Las operaciones de estética están cada vez más extendidas y, pese a los riesgos comunes, los pacientes que deciden someterse a ellas confían plenamente en el buen hacer de los médicos encargados de la intervención.

Este miércoles, Espejo Público ha contactado en directo con Cristina, una mujer que decidió someterse a una operación para implantarse unas prótesis mamarias que, finalmente, le produjeron un linfoma. Ante ello, la mujer decidió denunciar a la clínica y, por primera vez en España, la compañía ha sido condenada.

Junto a Cristina, su abogado también ha hablado en el matinal para destacar que el material del que están hechas las prótesis que le colocaron a su cliente está prohibido desde el mes de diciembre de 2021: "Pese a ello, se calcula que en España hay unas 80.000 prótesis que no han sido retiradas porque a las empresas no les sale rentable".

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Desde el plató de Antena 3, el letrado Joaquín Moeckel, visiblemente indignado por el caso, ha destacado que los profesionales sanitarios tienen el deber moral de avisar a las pacientes a las que han practicado esos implantes que, desde la citada fecha, no cuentan con el sello de calidad de la Unión Europea.

El abogado de Cristina ha sentenciado: "La mayoría de cirujanos temen una avalancha de reclamaciones y que los pacientes quieran que se lo retiren a coste cero. Tenemos 63 casos judicializados, dos de ellos con resultado de muerte".