Cómo planificar nuestras finanzas en las vacaciones de la inflación: 7 consejos para evitar un agujero en el bolsillo

  • El uso descontrolado de las tarjetas de crédito y los caprichos de última hora pueden salirnos muy caros.
Foto de archivo de calculadora.
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Foto de archivo de calculadora.
Andrea Carreras-Candi

Andrea Carreras-Candi

  • Directora de EFPA España desde 2003. Anteriormente trabajó como asesora financiera en Credit Suisse. Es Licenciada en ADE por la Universidad Pompeu Fabra y especialista en Bolsa por el Institut d’Estudis Financers (IEF).

Después de tres largos años esperando para disfrutar de un verano completamente normal, nos dirigimos a la gasolinera con la música puesta y las ventanillas bajadas para irnos a la playa y nos echamos las manos a la cabeza o, mejor dicho, a la cartera, cuando comprobamos lo que nos va a costar llenar el depósito, lo que no nos desanima a la hora de tratar de vivir este verano como el último de nuestras vidas, a la espera de un otoño e invierno complicados, con la inflación disparada, el consumo contraído, un paro al alza y una subida de tipos que afecta a muchos de los ciudadanos que cuentan con un préstamo hipotecario, a lo que se suma una crisis energética a nivel global que obliga a todos los países a diseñar estrategias de ahorro de luz y gas para evitar el racionamiento en su suministro.

1) Realizar una óptima planificación de nuestros gastos

En este escenario, es perfectamente compatible vivir uno de los mejores veranos de nuestra vida, con la promesa de ahorrar o, al menos, de realizar una óptima planificación de nuestros gastos, pensando en la vuelta a la normalidad.

La playa de Valencia se llena de turistas
La playa de Valencia se llena de turistas
Europa Press

Antes de decidir a dónde y cómo vamos, merece la pena dedicar un poco de tiempo a la comparación de precios en agencias de viajes, hoteles y transporte, siempre prestando especial atención a las condiciones que esconde la letra pequeña. No es nada nuevo pero sí una tarea que conviene reforzar en el escenario actual de inflación. 

2) Aprovechar los descuentos

Aprovechar los descuentos y precios bajos que supone la planificación puede suponer un gran plus en nuestro ahorro. 

3) Evitar decisiones caras de última hora

Tomar decisiones a última hora, para cogernos una noche más de hotel o un vuelo que no teníamos previsto, puede incrementar de forma abrupta nuestros gastos vacacionales, aunque también existen ofertas de última hora que podemos aprovechar.

4) Mejor no endeudarse para sufragar las vacaciones

Uno de los consejos más importantes a la hora de planificar el verano, desde el punto de vista financiero, es que conviene evitar endeudarse para sufragar las vacaciones. Si no hemos conseguido ahorrar mucho antes y necesitamos una inyección económica, conviene evaluar muy bien si merece la pena solicitar algún tipo de préstamo, extremando las precauciones antes de contratar cualquier producto que nos obliga a pagar intereses muy elevados o que encierre algunas cláusulas en la letra pequeña. 

5) Cuidado con las tarjetas de crédito

De igual modo, conviene tener en cuenta que el uso de tarjetas de crédito puede convertirse en nuestro peor enemigo a largo plazo, si su uso conlleva cargos muy elevados y el pago de altas sumas en concepto de intereses. Cuando nos enfrentamos a las tentaciones del verano y a las reuniones con amigos, es importante ser conscientes de nuestra capacidad adquisitiva y de las consecuencias que puede tener el uso excesivo de tarjetas que nos supondrán un alivio en el momento, pero penalizarán nuestra capacidad de ahorro en el futuro.

6) Planificar nuestros gastos fijos

A la hora de organizar nuestro presupuesto en vacaciones, conviene planificar nuestros gastos fijos, de acuerdo a nuestra capacidad económica. Es decir, incluir todos los gastos de partidas que incluyan desplazamientos, alojamiento, dietas diarias o las actividades de ocio, sin olvidarnos de incluir una partida extra para imprevistos y también para otros gastos. No se trata de no darse ningún ‘capricho’, sino de vigilar los gastos superfluos y evitables del día a día.

7) Cuidado con los cambios de divisa en el extranjero

Las ganas de recorrer el mundo, tras dos duros años de pandemia, están animando a mucha gente a viajar al extranjero, lo que en algunos casos supone enfrentarnos a los cambios de divisa y las transacciones en bancos u oficinas con sus correspondientes tasas de cambio. 

Es por ello que antes de viajar a estos países fuera de la zona euro, conviene contactar con nuestra entidad para revisar las condiciones de las tarjetas de crédito y débito y los acuerdos con entidades locales. Si en el destino elegido utilizan una divisa diferente, es recomendable viajar con la divisa local en el bolsillo y evitar lo posible transacciones con bancos u oficinas de cambio del país o en el propio aeropuerto. De todas formas, hay que informarse antes de los tipos de cambio frente al euro y las variaciones. Además, como normal general, es oportuno priorizar el pago vía tarjeta al pago en billetes, que tienen peor cambio.

Una vez disfrutadas las vacaciones como se merecen, con la vuelta a la rutina, también es un momento para acudir a nuestra entidad o asesor de confianza para resolver todas las dudas sobre los productos financieros más adecuados, teniendo en cuenta la previsión de gastos e ingresos para el siguiente ejercicio. Además, si no hemos empezado a planificar el ahorro para la jubilación, la vuelta de las vacaciones también es un momento ideal.

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