Las cuentas públicas españolas cerraron el primer trimestre del año con un agujero de 4.633 millones de euros, el equivalente al 0,35% del PIB previsto para este año. El desequilibrio es cinco veces menor que el que se registraba en los tres primeros meses de 2021, cuando la diferencia entre ingresos y gastos de las administraciones públicas ascendía a 20.824 millones de euros (1,7% del PIB).

El principal motivo por el que se ha reducido esta brecha es la elevada recaudación tributaria que se ha registrado en los tres primeros meses del año. Según los datos de ejecución presupuestaria hechos públicos por el Ministerio de Hacienda y Función Pública este lunes, los ingresos procedentes de impuestos han repuntado un 17,1% interanual en el primer trimestre de 2022.

Recaudación récord

En total, los recursos no financieros del Estado ascendían en el primer trimestre a 122.689 millones de euros, un 11,6% más que el año anterior. De ellos, el 90% procedían de la recaudación de impuestos (67.284 millones) y de las cotizaciones sociales (43.998 millones). 

En el apartado de ingresos tributarios, los impuestos sobre la producción y las importaciones (entre los que se encuentra el IVA) fueron la figura más destacada, con una recaudación de 38.383 millones de euros (un 19,1% más que en 2021). Los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio (donde se incluye el IRPF) aportaron 27.857 millones a las arcas públicas, un 15% más que el año anterior. Además, otros 1.000 millones procedieron de impuestos sobre el capital. El resto de ingresos se repartieron entre transferencias entre administraciones públicas (3.061 millones) y otros recursos (8.346 millones).

Una de las principales razones de los espectaculares datos de recaudación es la elevada inflación registrada en el primer trimestre del año. Especialmente en el caso del IVA. En los tres primeros meses de 2022 el IPC promedió una subida interanual del 7,8%, en comparación con el 0,6% registrado en 2021. Al subir los precios del consumo, también lo hace la recaudación por IVA.

Otro de los motivos es el buen comportamiento del empleo en el último año. Entre marzo de 2021 y 2022 el número de afiliados a la Seguridad Social aumentó en 913.602 personas. Este dato afecta fundamentalmente a la recaudación por IRPF: al aumentar la afiliación lo hace también la base imponible y por tanto los ingresos.

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Mínima reducción del gasto

Por el lado de los gastos, las administraciones públicas se han dejado en total 127.322 millones en gastos en el primer trimestre del año, un 2,7% menos que en los primeros tres meses del ejercicio previo. En este apartado, el principal desembolso se va a pagar prestaciones sociales distintas de las transferencias sociales en especie (50.578 millones, un 2% menos que en 2021), un capítulo en el que las pensiones públicas suponen la mayor parte. La otra partida en la que disminuye el gasto es la del resto de empleos (de 13.102 a 6.152 millones, un desplome del 53%, fundamentalmente por la desaparición de las garantías vinculadas a los avales del ICO concedidos en 2020).

En el resto de apartados los gastos se han elevado. Destaca el gasto en salarios públicos, que crece un 3,8% hasta los 27.826 millones de euros o el desembolso en consumos intermedios (materias primas), que crece un 10,9% hasta los 12.508 millones. También crecen el pago por intereses (un 4,5%, hasta 6.211 millones) y por subvenciones (un 4,9% hasta 3.399 millones).

C. Valenciana y Baleares, las más deficitarias

La mayor parte del déficit que acumulan las administraciones públicas hasta el primer trimestre corresponde al Estado. Se trata de un desequilibrio de 3.525 millones (0,27%) del PIB. La Seguridad Social añade otros 1.107 millones al desequilibrio en las cuentas. Sin embargo, las comunidades autónomas registran un superávit de 220 millones en su conjunto. La administración autonómica no se anotaba un equilibrio positivo a estas alturas de año, al menos en los últimos nueve años.

No obstante, la situación de las finanzas autonómicas varía entre los diferentes territorios. Comunidad Valenciana y Baleares (ambas con un déficit del 0,6% sobre el PIB) son los territorios que acumulaban un mayor desequilibrio en el primer trimestre. Murcia (0,4%), Castilla-La Mancha y Cataluña (0,2%) los otros tres territorios con un balance negativo. 

En el otro lado del espectro, Navarra (con un superávit del 0,9% del PIB), Asturias (0,6%), País Vasco, La Rioja y Cantabria (las tres con un 0,4%), Aragón, Castilla y León y Galicia (0,3%), Extremadura (0,2%), Madrid (0,05%) y Canarias (0,03%) tienen sus cuentas en positivo.