Joaquim Coll Historiador y articulista
OPINIÓN

Con cambiar el Gobierno no basta

El candidato 'popular' a la reelección como presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha votado en el colegio 'Sagrado Corazón' de Málaga.
El candidato 'popular' a la reelección como presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha votado en el colegio 'Sagrado Corazón' de Málaga.
@JuanMa_Moreno / TWITTER
El candidato 'popular' a la reelección como presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha votado en el colegio 'Sagrado Corazón' de Málaga.

En las elecciones en Castilla y León, el PP quedó muy por debajo de las expectativas y Fernández Mañueco tuvo finalmente que formar gobierno con Vox. El PP cambió a Ciudadanos por la extrema derecha, la única formación que salió fortalecida de una convocatoria innecesaria. Las elecciones solo respondían a la debilidad de Pablo Casado, que necesitaba exhibir victorias, y cuyo liderazgo al frente del PP saltó por los aires al cabo de pocas semanas. Esta vez, en cambio, la victoria contundente de Moreno Bonilla en Andalucía, que devora a Cs y tapona parte del crecimiento de Vox, ha fortalecido a Núñez Feijóo. El PSOE sufre una amarga derrota, pero el desastre es mayúsculo a su izquierda. La fragmentación electoral castiga y confirma el escenario depresivo de una marca, Unidas Podemos, que ahora mismo solo tiene como revulsivo la figura de Yolanda Díaz.

El resultado de las andaluzas se interpreta como el avance de un cambio de ciclo en toda España que tendrá como primera parada las municipales y autonómicas en mayo de 2023 y las elecciones generales seis meses después. Pero un año y medio es mucho en política, casi una eternidad. Un año atrás nadie podía imaginar el complicadísimo escenario económico que atravesamos ahora, con una guerra en Ucrania que puede eternizarse. Gobernar la complejidad e incertidumbre actual es peor que hacer frente a una pandemia. Sánchez necesita un revulsivo y un cambio en algunos ministerios en las próximas semanas es más probable. Ahora bien, no hay ningún caso en que eso haya sido suficiente por sí solo. Además, con los relevos no siempre se gana. La vez pasada, el Ejecutivo perdió a dos figuras políticas de mucho peso dentro del PSOE, Carmen Calvo y José Luis Ábalos. Por su parte, la entrada de Félix Bolaños como ministro de la Presidencia solo se puede valorar por su errónea gestión del caso Pegasus, que ha embarrado al Gobierno en una crisis que le ha hecho perder el relato social de la legislatura.

Es inevitable que una inflación descontrolada le pase factura

Pero con cambiar bien el Gobierno no basta, Sánchez necesita un giro en el tono, más realista. El líder socialista se creció con la pandemia frente a un PP que jugó de forma muy oportunista. En el balance de errores y aciertos, sumaron más los últimos. Pero su Gobierno emite demasiados mensajes, hay también un exceso cuestiones que generan ruido interno o de anuncios que luego no se cumplen del todo, como el descenso del precio de la energía con el tope al gas. Es inevitable que una inflación descontrolada le pase factura. Pero no hay nada peor que las cifras previstas no concuerden con la realidad. El único frente que importa ahora mismo es el económico y Sánchez, que va a tener que recortar el gasto, no comunica que haya cogido al toro por los cuernos.

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