Cómo es el lebrel afgano, un perro majestuoso, de gran nobleza y no apto para todo el mundo

  • El afgano pertenece al grupo de lebreles, sección de pelo largo u ondulado.
Lebrel afgano crema con máscara negra.
Lebrel afgano crema con máscara negra.
20minutos
Lebrel afgano crema con máscara negra.

Esta raza, tal como contábamos con el samoyedo, se identifica como raza basal o primitiva, al ser muy anterior a la aparición de las razas actuales cuya selección y cría tuvo su auge en el siglo XIX.

Desarrollada en las áridas y remotas montañas de Afganistán como perro de caza, se cree que su origen se benefició de las numerosas invasiones que cruzaron por este país convertido en cruce de caminos para diferentes civilizaciones, que llevaban a sus propios perros: los árabes y sus salukis, los tayikos chinos con el extinto tazi, e incluso los perros de ascendencia griega que iban con Alejandro Magno. Sin embargo, debido al aislamiento de su entorno, la raza permaneció oculta al mundo hasta el siglo veinte, cuando se importó a Gran Bretaña el primer ejemplar macho, llamado Zardin, en 1907. 

Zardin se convirtió en el primer lebrel afgano realmente reconocido en el mundo occidental y con él se inició la primera base de reproducción y sirvió como modelo para crear el estándar. En Estados Unidos, algunos de los primeros ejemplares los introdujo el pequeño de los hermanos Marx, Zeppo.

En sus tierras montañosas, el afgano se ha utilizado para la caza de ciervos, jabalíes y zorros, formando un tándem con los halcones entrenados. Se valoraba su resistencia y su velocidad.

La raza del perro afgano ha sido protagonista de algunos hitos históricos y está estrechamente vinculada a personalidades mundialmente famosas sin que nunca se haya convertido en raza de moda. Fue un afgano el primer perro clonado por la ciencia en 2005, llamado Snuppy, en Corea del Sur. Fue el primer perro mascota de la Barbie de Mattel, y probablemente el afgano más famoso fue y es Kabul, propiedad de Pablo Picasso, presente en numerosas fotografías y en sus pinturas, como Femme au chien (en español: Mujer con perro), vendido por 8.6 millones de euros en 2012.

Reservados, dignos y tranquilos... a ratos

El afgano, debido a su carácter, no es un perro apto para todo el mundo, y necesita a un tutor tan especial como ellos. Se suele decir que cuando la combinación de un afgano y guía es la correcta, nunca se volverá a sentir tal vínculo con otro animal. En el hogar, necesita una sociabilización temprana, especialmente si va a convivir con gatos o animales de compañía pequeños como conejos o aves, ya que debido a sus instintos de caza, aún presentes, puede tener tendencia a perseguir presas.

Es una raza no carente de contrastes, y los convivientes y expertos en afganos declaran que dentro de ser animales que muestran valentía, a su vez pueden mostrar timidez ante extraños. O que siendo muy tranquilos y hasta independientes en la convivencia, en sus momentos de juego se convierten en payasos y dejan atrás su apariencia de dignidad y elegancia. Sea como fuere, insistimos en que al tratarse de perros de caza mayor, tienen un fuerte carácter, son orgullosos y desaconsejados para personas inexpertas sin información previa de la raza.

Pese al largo pelo, su nivel de desprendimiento es muy bajo, pero necesitan cepillados regulares, al menos semanalmente, para mantener en buen estado su sedoso y finísimo pelo. Se admiten todos los colores de manto, exceptuando marcas blancas en la cabeza o el cuello.

Para contactar con criadores oficiales de lebreles afganos y ampliar información, recomendamos acudir al Club español de galgos afganos, salukis y demás lebreles extranjeros (CEGAS Y DLE). No existen bolsas de adopción, al tratarse de una raza con poca presencia en nuestro país, por lo que sugerimos que se valore la adopción de otro lebrel, como el galgo español, a través de organizaciones como Me merezco galgo más.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento