La semana en que Llop dio un paso al frente: la ministra protagoniza el enfrentamiento con Igualdad segura de tener el apoyo de Sánchez

La ministra de Justicia, Pilar Llop.
La ministra de Justicia, Pilar Llop.
Henar de Pedro
La ministra de Justicia, Pilar Llop.

El 12 de julio de 2021, Juan Carlos Campo entregó a Pilar Llop un maletín de cuero negro con un bordado color oro. Un escudo de España bajo el que se leían las palabras 'ministra de Justicia'. Junto a la cartera, Llop recibiría un mandato complicado, que aún ostenta, y el peso de lidiar con grandes quebraderos de cabeza, entre ellos el que provocaría la ley del 'solo sí es sí', que seis días antes había salido del Consejo de Ministros para tramitarse en las Cortes. 

Frente a Llop y Campo, que abandonaba el cargo para acabar formando parte, años después, del Tribunal Constitucional, la ministra de Igualdad Irene Montero aplaudía a la mujer con la que acabaría enfrentada, una y otra vez, a causa de normas como la ley de trata y el solo sí es sí. 

La discreción que destacaban los perfiles dedicados entonces a la recién nombrada ministra se ha mantenido constante hasta esta semana, cuando Llop se ha hecho cargo de explicar la reforma de la ley de libertad sexual presentada por el PSOE. Pese al revuelo que ha levantado la iniciativa que ella defiende, la ministra se muestra segura de contar con el apoyo del presidente Pedro Sánchez

Ni el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ni la complicadísima renovación del Tribunal Constitucional llevaron a la ministra a levantar la voz, copar la atención de los medios o dar un paso al frente. De hecho, la ministra ni siquiera se hizo cargo de las negociaciones que iniciaron el PSOE y el PP el último otoño para tratar de renovar el CGPJ. 

En anteriores ocasiones, el exministro Juan Carlos Campo y el exsecretario de Justicia del PP Enrique López lideraron las conversaciones sobre el Consejo. Una tarea que a finales de 2022 quedó encomendada al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y al vicesecretario de acción institucional de los populares, Esteban González Pons. 

Llop pasó de puntillas, silenciosa, esquivando en la medida de lo posible el foco mediático. Alguna entrevista y algunas declaraciones inevitables llevaron a la titular de Justicia a ofrecer el argumentario del Gobierno en varias ocasiones, y el del PSOE en otras tantas. Tampoco tomó partido en la derogación de la sedición y la reforma de la malversación (que llevaron al PP a romper el acuerdo para desbloquear el CGPJ). 

Una vez más le tocó a Bolaños defender la posición del Gobierno, en un otoño de desgaste total para el Ejecutivo. En la ley del solo sí es sí, Llop no advirtió error alguno, o al menos no se pronunció al respecto. Tampoco estuvo presente en la decisión de designar a Juan Carlos Campo y Laura Díez magistrados del Tribunal Constitucional. 

El 7 de octubre entró en vigor la ley de libertad sexual, impulsada por Igualdad y elaborada junto al Ministerio de Justicia a cargo de Juan Carlos Campo. La victoria que suponía la aprobación de esa norma para Montero se convirtió en una pesadilla cuando la ley entró en vigor. Las rebajas de pena se empezaron a suceder una tras otra hasta superar, a día de hoy, las 500. 

Desde ese momento, según declaran a 20minutos fuentes de su entorno, la ministra ha negociado con Igualdad manteniendo "un perfil bajo". "Ella misma lo ha reconocido, no ha abandonado su agenda pública pero ha mantenido la discreción porque se estaba trabajando", afirman. 

Cuatro meses después -este martes 7 de febrero- Llop cambió su estrategia. El PSOE había anunciado que elaboraba un proyecto de reforma de la ley y el lunes de esta semana lo presentó ante el Congreso de los Diputados. Desde ese momento, Llop ha sido la encargada de defender la propuesta socialista y explicar el sentido de una ley pensada por su ministerio. El martes, Llop declaró en la Cadena Ser que "si hay violencia e intimidación es muy sencillo probarlo porque con sólo con una herida se puede probar que ha habido violencia, por lo que ya no hace falta que la víctima pruebe que ha habido consentimiento".

Sus palabras se vertieron como gasolina sobre una candente coalición de Gobierno. Desde Igualdad abrieron un enfrentamiento público con los socios del PSOE, a los que acusan de querer volver "al Código Penal de la Manada". La titular de Justicia no ha dejado de comparecer públicamente mostrándose preocupada, admitiendo el error de la ley, tratando de defender las virtudes de la propuesta de los socialistas y asumiendo la responsabilidad de las consecuencias que se puedan derivar de la norma. 

Montero confesó el jueves que, a pesar de estar dispuesta a alcanzar un acuerdo, llevaba desde el martes sin hablar con la ministra de Justicia. La grieta se abría día tras día entre los socios del Ejecutivo. Hasta el punto de obligar a Pedro Sánchez a salir a confirmar que el barco no se hunde. "El Gobierno de coalición progresista continúa [...] confío en todos mis ministros, también en la de Igualdad [...] no se contempla una ruptura", declaró el presidente desde Bruselas este viernes. 

En el Ministerio de Justicia se sorprenden del revuelo de la semana, aseguran que "no es excepcional" que Llop se haya puesto bajo los focos. "La presentación de una ley va asociada a una estrategia de comunicación por parte del ministerio, hemos actuado como estaba previsto", señalan. Por otro lado, Llop no parece temer las repercusiones de la batalla interna en su posición. "Yo soy el Gobierno", ha declarado tras ser preguntada por el respaldo del Ejecutivo. "Nos consta que tiene el apoyo del presidente", zanjan fuentes de Justicia.  

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