Cronología de los 50 días para una decisión sobre el precio del gas que era "urgente".... y a la que todavía le falta un trámite

Pedro Sánchez y el primer ministro portugués, António Costa, en el Consejo Europeo.
Pedro Sánchez y el primer ministro portugués, António Costa, en el Consejo Europeo.
EFE
Pedro Sánchez y el primer ministro portugués, António Costa, en el Consejo Europeo.

La aprobación este viernes por parte del Consejo de Ministros del decreto que limitará el precio medio del gas a un máximo de 48,8 euros durante los próximos 12 meses es casi el punto final de un proceso que iba a ser "urgente" y que ha terminado prolongándose durante nada menos que 50 días. 

En este tiempo, ha habido celebración por parte del Gobierno, la promesa de la Comisión Europea de ser rápida y negociaciones técnicas e intercambio de documentación con Bruselas en el que Madrid y Lisboa han sido casi siempre los responsables de que se fueran estirando los plazos. El proceso ha durado mucho más de lo que esperaba Moncloa y en este tiempo las presiones en contra de limitar el precio del gas se hicieron valer y surgió el nerviosismo en el Ejecutivo.

Finalmente, Bruselas ha permitido topar el precio del gas a un precio máximo medio de 50 euros, por encima de los 30 que pidieron en principio Madrid y Lisboa, pero por un periodo más largo de lo propuesto inicialmente. Doce meses en lugar de nueve, con lo que queda cubierto todo el invierno que viene.

En todo caso, y a pesar de las siete semanas que han pasado desde que el Consejo Europeo permitiera a España y Portugal explorar esta medida "temporal" y "excepcional", el trámite no concluye este viernes. Aún es necesaria la última palabra de la Comisión Europea, previsiblemente la semana que viene.

25 de marzo. Acuerdo en la Cumbre

Concluye en Bruselas el Consejo Europeo que reconoce la "excepción ibérica" de España y Portugal, que aunque tienen un elevado nivel de energía renovable en su mix energético, se ven penalizados por las casi inexistentes interconexiones de gas para completar con él la energía que necesitan cada día. El 2,8% de interconexiones convierte a estos dos países en una "isla energética" y los Veintisiete acuerdan que la Comisión Europea negocie con ellos una medida excepcional y temporal para limitar el precio del gas que se utiliza para generar electricidad.

El Gobierno celebró como una verdadera victoria un acuerdo que llegó después de meses de lobby ante las instituciones europeas pero que no fue completa, de acuerdo a sus expectativas. La esperanza inicial del Ejecutivo era poder volver de Bruselas con la luz verde directa para limitar el precio del gas y, con eso, rebajar el de la luz de forma "significativa", que hacía dos semanas había pulverizado todos los récords por encima de los 500 euros el MWh.

En su lugar, se acordó que antes la Comisión Europea tendría que autorizarlo, en un trámite que las dos partes aseguraron que sería urgente. En los días siguientes, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, alejó un poco más la luz verde al apuntar que habría una decisión a lo largo de las "tres o cuatro semanas" siguientes. Hasta este viernes, han pasado 50 días, más de siete semanas.

31 de marzo. Propuesta para limitar a 30 euros

Justo una semana después del Consejo Europeo, España y Portugal remiten su propuesta a Bruselas para fijar un límite de 30 euros MWh al gas hasta el mes de diciembre

En el plano interno, en esos siete días esta cuestión fue un nuevo motivo de fricción en la coalición, que salió a la luz y que, a la postre, provocó un airado comentario por parte del ala socialista al morado.

Desde la parte socialista se empezó a filtrar que se propondría a Bruselas un límite de 50 euros y la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, reclamó un tope de 30, sugiriendo que faltaba 'voluntad política' para fijar una cifra que realmente bajara el precio de la luz.

Este tira y afloja público llegó hasta una rueda de prensa en la que las vicepresidentas socialistas, Nadia Calviño y Teresa Ribera, afearon a Unidas Podemos su insistencia. "No se puede tomar a la ligera", llegó a decir la ministra de Transición Ecológica sobre la insistencia pública en los 30 euros.

Pero finalmente, fue 30 euros el precio máximo que Madrid y Lisboa pidieron para el gas y, una vez enviada la propuesta, la Comisión hizo acuse de recibo, insistiendo en que la evaluaría "urgentemente".

Finales de abril, un mes después de la Cumbre

Para finales del mes pasado, el primer borrador que enviaron Madrid y Lisboa a Bruselas llevaba ya un mes en estudio por parte de la Comisión, sin que se supiera a ciencia cierta qué está sucediendo. En este tiempo, grupos de presión como las eléctricas que recelan de la limitación del precio del gas y de todo tipo ofrecieron su parecer sobre lo que diría o no la Comisión y Moncloa dio ya muestra de cierto nerviosismo. Sobre todo, por la tardanza de la Comisión en dar un veredicto a su propuesta para limitar el precio del gas a 30 euros.

En el Gobierno empezaron a temer que las presiones contrarias a esta medida, que desde dentro de la UE seguían ejerciendo como el primer día tanto Alemania como Países Bajos, hicieran a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, recular desde el respaldo inequívoco que hacía un mes había dado a reconocer las excepcionales condiciones del mercado energético en España y Portugal.

Por todo esto, el Gobierno comenzó a ver claro que no sería posible cumplir con el plazo de tener luz verde de Bruselas en las "cuatro semanas" que apuntó Ribera.

26 de abril. Reunión urgente y acuerdo político

Estas malas sensaciones cambiaron apenas días después, cuando la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, citó a una reunión en Bruselas a Ribera y al ministro portugués de Medio Ambiente, Duarte Cordeiro. De ella salió un "acuerdo político" para, en lugar de 30 euros, poner un umbral máximo de 50 euros el MWh al gas. Será el precio máximo medio que alcanzará a lo largo de 12 meses, el plazo de duración de este mecanismo temporal y que supera el que habían propuesto España y Portugal, solo hasta diciembre.

Pero, una vez más, el acuerdo no estaba del todo hecho. Vestager emplazó a Ribera y Cordeiro a incorporar sus puntualizaciones y cambios para remitirlos a Bruselas en breve en un nuevo documento. 

Así, cambió el precio máximo y la duración del límite al precio del gas, pero no, por ejemplo, el mecanismo para compensar a las eléctricas que generan electricidad con gas por la diferencia entre el pagan en el mercado por él y el límite que funcionará en España y Portugal. Según confirmó Ribera en el Congreso, serán los consumidores en función de su consumo.

3 de mayo. Sin noticias del decreto

El acuerdo político con la Comisión se alcanzó un martes y ese día Ribera calculaba en declaraciones a la prensa que para el fin de semana siguiente habrían enviado a Bruselas el documento que faltaba para que hubiera luz verde definitiva. De este modo, se especuló con que el Gobierno podría aprobar el decreto que limita el precio del gas en el siguiente Consejo de Ministros, del 3 de mayo. Pero eso no sucedió, por un retraso que se generó en Madrid y Lisboa, no en Bruselas, porque para esa fecha todavía no habían enviado todavía el documento que esperaba la Comisión para dar luz verde.

6 de mayo. El documento del Gobierno llega a Bruselas

Este paso no se produjo hasta dos días después. El viernes de la semana pasada y en un acto con Von der Leyen en Barcelona, Sánchez anunció que su Gobierno y el de Portugal habían enviado la víspera el documento que resolvía las puntualizaciones que había hecho Vestager más de diez días antes.

9 de mayo. Luz verde provisional

De nuevo, la pelota estaba en el tejado de la Comisión, que el lunes de esta semana "tomó nota" de la intención por parte de España y Portugal de limitar el precio del gas plasmada en el documento recibido. En jerga comunitaria, esto es un sí, pero no definitivo, sino "preliminar", porque la portavoz de Competencia, Arianna Podestà, añadió que quedaban elementos "pendientes.

13 de marzo. Decreto

La cuestión pendiente no es otra cosa que los decretos que este viernes aprobarán de manera simultánea los gobiernos de España y Portugal, ambos en sesiones extraordinarias de sus respectivos Consejos de Ministros. 

Tampoco esto es el fin definitivo del camino, porque las normas deberán volver de nuevo a Bruselas para que el colegio de comisarios les dé el visto bueno definitivo y, entonces sí, se pueda dar por hecho el límite al precio del gas.

Este es ahora el nuevo elemento pendiente que abre una nueva ventana de incertidumbre sobre cuándo se finiquitará esta vez. Previsiblemente será el miércoles que viene, el día que vuelve a reunirse el colegio de comisarios, aunque hace unos días Ribera prefirió dar un plazo más impreciso, y largo, para el punto y final de este proceso. "Pocos días, unas semanas", dijo.

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