El PSOE empieza a asumir el divorcio Díaz-Montero y ya ve posible las dos listas a su izquierda para las elecciones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, a 22 de febrero de 2023, en Madrid (España). Durante la sesión, el presidente del Gobierno, ha respondido a preguntas sobre el retraso en la conexión ferroviaria del Eje Atlántico y los problemas de la juventud, además de sobre decisiones del Ejecutivo. 22 FEBRERO 2023;SESION DE CONTROL;GOBIERNO;CONEXIONES FERROVIARIAS;JUVENTUD Eduardo Parra / Europa Press (Foto de ARCHIVO) 22/2/2023
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz
Europa Press
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, a 22 de febrero de 2023, en Madrid (España). Durante la sesión, el presidente del Gobierno, ha respondido a preguntas sobre el retraso en la conexión ferroviaria del Eje Atlántico y los problemas de la juventud, además de sobre decisiones del Ejecutivo. 22 FEBRERO 2023;SESION DE CONTROL;GOBIERNO;CONEXIONES FERROVIARIAS;JUVENTUD Eduardo Parra / Europa Press (Foto de ARCHIVO) 22/2/2023

La negociación entre Sumar y Podemos tiene un tercer implicado directo: el PSOE. Los socialistas saben que, para reeditar la coalición, necesitan que Yolanda Díaz e Ione Belarra vayan en una misma lista en las elecciones generales que se celebrarán a final de año. Sin embargo, y vista la marcha de las conversaciones para que los morados acudan al acto de presentación de la plataforma de la vicepresidenta, en el PSOE abren ya la puerta a que la posibilidad de que haya tres papeletas de izquierdas en los comicios se convierta en una realidad, aunque siguen defendiendo que todavía es pronto y confiando en que lleguen a un acuerdo tras las municipales y autonómicas de mayo.

En público, el partido siempre ha destacado la importancia de que la izquierda a su izquierda vaya unida. Lo volvió a hacer la portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría, el lunes. Pese a no ahondar en "cuestiones orgánicas de otros partidos", señaló que "es importante que esos partidos [en referencia a Sumar y a Podemos] estén bajo el paraguas de la unidad". "Sería muy positivo que pudieran llegar a ese acuerdo", añadió. Patxi López, el portavoz parlamentario socialista, insistió el martes. "Por experiencia, las tensiones y las divisiones de la izquierda no son buenas", declaró en el Congreso de los Diputados.

Fuentes de la dirección federal del partido también insisten en que "siempre" han dicho que la unidad es lo ideal. No obstante, tras los tira y afloja entre Díaz y Podemos, añaden un nuevo matiz: la unidad no puede ser a cualquier precio. Es por ello que ya ven plausible un escenario temido: las tres listas de izquierda que, con el sistema electoral actual, penalizaría al Gobierno de coalición que Pedro Sánchez, como se empeña en repetir desde hace semanas, quiere repetir a toda costa. 

Díaz responde a Podemos que "no tiene excusa" para no acudir a su acto de Sumar. (EP)

De hecho, algunos sondeos hablan de una pérdida de escaños superior a los 20 asientos en la Cámara Baja. Eso sí, dicen que todavía es pronto para hablar de ello e, incluso, para compararlo con 2019, cuando también hubo tres listas de izquierda: Más País se sumó a las de PSOE y Unidas Podemos.

Las mismas fuentes se afanan en descartar que haya una operación en Moncloa para aupar a Yolanda Díaz en detrimento de otras figuras clave de Podemos como Irene Montero o Ione Belarra para influir en la batalla Sumar-Podemos. Todo ello, pese a que sí es visible una estrategia para hacer fuerte a Díaz, que pasa por dejar que venda algunos logros de la coalición. El último ejemplo ocurrió en la moción de censura, en la que ella fue la única que intervino por parte del Gobierno, salvo el presidente. Fue, interpretaron algunos, el lanzamiento de su plataforma Sumar, que se presentará en sociedad este domingo con un acto al que asistirán casi todos los partidos de la izquierda del PSOE, salvo los 'morados'. De momento.

Esto ha dado pie al principal debate entre los dos partidos, el que aupó a la vicepresidenta al cargo que ostenta en la actualidad y el que quiere lanzar para "superar" a Podemos. No la asistencia de los morados al acto, sino sus exigencias para que Belarra se haga la foto con Díaz y con muchos ex de Podemos, como Íñigo Errejón. El actual diputado de Más País fue la mano derecha de Pablo Iglesias y terminó abandonando la formación para crear Más Madrid, con la que dejó tirada a la marca morada a pocos meses de las autonómicas madrileñas de 2019.

Podemos ha amenazado con no acudir al acto si la vicepresidenta no firma antes un acuerdo con las líneas básicas de su proyecto. En los últimos días, los morados han centrado su reivindicación en la celebración de primarias "abiertas" y han propuesto a Díaz firmar por escrito un compromiso al respecto, algo a lo que la vicepresidenta se ha negado. La oferta que la vicepresidenta ha rechazado implicaba suscribir "un acuerdo con Podemos" para celebrar "unas primarias abiertas al conjunto de la ciudadanía en las que pueda participar cualquier persona, acordadas entre Podemos y Sumar, con un nuevo censo".

Según han asegurado esta semana fuentes de Sumar, Díaz rechaza firmar un documento únicamente con Podemos y busca incluir en el mismo al resto de organizaciones a la izquierda del PSOE. "La concreción [de las primarias] tendrá que realizarse de forma multilateral" y no solo entre Sumar y Podemos, explicaban. El entorno de la vicepresidenta, igualmente, señalaba que también ha enviado a Podemos varias propuestas que han sido rechazadas por el partido morado, algo que estos justifican porque, a su juicio, la redacción que plantea Díaz no deja expresamente claro que vayan a celebrarse primarias "abiertas" en las que los diferentes partidos puedan competir. Como telón de fondo, el control que Podemos pueda tener sobre las listas y los recursos económicos que provengan de ellas.

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