Los expertos apuntan a la "deuda inmunitaria" como causa de la explosión de bronquiolitis y prevén llegar a un "pico" en dos semanas

Salida de las urgencias de un hospital.
Salida de las urgencias de un hospital.
Europa Press
Salida de las urgencias de un hospital.

Tras la aparición anómala de casos de bronquiolitis durante la primavera-verano de 2021, que resurgieron tras un desplazamiento del coronavirus, la recién inaugurada temporada de frío ha arrancado con una recuperación del patrón de estacionalidad habitual del virus respiratorio sincitial (VRS), principal causante de las bronquiolitis en los bebés menores de dos años. Si bien ya la pasada temporada (de octubre de 2021 a septiembre de 2022) se presentó también dentro de su periodo habitual, con el pico a mediados de diciembre de 2021, este año "está pasando lo mismo", pero preocupa la explosión precipitada de casos

Los ingresos se han multiplicado por cuatro entre los menores de cero a cuatro años del 17 de octubre al 13 de noviembre, que es la última semana analizada por el Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). La tasa de hospitalización ha pasado en las últimas cuatro semanas analizadas de 19,5 a 79,4 casos por 100.000 habitantes.

En Atención Primaria, según la misma fuente, la incidencia ha pasado de 311,6 a 945,7 casos por cada 100.000 habitantes en el grupo de niños de 0 a 14 años.

"Este es un virus muy estacional. Normalmente, se transmite coincidiendo con el inicio de la temporada del frío. Por eso empieza habitualmente en noviembre, con picos en diciembre y hasta mediados de enero. Este año se ha adelantado", explica a 20minutos el pediatra y epidemiólogo Quique Bassat. Coincide con las pediatras consultadas por este periódico cuando el aumento de los casos empezaba a llenar las urgencias de algunos hospitales. La jefa de Pediatría del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, Rosa Rodríguez, explicaba el pasado 11 de noviembre que el VRS se había adelantado un par de semanas este año. A pesar de esta presentación un poco precipitada, la doctora consideraba que este año "parece que estamos volviendo a la estacionalidad y epidemiología propia del VRS. Estamos en noviembre y tenemos VRS, lo cual es lo esperable, pero el VRS nos ha dado tantas sorpresas últimamente...", comentaba.

La responsable del Grupo de Vigilancia de Gripe y otros virus respiratorios del Centro Nacional de Epidemiología, Amparo Larrauri, abundaba durante un encuentro con los medios de comunicación organizado el pasado viernes por Science Media Centre España en la idea de que "este año estamos teniendo un pico de VRS en su momento habitual", al tiempo que ratificó que "se ha presentado una onda algo más temprano de lo habitual".

Se está comportando como antes de la covid, siempre llega de forma explosiva"

En esta sesión, junto Larrauri, se encontraba el científico del Laboratorio de Referencia de Gripe y Virus Respiratorios del Centro Nacional de Microbiología, Francisco Pozo, que resaltó que el VRS "se está comportando como en la época prepandémica, siempre llega de forma explosiva, con muchos casos al mismo tiempo".

A pesar de que, a nivel general (en todos los grupos de edad) el último informe del ISCIII sugiere que los casos de VRS podrían empezar a caer, Larrauri y Pozo, ambos investigadores de este centro dependiente del Ministerio de Ciencia, señalaron que "todavía es pronto" para interpretar los datos como el pico de la onda.

Debate por la 'deuda inmunitaria'

Preguntados los especialistas por las posibles causas que expliquen la actual explosión de casos, Bassat responde que "puede tener que ver con la poca exposición al virus que han tenido los niños estos dos últimos años por las medidas de prevención del covid. Quizá por eso el inicio ha sido anterior a lo habitual y con una intensidad y explosividad mayor de la habitual". 

Esta hipótesis de la 'deuda inmunitaria', "pausible" para Bassat, no es compartida por Pozo cuando se trata de menores de dos años, que constituyen la inmensa mayoría de los ingresos por VRS. Pozo argumenta que "poca vida tienen estos niños para tener un histórico de infecciones". En menores de un año, la afectación es "importantísima" y en ese tiempo no han vivido ni la onda de la primavera del 21, agrega Larrauri. 

No obstante, no descartan esta hipótesis al hablar de la gripe. Larrauri matiza que, después de casi dos años sin este virus, "es lógico" pensar que existen niños y niñas 'naive' sin historia previa de infecciones que podrían sufrir una afectación mayor por estos virus.

Para la jefa de Pediatría del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (el conocido coloquialmente como 'Can Ruti'), Maria Méndez, también apunta que "muy probablemente" las medidas higiénicas de lavado de manos y el uso de la mascarilla, además de que los pequeños han asistido menos al colegio en los últimos dos años, han contribuido al adelanto y a la explosión de casos de bronquiolitis actual. "Este año hay muchos niños susceptibles porque han estado muy poco expuestos a los virus"

Para Méndez, la teoría de la 'deuda inmunitaria' es "claramente comprensible". Respecto a los niños menores de dos años, recuerda que si estos tienen hermanos mayores que pasan ahora por primera vez el virus, se corre el riesgo de contagiar a los bebés de la casa. "Evidentemente, el niño que ingresa con 13 días no tiene deuda inmunológica, pero sí está expuesto a otros niños que tienen la infección y es más fácil que lo coja porque el virus circula más", indica.

Este año, como hemos empezado antes, estamos un poco fuera de juego"

Los pediatras desconocen cuándo se alcanzará el pico de esta onda, pero coinciden en que los cuadros clínicos observados no son más graves. "Los casos son igual de graves, pero la transmisión es muy alta y ha superado incluso los picos de años prepandemia. Y siguen subiendo, eso es lo que nos preocupa un poco", expone Bassat.

En este sentido, Mendez añade que las curvas pandémicas "suelen durar unas ocho semanas", pero este año es "diferente" a temporadas anteriores y, por tanto, no se dispone de datos comparables. "Las previsiones dicen que el pico llegará en dos semanas, pero no lo sabemos porque es una situación muy única. Tradicionalmente, la transmisión se cortaba en Navidad, con las vacaciones escolares. Este año, como hemos empezado antes, estamos un poco fuera de juego", termina.

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