Díaz y Podemos se enrocan en sus posiciones y preparan el terreno para la foto de desunión

La vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, este miércoles en el Congreso.
La vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, este miércoles en el Congreso.
EFE
La vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, este miércoles en el Congreso.
La vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, este miércoles en el Congreso.
EUROPA PRESS

Las posibilidades de que Podemos acompañe el próximo domingo día 2 de abril a la vicepresidenta Yolanda Díaz en la presentación de su candidatura a las elecciones generales son cada vez más reducidas. Tras varios días de tira y afloja, propuestas y contrapropuestas rechazadas y llamadas infructuosas, este miércoles no hubo ningún movimiento ni ninguna novedad en una negociación que no está oficialmente rota, pero que no avanza. Díaz se limitó a asegurar que le "encantaría" que la líder morada, Ione Belarra, acudiera el domingo al acto. Pero la propia Belarra insistió en que esa asistencia está, ahora mismo, "en manos" de la vicepresidenta.

Díaz se pronunció este miércoles por primera vez después de las infructuosas reuniones de estos días, en las que Podemos ha exigido que Sumar se comprometa por escrito a celebrar primarias abiertas para elegir las listas, una petición a la que el equipo de la vicepresidenta se ha negado porque entiende que cualquier acuerdo relativo a este asunto debe pactarse con todas las formaciones a la izquierda del PSOE. 

Había, por tanto, mucha expectación por preguntar a la dirigente. Pero Díaz fue muy escueta al valorar el encallamiento de las negociaciones, y se limitó a señalar que está "muy contenta" por la cercanía del acto de Sumar del próximo domingo. 

"Hago un llamamiento a todo nuestro país a sumar, y a todas las formaciones políticas, que a día de hoy son muchísimas", planteó la vicepresidenta. Ningún detalle, por tanto, del estado de una negociación que Díaz evitó valorar, pero que fuentes conocedoras del contenido de las conversaciones aseguran que no se ha movido en los dos últimos días. La respuesta a la vicepresidenta la dio la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, que apenas unos minutos después de que Díaz se pronunciara insistió en que su requisito de comprometerse a celebrar primarias abiertas es "muy sencillo" de aceptar.

En definitiva, las posiciones son exactamente las mismas que las que eran el lunes, y lo único que hubo este miércoles fueron reproches, más o menos velados, de una parte a la otra. Por ejemplo, Ione Belarra, en una intervención en Canal Red, el nuevo medio por internet dirigido por Pablo Iglesias, aseguró no entender "por qué Yolanda no quiere comprometerse" a celebrar "unas primarias abiertas", y afirmó desconocer "si es algo que viene de ella o de otras fuerzas con las que ya tiene un acuerdo".

Esa es la sospecha que cunde en Podemos: que Díaz ha pactado ceder ciertos puestos en las listas a formaciones como Más País, Compromís o Chunta y eso le impide celebrar unas primarias en las que todos los partidos compitan entre sí y en las que, por tanto, el resultado sería más impredecible. El equipo de la vicepresidenta siempre ha negado que tenga acuerdos cerrados ya con otras formaciones diferentes a Podemos, aunque lo cierto es que partidos como Compromís han rechazado pronunciarse sobre si estarían de acuerdo en celebrar unas primarias abiertas a que votara en ellas cualquier ciudadano en Sumar. "Cuando toque, regaremos", planteó el martes el portavoz parlamentario Joan Baldoví.

El entorno de Díaz, por su parte, hace hincapié en que Podemos es el único partido de todos los que Sumar quiere aunar en torno a sí que está poniendo condiciones previas para acudir al acto del próximo domingo. Fuentes próximas a la vicepresidenta aseguran que este miércoles consiguieron la confirmación de que otras dos fuerzas autonómicas, la aragonesa Chunta y la navarra Batzarre, enviarán representación al evento. Y deslizaron que el domingo se producirá un primer retrato de la incipiente unidad de la izquierda a la izquierda del PSOE y, si Podemos decide no asistir, será el único partido que se quedará fuera.

Diferencias de fondo

Más allá, no obstante, de las diferencias sobre las listas, también subyace en este choque entre Podemos y Sumar una diferencia estratégica palpable que ya ha generado roces entre los morados y Díaz durante esta legislatura y que amenaza con seguir tensando el espacio a la izquierda del PSOE. En algunos sectores de la dirección morada cunde la sensación de que la vicepresidenta es demasiado complaciente con los socialistas, y este miércoles Belarra dejó caer que Podemos representa "la valentía, la fuerza y la capacidad de resistir las presiones mediáticas" dentro de ese espacio.

Belarra puso como ejemplo el posicionamiento morado "a favor de la paz cuando lo más sencillo era enviar armamento y tanques a Ucrania", uno de los asuntos que, precisamente, han provocado un desencuentro mayor con Díaz en los dos años que la vicepresidenta lleva comandando Unidas Podemos. Y el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, fue más allá y aseguró que "hay una estrategia del PSOE para debilitar a Unidas Podemos y alejarlo de su alianza con los independentistas de izquierdas", una estrategia, señaló, de la que participan "otros compañeros de nuestro espacio político, como hemos visto con la reforma de la ley mordaza". 

Esa norma fue negociada por la parte morada por el secretario general del PCE, Enrique Santiago, estrecho aliado de Díaz. Y, cuando fue derribada hace unas semanas a causa del voto en contra de ERC y EH Bildu, Podemos culpó al PSOE por su negociación y, en privado, fuentes moradas se mostraron muy críticas con Santiago porque consideraron que el dirigente comunista había intentado hacer piña con los socialistas para forzar a los independentistas a ceder en lugar de apostar por la estrategia contraria.

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