El Banco de España señala los siete grandes retos a los que se enfrenta la economía y da sus 'recetas' para afrontarlos

Un camarero observa la terraza del restaurante en el que trabaja.
Un camarero observa la terraza del restaurante en el que trabaja.
A. PÉREZ MECA / EP
Un camarero observa la terraza del restaurante en el que trabaja.

Antes de que la economía española tuviera tiempo de recuperarse por completo del golpe infligido por la pandemia, la invasión rusa de Ucrania ha vuelto a teñir de negro el horizonte. Todo ello con el recuerdo todavía fresco de las graves secuelas que dejó la gran crisis financiera de 2008 en el tejido productivo.

Aunque las perspectivas son inciertas y poco halagüeñas, la economía nacional se enfrenta a importantes retos en el futuro. La baja productividad, el envejecimiento de la población, la transición ecológica o la digitalización son solo algunas de las transformaciones que deberán acometer los gobiernos.

Para señalar los pasos a seguir, el Banco de España ha resumido en su Informe Anual los principales desafíos que deberá afrontar el país en los próximos años y una serie de recomendaciones para afrontarlos con éxito. 

Crear empleo y acabar con la precariedad

El mercado de trabajo español arrastra desde hace décadas altas tasas de desempleo combinadas con una fuerte temporalidad que se ceban especialmente con los jóvenes. Para tratar de atajar esos problemas, el Gobierno aprobó una reforma laboral a finales del año pasado sobre la que el Banco de España se pronuncia en su informe.

"Todos sabemos que las finanzas públicas va a haber que ponerlas en orden, que va a haber que sanear"

La reforma, dice el supervisor bancario, "ha acelerado significativamente la contratación indefinida" y "ha reducido" la temporal. No obstante, arguyen, parte de esta bajada en la temporalidad podría deberse a la destrucción de empleo temporal. El organismo también cuestiona el papel de los nuevos ERTE y el mecanismo RED. Dos figuras que han sido efectivas durante la pandemia, pero que "no necesariamente tendrían por qué ser igual de oportunos en otro tipo de procesos más estructurales".

En cualquier caso, los expertos del Banco de España consideran que aún es "pronto" para saber si la nueva legislación laboral está cumpliendo con su cometido. Para saberlo habrá que realizar un análisis complejo más a largo plazo, sostienen.

Una deuda disparada y un déficit estructural

Otro de los grandes retos a los que se enfrenta España son los elevadísimos niveles de deuda (1,45 billones de euros o el 117,7% del PIB) y déficit (5% sobre PIB previsto para 2022) que ha dejado tras de sí la pandemia. Con esas cifras, la economía Española está muy lejos de cumplir con las reglas fiscales europeas a corto y medio plazo. Dichas reglas se suspendieron en el año 2020 por la pandemia y se retomarán previsiblemente en 2024, aunque todavía está por ver si se reformularán. 

"Todos sabemos que las finanzas públicas va a haber que ponerlas en orden, que va a haber que sanear", expresaba el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en una entrevista reciente. Para encauzar las cuentas, la receta del supervisor bancario es la consolidación fiscal. Lo que en lenguaje llano pasa por subir impuestos, recortar gasto o una combinación de ambas fórmulas. 

El supervisor no precisa cuál de las dos opciones sería preferible, pero si señala algunas reformas que podrían hacerse por los dos lados. Por la parte de los ingresos -es decir, los impuestos- el Banco de España sugiere revisar los beneficios fiscales del IVA (los tipos del 10% y el 4%), recomienda priorizar la recaudación por este impuesto frente al IRPF y ve con buenos ojos subir impuestos verdes. En lo que respecta a los gastos, el organismo recomienda revisar la eficiencia de las políticas activas de empleo, de las subvenciones, de los beneficios fiscales, del gasto hospitalario y de los incentivos a la contratación.

En cualquier caso, la institución precisa que estas medidas no deben ejecutarse "hoy o mañana" porque la situación de la economía es aún "precaria". Pero sí cree que sería bueno diseñar "cuanto antes" un plan de consolidación que sea creíble. En ausencia de ese plan, la deuda podría mantenerse en niveles próximos al 120% del PIB todavía en 2040, una cifra que dejaría a futuros gobiernos con muy poco margen de maniobra ante futuras crisis.

Gestionar bien los fondos europeos

Una de las claves del éxito para que España se adapte con éxito a lo que está por venir es que los fondos europeos Next Generation EU se empleen sabiamente. Para ello, el Banco de España considera que es vital elegir con rigor los proyectos en los que se invertirá los fondos y pide priorizar aquellos más solventes y con capacidad de atraer inversión privada adicional. Además, recomiendan acompañar la inversión de los fondos con reformas estructurales. Especialmente aquellas dirigidas a flexibilizar el mercado laboral y productivo.

Reducir la desigualdad

La desigualdad económica es una vieja asignatura pendiente de España. Ya era elevada antes de la pandemia, pero los indicios actuales apuntan a que puede haberse disparado tras el coronavirus pese a las medidas de protección adoptadas por el Ejecutivo. En este sentido, el Banco de España propone abordar este problema incrementando el gasto educativo en los colectivos más vulnerables y ampliando el alcance del ingreso mínimo vital, que actualmente llega a 824.000 de los 2,3 millones de hogares que se fijó como potencial.

Dentro de este apartado, la institución dedica un análisis especial al mercado de la vivienda y en particular al proyecto de ley de vivienda. El supervisor apunta que "algunas de las medidas que contempla el proyecto de ley" -entre las que cita la limitación a los precios del alquiler en zonas tensionadas, "podrían no tener el efecto deseado". 

Además, pone en duda la eficacia de las ayudas a jóvenes o los beneficios fiscales a propietarios. Por el contrario, considera que medidas no incluidas en la ley como dar "mayor seguridad jurídica efectiva a los propietarios" o revisar la regulación para facilitar el uso residencial de los inmuebles podrían incentivar la oferta de vivienda en alquiler.

Formar más y mejor a los trabajadores

En los próximos años, España se enfrenta a una "profunda reasignación sectorial de la actividad", en la que se destruirán empleos en muchos sectores y se crearán otros nuevos en otras parcelas de actividad. Para afrontar con éxito ese proceso, el Banco de España defiende que el sistema educativo debe adaptarse a los cambios en la demanda de formación de las empresas, que exigen cada vez más competencias digitales. En este aspecto, el supervisor recuerda que España gasta menos en educación e inversión pública que el conjunto de la Unión Europea,

Aumentar el tamaño de las empresas

Una de las causas que explican la baja productividad de la economía española es el reducido tamaño de las empresas que lo pueblan. Una de las medidas que proponen para solucionarlo es simplificar la regulación económica que ha ido creciendo en número y complejidad en los últimos años. 

Más Unión Europea

La integración europea es el séptimo desafío que analiza el supervisor bancario. En el contexto actual, sostiene el informe, las políticas europeas son cada vez más trascendentes y su impacto en las economías es crucial. Por ello, el Banco de España considera importante seguir desarrollando el marco institucional europeo. Dos medidas favorables en este apartado serían avanzar en la unión de los mercados de capitales y culminar la unión bancaria.

El supervisor cree también conveniente reformar las reglas fiscales europea. Una reforma que podría pasar por replantear los niveles máximos de deuda pública permitidos (60% con la formulación actual) y que tenga en cuenta la disparidad de los desequilibrios presupuestarios de los Estados miembros.

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