Díaz intenta un encaje de bolillos para hacer campaña el 28M sin desairar a Podemos e IU

La líder de Más Madrid, Mónica García, aplaudida por Yolanda Díaz durante el acto de Sumar del domingo.
La líder de Más Madrid, Mónica García, aplaudida por Yolanda Díaz durante el acto de Sumar del domingo.
EFE
La líder de Más Madrid, Mónica García, aplaudida por Yolanda Díaz durante el acto de Sumar del domingo.

El revoltijo de candidaturas en el que se presentará la izquierda a las próximas elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo complican la vida a Yolanda Díaz. Todas las fuerzas a la izquierda del PSOE, incluida Podemos, coinciden en que la vicepresidenta es su mejor baza para las próximas generales de diciembre. Pero muchas de las formaciones que Sumar aspira a congregar en torno a sí para esa cita competirán entre ellas en los comicios de mayo y Díaz tendrá que estudiar en las próximas semanas la fórmula para hacer campaña para el 28M sin enojar a partidos como Podemos e IU, que se juegan incluso su representación institucional compitiendo contra otros aliados de la vicepresidenta como Más Madrid y Compromís.

Estas dos comunidades, Madrid y la Comunidad Valenciana, son los lugares más complicados a nivel interno para la izquierda a la izquierda del PSOE en las próximas elecciones autonómicas y municipales de mayo. Es allí donde Podemos e IU tienen competidores regionales mucho más fuertes, a priori, que ellos, y donde Díaz tendrá que medir con más tiento sus pasos a la hora de participar en la campaña electoral. Inicialmente, el equipo de la vicepresidenta trasladó que no acudiría a aquellos territorios en los que hubiera competición entre partidos del espacio que quiere copar Sumar. Pero esta semana la propia Díaz abrió la puerta a participar en campaña también en estos lugares, aunque no dio detalles sobre cómo podría hacerlo.

"No sé bien la agenda que tengo, pero mi equipo está trabajando para intentar ayudar en los lugares donde podamos en la campaña que viene", planteó la vicepresidenta en una entrevista en TVE, en la que afirmó que todavía no ha decidido a qué plazas acudirá. No obstante, Madrid y la Comunidad Valenciana son dos puntos imprescindibles, el segundo porque la izquierda se arriesga a perder el Gobierno tras ocho años de entente progresista, y el primero porque Más Madrid -pieza clave, hasta ahora, de los apoyos de Sumar- ha consolidado el liderazgo de la oposición al PP.

Al ser preguntada expresamente por si hará campaña en Madrid, Díaz se limitó a afirmar que quedará "a resultas de lo que entienda" su "equipo" que debe hacerse. "Pero insisto en que vamos a ayudar en la medida de nuestras posibilidades", planteó la vicepresidenta. El panorama para tomar la decisión, no obstante, no es fácil, y así lo reconocen fuentes próximas a la vicepresidenta, que señalan que será necesario hacer "equilibrios". Y es que mientras Más Madrid se ha posicionado como uno de los grandes puntales en los que se apoya Díaz, IU, la principal formación que hoy por hoy ha entregado su respaldo a Sumar, se presenta en coalición con Podemos, partido con el que las relaciones de la dirigente son abiertamente malas. 

Las primeras tiranteces, de hecho, ya se han producido, puesto que en el acto del pasado domingo Díaz ofreció un caluroso saludo a la candidata de Más Madrid a presidir la comunidad, Mónica García, frente a la ausencia de su homóloga de Unidas Podemos, Alejandra Jacinto, que no acudió al evento por decisión de la dirección morada. A la cúpula de Podemos le molestó mucho ese elogio -Díaz calificó a García como "la mujer que nos ha enseñado la dignidad de lo más importante"- porque los morados entienden que la líder de Sumar regaló su primera foto de campaña a la candidata de Más Madrid, que va a enfrentarse con la de Podemos e IU. Con el agravante, además, de que las encuestas reflejan que Unidas Podemos estaría rondando el 5% de los votos que determina si se entra o si no a la Asamblea de Madrid.

Pero es que en IU también sentó mal que Alejandra Jacinto quedara al margen de los elogios de Díaz, aunque en su caso las críticas no se dirigen hacia la vicepresidenta, sino hacia Podemos, que fue el partido que decidió que ninguno de sus cargos -y Jacinto lo es- acudiera al acto de Sumar. "La pregunta es por qué Podemos decide qué tiene que hacer la alianza electoral de la que todos formamos parte en Madrid, y por qué Podemos decide que la candidata de todo Unidas Podemos no vaya a ese acto", denunció el líder del PCE, Enrique Santiago, el lunes, cuando insistió en que IU está "muy contrariada" por la "irresponsabilidad" de haber dejado que Mónica García acaparase todos los focos.

Mismo dilema en la Comunitat

El caso de la Comunidad Valenciana puede incluso ser más sangrante, ya que las negociaciones entre Podemos e IU aún no han dado sus frutos, aunque parecen próximas a cerrarse con un acuerdo para presentarse conjuntamente a las elecciones del 28M. El riesgo allí es el mismo que en Madrid: que Unidas Podemos se quede fuera de Les Corts por no alcanzar el 5% de los votos. Pese a ello, Díaz tuvo palabras muy cariñosas el pasado domingo para el alcalde de València, Joan Ribó, de Compromís, que competirá con Podemos e IU en los comicios locales de la capital valenciana, y el pasado septiembre deseó "la mejor de las suertes" al candidato de Compromís a la Generalitat, Joan Baldoví.

Este último episodio ya enojó a Podemos en su momento, especialmente cuando Baldoví ha declarado públicamente en los últimos meses que le gustaría compartir escenario con Díaz en la campaña del 28M. Fuentes del equipo de la vicepresidenta, no obstante, rebajan estas expectativas y aseguran que el candidato de Compromís no ha solicitado oficialmente a la líder de Sumar que se una a alguno de sus actos. Y, asimismo, estas fuentes tratan de restar importancia a los halagos que ofreció Díaz a Mónica García y Joan Ribó -entre otros- en el acto del pasado domingo, y aseguran que se limitó a agradecer su presencia a las formaciones que acudieron.

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