Virtudes y habilidades de los perros mestizos: "Lo importante no es la raza, sino el individuo"

Sira junto a su guía Bea.
Sira junto a su guía Bea.
CÁTEDRA ANIMALES Y SOCIEDAD
Sira junto a su guía Bea.

En la sociedad en la que vivimos, los perros se han convertido en mucho más que nuestros mejores amigos: son nuestros compañeros de rutina, un apoyo emocional en los momentos más difíciles, nuestros ayudantes en muchas tareas... En definitiva, han pasado a convertirse en uno más de la familia y, para muchos, un pilar fundamental de sus vidas.

Me refiero a aquellas personas cuya vida es más fácil gracias a estos animales. De los beneficios de la convivencia con mascotas ya existen diversos estudios, pero la realidad es que para personas, por ejemplo, invidentes, han encontrado en los perros una ayuda que facilita su día a día y que les dota de libertad.

También en las intervenciones asistidas con animales (IAA) los perros han demostrado ser un ayudante beneficioso para los profesionales, quienes logran llegar más a sus pacientes y trabajar diferentes problemas con una mayor facilidad. No obstante, para este tipo de tareas siempre se habla siempre de perros de raza y, la realidad es que los mestizos también pueden ser grandes opciones.

"Hay pocos datos a este respecto porque no hay un registro oficial de entidades, ni de personas, ni animales que se dedican a las intervenciones asistidas en nuestro país", explica Nuria Máximo directora de la Cátedra Animales y Sociedad de la URJC. "En mi experiencia, creo que su participación en intervenciones asistidas con animales es minoritaria".

Hay que recordar que la inclusión de los perros en los programas de intervención "debería realizarse bajo el exhaustivo análisis de sus necesidades y de sus fortalezas físicas y de temperamento", detalla Máximo. "Los perros de raza, a priori, cuentan con una ventaja y es la posible predicción (en términos generales) de su comportamiento, pero esa es, además, su más terrible carga".

"Todos imaginamos que un Golden es un perro ideal, por su carácter dócil y complaciente, pero, por ejemplo, no todos disfrutan de lo que hacen y precisamente por su alta sensibilidad pueden reaccionar entrando en indefensión y perdiendo, por lo tanto, todo el valor de conexión que se necesita en las intervenciones asistidas", expresa la directora de la Cátedra Animales y Sociedad.

En este sentido, Máximo añade que hay perros de raza que no deberían estar incluidos en las sesiones. "En los perros mestizos, los humanos deben hacer un esfuerzo por conocer cuáles son sus fortalezas y trabajar desde ellas", cuenta. "Sin embargo, incorporar un perro que se sale de los estándares ofrece un mejor estímulo de superación y motivación para las personas que participan en estas intervenciones".

Piruleta, de Perruneando, durante una intervención en el Hospital Axarquía de Málaga.
Piruleta, de Perruneando, durante una intervención en el Hospital Axarquía de Málaga.
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Eligiendo un perro mestizo para IAA

Las preguntas que realiza la Cátedra a la hora de escoger un perro para participar en las intervenciones son "cómo se llaman, cuál es su estado de salud, su edad, cuál ha sido el procedimiento de selección, cuidado y educación, pero no preguntamos por su raza".

"Sabemos que las entidades que trabajan con nosotros lo hacen desde el vínculo con sus perros, que primero son perros de familia y además son perros de intervención", asegura. "Los perros mestizos ofrecen un ejemplo para los adolescentes de superación, pueden ser un espejo en el que nos miramos donde el valor reside no en la talla o en el color del pelo, si no en la forma divertida o incluso rebelde de ser".

De hecho, la Cátedra cuenta con un programa de formación en empatía hacia los animales donde trabajan valores como el respeto hacia la diversidad y la prevención del acoso escolar, entre otros. "¿Cómo de bien lo haríamos si solo incluyéramos a los perros de raza, los que son 'altos, rubios y guapos'?", comenta Máximo.

No obstante, la directora de la Cátedra Animales y Sociedad sabe que lo importante para que un perro pueda participar en este tipo de sesiones "es su temperamento, su capacidad de aprender y que disfrute estando con las personas". "Esto lo llevan de serie muchos perros mestizos que de entrada no son ni siquiera contemplados", asegura.

Lo que hace a un perro perfecto para convertirse en ayudante en las intervenciones es una tendencia natural a relacionarse con personas

"No se trata tanto de un férreo entrenamiento, si no de un vínculo estrecho de seguridad con su guía, que le permita disfrutar junto a él de las intervenciones", afirma. "Elegir un perro mestizo exige un esfuerzo en la preselección y en el entrenamiento de este perro, ya que en ocasiones no se conoce su pasado, sus experiencias y solo podemos ver cómo se comporta ante ciertos estímulos, lo que nos puede dar pistas sobre si ha sido traumático o no... Y todo esto exige tiempo".

En caso afirmativo, Máximo asegura que muchos superar esas experiencias pasadas y se convierten en magníficos perros de intervención pero, en otras, "puede suponer un estrés añadido a sus vidas que no sería justo, a pesar de sí ser perros de familia geniales". "En cualquier caso, requiere que el guía haga un esfuerzo previo que con el perro de raza no hace (por asumir un tipo de comportamiento), aunque en ocasiones esto también es un error, ya que lo importante no es la raza, si no el individuo".

La relación con las personas, clave en estos perros

Máximo defiende que, además de estar en un buen estado de salud, tanto físico, como emocional, lo que hace a un perro perfecto para convertirse en ayudante en las intervenciones terapéuticas es "una tendencia natural a relacionarse con personas, la capacidad de aprendizaje y de gestión emocional". "Esto es tan solo una preselección, después se debe realizar un entrenamiento específico que debe ser realizado por una persona que se ha especializado en IAA y que de manera preferente sea su guía", añade.

No obstante, la directora de la Cátedra Animales y Sociedad recomendaría a los perros mestizos para las intervenciones asistidas con la misma mesura que los perros de raza. "Siempre valorando el beneficio del perro", comenta.

"Si ahora los perros mestizos se ponen de moda en las IAA y no se hace considerando sus propias necesidades, si no poniendo en primer lugar nuestras expectativas, con el tiempo, estos perros serán descartados en el mejor de los casos, quedándose con sus familias y, en el peor, abandonados y devueltos a los refugios", advierte. "Por eso, es bueno hacer una invitación a la reflexión: en los refugios hay perros mestizos que son ideales de familia y podrán ser perros ideales de intervención, con la misma seguridad que deberíamos tener al incluir un perro de raza".

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