España aumentó un 54% sus importaciones de gas ruso durante el primer año de la guerra y duplicó las compras a EEUU

  • En 2022, las compras a Argelia bajaron un 59% con respecto a 2021 y EEUU se convirtió en el origen del 40% de las importaciones.
  • El consumo de gas se disparó para producir electricidad, particularmente cuando empezó a funcionar el mecanismo ibéricio.
Metanero en Bahía de Bizkaia Gas
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El año 2022 estuvo marcado por el inicio de la guerra en Ucrania y por los intentos por parte de la UE para dejar de depender del gas de Rusia. A pesar de ello, las importaciones de gas ruso a España fueron muy superiores a años anteriores, en concreto un 54% más que en 2021, cuando el gas procedente de Estados Unidos se duplicó y, también en el año de la retirada del embajador de Argelia por el acuerdo entre el Gobierno y Marruecos sobre el Sáhara, llegó menos gas argelino, un 59% menos que en 2021.

La Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES) ha publicado este lunes estadísticas anuales sobre consumo, importación y exportación de gas natural y de productos petroleros, que reflejan que en el primer año de la guerra de Ucrania España aumentó las compras sobre todo a Estados Unidos y a otros países africanos distintos a Argelia, pero que en modo alguno eso contribuyó a reducir las importaciones desde Rusia. Todo lo contrario, crecieron más de un 50% con respecto a los dos años anteriores, sobre los que CORES ofrece cifras este lunes.

La importación de gas desde Rusia se convirtió hace unas semanas en un motivo de crítica por parte del PP al Gobierno después de, en el primer aniversario de la invasión de Ucrania, el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, acusara al Ejecutivo de estar "financiando" la guerra con la compra de gas a Moscú. Como ya hizo en otras ocasiones -también cuando ya en verano del año pasado las cifras constataron que los operadores seguían trayendo por barco gas desde Rusia-, el Gobierno se desmarcó porque se trata de una actividad privada sobre la que no puede intervenir. 

El Gobierno primero lo achacó a que eran contratos ya cerrados que se estaban sirviendo y después, que España era receptor de más gas ruso -licuado, en estado líquido, porque tiene más regasificadoras para devolverlo a su estado gaseoso que otros países europeos y que, según CORES, en 2022 estuvieron a pleno rendimiento. El año pasado llegaron 25.000 gigavatios/hora las seis regasificadoras españolas frente a los 16.600 de 2021. Por orden de actividad, Sagunto fue la que más gas natural licuado recibió, seguido de Huelva, Barcelona, Cartagena, Mugardos y Bilbao. 

En todo caso, a lo largo del último año han sido varios los llamamientos que la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, ha lanzado a los operadores para que dejen de comprar gas ruso. La estadística de CORES muestran que no han hecho demasiado caso. En 2022, España importó 56.021 gigavatios/hora, que supone un 54% más que los 36.197 gw/h que compró en 2021, antes de que empezara al guerra por la que la UE ha enviado al ostracismo a Vladimir Putin. Se trata siempre de gas natural licuado (GNL), que se transporta por barco y en estado líquido, ya que España no tiene conexión por gasoducto con Rusia. 

En general, el gas ruso representó en 2022 el 17% de todo el gas natural licuado que se importó (319.076 gw/h)  y el 12% del total de importaciones de gas, también por tubería, que ascendieron a 127.173 gw/h. Para 2023 de momento solo hay cifras de enero y en este primer mes del año las importaciones de gas ruso ya eran tres veces superiores que las consignadas en enero de 2022, 6.371 gw/h frente a 2.178 gw/h.

Estas cifras son de récord absoluto, porque en realidad las importaciones de gas ruso solo empezaron a tomar impulso a partir de 2019, cuando aumentaron hasta los 35.600 gw/h en comparación a los 9.761 del año anterior, e iniciando una senda que hasta 2022 nunca había superado los 39.000 gw/h. Antes, las compras de gas natural ruso eran prácticamente testimonial, cuando no inexistentes. La estadística de CORES se remonta a 2004, cuando España trajo 148 gw/h y hasta 2017 no volvió a haber importaciones de gas desde Rusia, 1.030 gw/h ese año.

EEUU, a la cabeza y baja Argelia

Estados Unidos se situó el principal origen del gas natural que llegó a España en 2022, por encima del tradicional primer importador, Argelia. El año pasado, Estados Unidos amplió su red comercial de gas natural licuado particularmente a la UE, deseosa de independizarse del gas ruso y con la que firmó un acuerdo para incrementar los envíos y cuyos términos de precios son confidenciales, como es general en esta actividad.

El 40,4% del gas natural licuado - y el 28% del total llegó desde Estados Unidos. Fueron 128.917 gw/h, más del doble de los 60.646 gw/h que habían llegado en 2021.

Por lo que respecta a Argelia, 2021 no solo fue el inicio de la guerra en Ucrania, también el año en el que las relaciones comerciales y diplomáticas con el tradicional principal exportador de gas pendieron de un hilo por la 'normalización' de las relaciones entre España y Marruecos y el respaldo al plan marroquí de autonomía para el Sáhara. En términos de importaciones del gas, el año pasado reflejó una caída del 59%, desde los 177.990 gw/h de 2021 a 105.430. Con la cifra del año pasado se volvía a la línea de 2020 (106.200), una cifra inusualmente baja, en el año en el que cayó el consumo de forma acusada por la pandemia, con respecto a la tónica general de las importaciones desde Argelia, que salvando también los 138.000 gw de 2019, se situaban en años anteriores rondando los 200.000 gw/h.

Nuevos proveedores

En Europa, el principal importador de gas a España fue Noruega, pero con un participación muy discreta en comparación con el hecho de que este país, asociado a la UE, se haya convertido en el bastón en el que se apoya en buena medida la política europea de 'independización' del gas ruso. El año pasado, llegaron a España, también por barco, 4.022 gw/h de gas, 7.700 menos que el año anterior.

En el primer año de guerra y aunque las cifras muestran que España no se deshizo del gas ruso, sino todo lo contrario, se produjo un diversificación de proveedores. A diferencia de años anteriores, llegó gas de Camerún, Mozambique y Omán y aumentaron las importaciones desde uno de los principales vendedores, Nigeria (de 47.690 gw/h a 62.795) y también de Egipto. Fueron menores las importaciones de gas desde Guinea Ecuatorial (de 8.890 gw en 2021 a 5.943 en 2022)

En América, Perú aumentó su papel como exportador (de 865 gw en 2021 a 1.920 en 2022), mientras que, más tímidamente, también crecieron las importaciones desde Trinidad y Tobago. Son cifras más modestas porque es mayor la distancia, aunque en 2022 llegaron a España 458 gw/h de la región de Asia Pacífico, más de la mitad que en 2021.

Más gas para electricidad

Siguiendo el compromiso de reducir su uso, la estadística de CORES certifica un bajada del consumo en 2022 solo de 3,5% con respecto del que se registró en 2021 -de 377.248 gw/h a 363.758-. El ahorro de gas ha sido más acusado al principio de este año 2023, porque el dato de enero (29.135 gw/h) es un 70% inferior que en enero de 2022.

Por actividades, el año pasado el consumo de gas disminuyó en el uso convencional (industria o uso en hogares), de 273.745 gw/h en 2021 a 218.442, y en GNL de uso directo (13.174 a 9.070) pero se disparó en su uso para generar electricidad, justo el año en el que entró en aplicación el mecanismo ibérico y España se convirtió en exportador permanente de electricidad a Francia y Portugal. 

En todo el año, el consumo de gas creció desde 90.321 gw/h en 2021 a 136.247, y la estadística muestra claramente que el incremento del consumo de gas para generar electricidad dio un salto importante a partir de junio, cuando empezó a funcionar el mecanismo ibérico, sobre todo hasta octubre y a lo largo de un verano extremadamente caluroso con poca energía hidroeléctrica y poca eólica.

Gas a Marruecos

Las estadísticas de Cores muestran que no todo el gas natural que importó España el año pasado se consumió aquí. De los 446.249 gw/h que entraron se consumieron 363.758 y quedaron 82.400, de los que CORES indica que se exportaron 42.997, la mayoría de ellos a Francia (35,236 gwh) por el punto de interconexión de los Pirineos, seguido de Portugal (5.880) por el punto de conexión Ibérico, mientras que otros 1.880 gigavatios hora salieron hacia Marruecos por el punto de Zaraha de los Atunes, en Cádiz.

Allí se encuentra la terminal receptora de gas que transporta el gasoducto Magreb-Europa, con origen en Argelia, clausurado por Argel en 2021 y que el año pasado España y Marruecos decidieron reabrir en el tramo marroquí para que el país norteafricano pudiera abastecerse de gas natural licuado que hacía llegar a la regasificadora española.

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