Monasterio y Ortega Smith buscan "ser condicionantes" en Madrid tras el 28-M

Javier Ortega Smith
Los candidatos a la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid, Rocío Monasterio y Javier Ortega Smith, en el acto de cierre de campaña.
Vox
Javier Ortega Smith

"Por favor, si hay alguna persona mayor, que pase, le dejamos el sitio. Que se note que somos españoles, ¿no?". La frase es de uno de los cientos de asistentes al acto de cierre de campaña de Vox, celebrado este viernes en Aluche, barrio de Latina. En un Centro Cultural Fernando de los Ríos llenó hasta la bandera -y de banderas también- los candidatos a la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid, Rocío Monasterio y Javier Ortega Smith, han llamado a los madrileños a votar este domingo para poder "ser condicionantes" en la aritmética electoral de la capital del 29-M.

A última hora de la tarde, Ortega Smith ha subido al atril entre gritos de "alcalde, alcalde, alcalde". "Eso lo decidís los madrileños, así que vamos a esperar", ha calmado a la masa eufórica, a escasas horas de que las urnas decidan quién mande en la ciudad. El líder de Vox ya ha advertido que, si el candidato del PP José Luis Martínez-Almeida no obtiene mayoría absoluta, exigirá "entrar en el gobierno con la fuerza proporcional de los votos que consiga". Su objetivo, ha avanzado con su particular jerga, es "desterrar" del Consistorio "políticas de adoctrinamiento de la izquierda" del Consistorio como el "Carmeida Central" o la "ideología de las feminazis".

Aunque para el líder conservador la "piedra angular" de su gestión será la seguridad. "Es lo primero: sin ella, no hay libertad", ha acotado. Por eso, si logra el bastón de mando, aplacará con mano de hierro la violencia de "las bandas latinas", la ocupación, el menudeo de la droga o la venta ambulante. "Madrid no es Caracas, pero hay síntomas peligrosos de que están empezando unos problemas que si se extienden pueden ser imparables", ha lanzado, sin importar que por ello le acusen de "sheriff, matón o chulo".

Después de una campaña "larga y muy intensa", Ortega Smith está convencido de que mejorará los resultados que obtuvo en 2019, superando sus 4 concejales actuales. Con ellos, promete bajar el IBI al mínimo, acabar con la "losa de la burocracia" y las "imposiciones ideológicas de la extrema izquierda", que ha ejemplificado en declarar a Almudena Grandes hija predilecta de Madrid. Esto fue posible gracias a un acuerdo presupuestario entre el PP y los díscolos de Más Madrid, conocidos como los 'carmenistas', que esta tarde, por cierto, se camuflaban entre el público para reaccionar al mitin a través de las redes sociales. Pero esa es otra historia...

Más suave en el tono, pero igual de firme en sus ideas, Monasterio ha tomado la palabra para agitar "la posibilidad de cambiar" la Comunidad de Madrid. La candidata regional de Vox quiere apostar por "un Madrid para todos, donde no haya barrios de primera y segura". Porque, ha seguido diciendo, "vivir en Madrid es carísimo" y los salarios "no son altos". Así que, en primer lugar, quiere bajar un punto el IRPF. Y hacerlo "ya", no como la presidenta Isabel Díaz Ayuso, "que ha esperado a la campaña para anunciarlo", ha reprochado.

Ante un escenario electoral que se prevé monopolizado por el liderazgo de Ayuso, la presidenta de Vox en Madrid ha centrado su discurso en asuntos con los que puede confrontar con la baronesa popular. El primero, la sanidad, puesto que "si no funciona bien, bloqueamos la vida a mucha gente que no se puede pagar el seguro privado". Sus medidas pasan por "construir más centros de salud" y "cuidar a los médicos para que estén contentos", dedicándoles los 26 millones de euros que se conceden "a los sindicatos de la hoz y el martillo", ha apuntado.

El segundo, la ley trans autonómica, que Ayuso no ha derogado y que Monasterio considera que sirve para que colectivos LGTBI le digan "a los niños que tiene que jugar a ser niñas" y realizar "prácticas sexuales absurdas". "Vox no lo va a permitir", ha proclamado Monasterio, a la que las encuestan le otorgan cerca de 12 diputados, un sillón menos que en el 4-M de 2021. Al finalizar del acto, como es costumbre en Vox, el auditorio se ha puesto en pie para escuchar el himno nacional. 

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