Jesús Morales Director adjunto de '20minutos'
OPINIÓN

El PSOE paga las facturas de Sánchez

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aplaude a su llegada al acto de final de campaña electoral del PSC, en el Palau de Congressos, a 26 de mayo de 2023, en Tarragona.
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aplaude a su llegada al acto de final de campaña electoral del PSC.
EP
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aplaude a su llegada al acto de final de campaña electoral del PSC, en el Palau de Congressos, a 26 de mayo de 2023, en Tarragona.

Eran unas elecciones autonómicas y municipales, pero el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llevó al PSOE a diseñar una campaña electoral en la que él ha sido el protagonista diario de su partido. Cada día, un mitin del presidente del Gobierno junto a algún candidato. Y casi cada día, un anuncio de Consejo de Ministros protagonizado por él. Sánchez convirtió esta cita del 28-M en una reválida a su gestión, y ya se puede decir que los españoles le han suspendido ampliamente.

Era una estrategia arriesgada, pero entendible dentro de la personalidad del presidente: no está en su manual de resistencia ponerse de lado y permitir a los alcaldes y presidentes autonómicos batirse sin la omnipresencia del también líder federal del PSOE.

El problema añadido de esta estrategia es que se ha ejecutado pese al rechazo que habían mostrado los líderes territoriales socialistas. Presidentes autonómicos como Lambán y Vara intentaron durante el último año distanciarse de Sánchez. Igual que alcaldes como el de Sevilla, Antonio Muñoz, o incluso el de Valladolid. Sin embargo, todos atesoran al menos un acto conjunto con Sánchez en las últimas dos semanas. Los casos más graves están en la Comunidad Valenciana y en Sevilla, dos de los exfeudos del PSOE y en los que Sánchez eligió tener una presencia aún mayor, al elegirlos como sedes de los dos principales actos electorales de su partido. En todos esos sitios el PSOE ha perdido el poder.

En una organización privada, lo sucedido este 28-M conllevaría la dimisión del presidente de la compañía. Pero eso es en el mundo privado. Nada parece indicar que Sánchez vaya a dar el paso de dimitir a corto plazo. Y en el PSOE, tampoco parece que sus ‘accionistas de referencia’ lo puedan cesar. Apenas quedan barones que puedan ahora forzar la salida de su secretario general. Así que, si Sánchez no da un paso atrás en los próximos meses, el PSOE se abocará con las elecciones generales a un escenario aún más complicado.

Ahora se abren muchas dudas. ¿Sánchez se decidirá por agotar la legislatura o convocará elecciones?, ¿decidirá presentarse o intentará optar a un cargo internacional? Las respuestas solo las tiene Sánchez y en ellas se juega el futuro de su partido.

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