Los jubilados españoles verán esta semana cómo se hace efectiva la subida del 8,5% en sus pensiones, lo que "garantiza su poder adquisitivo" a ojos del Gobierno. Esta es una de las medidas de las que más presume la coalición, cuyo partido mayoritario, el PSOE, se lanzará a la calle para hacer pedagogía sobre la medida y afianzar el voto de un segmento de la población que casi alcanza los 10 millones de personas y será decisivo en los procesos electorales de este año -municipales y autonómicas, en mayo; generales, en noviembre o diciembre-.

Los socialistas han lanzado una campaña en la que participarán diputados, senadores y cargos institucionales, que explicarán el incremento "por todos los territorios". Es una idea que la formación progresista ha puesto ya en marcha en otras ocasiones. Sin ir más lejos, el pasado septiembre, cuando entró en vigor la gratuidad del transporte público, una medida que se incluyó en el segundo paquete de ayudas para paliar las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania.

"Es una semana importante, se hará visible nuevamente dónde está el Gobierno y este partido: con la gente y la ciudadanía, ayudando a que su vida diaria sea algo más sencilla", lanzó ayer la portavoz del PSOE, Pilar Alegría. En una rueda de prensa ofrecida desde Ferraz, la también ministra de Educación cifró en 1.500 euros al año la subida media, "casi 108 euros más en cada una de las 14 pagas que perciben al año". Según aseguró, esa subida sería de 3,5 euros al mes "con un Gobierno del PP".

El "rato entrañable" de Pedro Sánchez jugando a la petanca con los abuelos en un parque de Coslada

La subida de las pensiones con la inflación no es nueva. El Ejecutivo ya derogó el factor de sostenibilidad del PP en 2021, en el que puso negro sobre blanco en la ley que los sueldos de los jubilados debían revalorizarse conforme al Índice de Precios al Consumo (IPC). Sin embargo, la fuerte subida de la inflación -un 8,5%- por la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania puso en duda que se fuera a acometer la subida por su elevado coste -más de 17.000 millones de euros, lo mismo que la nómina de un año de los funcionarios-. Es por eso por lo que el PSOE hace hincapié cada vez que puede en esta medida.

Sin ir más lejos, el presidente Pedro Sánchez quiso visibilizar la importancia que le da al sector de los pensionistas la pasada semana jugando con algunos de ellos a la petanca en Coslada (Madrid). Nada más aterrizar de Davos (Suiza), donde estuvo con los máximos representantes del Foro Económico Mundial, compartió un vídeo en sus redes sociales con varios mayores. La imagen se explicaba sola, aunque el jefe del Ejecutivo quiso hacer hincapié: "Tras defender en Davos que aquellos que más tienen, más paguen, he pasado un rato entrañable con un grupo de pensionistas de Coslada". Más tarde, lanzó otro vídeo reivindicando la revalorización de las pensiones conforme al IPC, algo que prometió hace años: "Esto va a suponer que una pensión media vaya a tener un aumento de unos 1.500 euros más al año".

Un granero de 10 millones de votos

Con todo y pese a las comparaciones, el PP no ha criticado mucho la revalorización de las pensiones conforme al IPC. Los populares, al igual que los socialistas, se juegan mucho en todo lo que tiene que ver con este segmento de la población. Según revela el recuento oficial del Instituto Nacional de Estadística (INE), la población de entre 18 y 29 años asciende a 5,9 millones de personas, frente a los 9,99 millones de pensionistas. 

Henar de Pedro

Además, los jóvenes votan menos que los mayores y se abstienen mucho más: según los últimos barómetros del CIS, un 10,1% de los ciudadanos de entre 18 y 24 años y un 7,3% de los que tienen entre 25 y 29 ya tiene claro que no votaría si se celebrasen elecciones, y el 5% y el 4,3%, respectivamente, votaría en blanco. Por el contrario, en las franjas de entre los 65 y los 74 años y de los 75 años en adelante, el voto en blanco es anecdótico y los más mayores son los que tienen una tasa más baja de personas que no irían a las urnas.