "Seguiremos luchando", disparó el líder conservador a la diana de Madrid Central, que espera sea revertido cuando "el sentido común entre en la ciudad". Y al margen del de formaciones, Profesionales-Recupera Madrid, un partido instrumental que emula la razón de ser y la lógica de las agrupaciones de electores, se estrelló en el 0,39% de representación, con menos votos que Pacma.

Con este caldo de cultivo, el PP podrá gobernar sin rendir cuentas a ningún socio durante los próximos años, disfrutando de una mayoría absoluta que le era esquiva desde la época de Alberto Ruiz Gallardón (31 concejales), en 2011. A partir de ahora, arranca "el punto de partida" para seguir construyendo Madrid", en palabras de Almeida. para el que «lo que pasa en Madrid resuena en toda España".