Entrevista | Arabi, delegado del Polisario: "Sánchez rompe un consenso de 46 años con todos los gobiernos españoles"

El delegado del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi.
El delegado del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi.
EFE
El delegado del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi.

"El Gobierno español ha abandonado la vía de la legalidad internacional para intentar imponer una solución que solo y únicamente trabaja para los intereses de Marruecos, que es la potencia ocupante". 

Abdulah Arabi, delegado en España del Frente Polisario, el movimiento que trabaja para la liberación del Sahara Occidental de la ocupación que mantiene Marruecos desde desde 1976, habla claro con 20minutos sobre el giro inesperado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha dado en su posición sobre el Sáhara Occidental. 

Arabi urge a celebrar el referéndum acordado por las partes en 1991 tras el alto el fuego auspiciado por la ONU y critica el plan de autonomía apoyado por España porque esta hoja de ruta "está dando por hecho que el Sáhara forma parte de Marruecos" cuando lo que está en la mesa de Naciones de Unidas es un "proceso de descolonización" 

¿Tienen ya comunicación oficial sobre la intención de España de apoyar el plan de Marruecos para el Sáhara Occidental? No, tampoco la estamos esperando. Es un hecho que se produce en el marco de las relaciones entre Marruecos y España y que nosotros no podemos criticar por más que afecte a nuestras reivindicaciones. Pero tenemos que recordar que es en el marco multilateral de las Naciones Unidas donde se trata el tema del Sáhara Occidental y donde se tiene que resolver.

¿Les ha sorprendido la decisión? Sobre todo nos ha asombrado que en un momento en el que Naciones Unidas estaba intentando reactivar el proceso político, con el reciente nombramiento de un enviado especial que ya ha realizado su primera visita a la zona y estaba preparando sus conclusiones, un país llamado a asumir un papel destacado como España opte de la noche a la mañana por un plan de autonomía propuesto unilateralmente por Marruecos. Esto supone situarse al lado de una potencia que es agresora, viola el derecho internacional y los derechos humanos, y eso es contrario a lo que el Gobierno ha defendido a ultranza en la guerra que hay ahora en Europa.

¿Tenían algún indicio para sospechar que esto iba a pasar? Nosotros hemos analizado este asunto cronológicamente y las declaraciones del Gobierno de España durante los últimos meses siempre se han caracterizado por una ambigüedad en el discurso. Primero en apoyar la centralidad de las Naciones Unidas; luego apelan a una mentalidad abierta, a una solución digna. Nosotros lo que hemos dicho siempre es que lo que se tiene que hacer es aplicar la legalidad internacional o tratar el asunto del Sáhara Occidental en el marco de las Naciones Unidas.

El peaje que España tiene que pagar para intentar arreglar sus problemas con Marruecos es sacrificar las legítimas aspiraciones del pueblo saharaui"

¿Por qué Sánchez ha decidido dar ese paso? Creemos que esta decisión es la consecuencia de la presión permanente a todos los niveles que ha ejercido Marruecos durante estos últimos meses y que ha sido más visible en la parte migratoria, con el uso de la inmigración de manera indiscriminada, recurriendo para ello incluso a menores. El peaje que el Gobierno de España tiene que pagar para intentar arreglar sus problemas con Marruecos consiste en sacrificar las legítimas aspiraciones del pueblo saharaui.

Zapatero ha dicho que cuando fue presidente ya apostó por el plan marroquí pero nunca hasta ahora se había producido un apoyo tan claro del Gobierno como ahora. ¿A qué se debe que España se mueva en esta ambigüedad? Porque España no es un país cualquiera, es la potencia administradora y la causante del largo sufrimiento del pueblo saharaui. A su vez, en la sociedad española hay una solidaridad inmensa con el pueblo saharaui y entre las fuerzas políticas existe ese consenso de defender el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Ese sentimiento lleva acompañando a los españoles 46 años. Por todo, para el Gobierno español tomar una decisión contraria a eso no es nada sencillo. Lo que es novedoso es que se ha hecho contradiciendo el derecho internacional y rompiendo el consenso de todos los gobiernos que ha habido en España en los últimos 46 años.

¿Ha sido decisiva la crisis diplomática generada por el 'caso Ghali'? No ha influido en nada. El que quiera verlo así se equivoca. Esa es una visión simplista porque los problemas con las pateras y la inmigración son cíclicos. El 'caso Ghali' le ha servido a Marruecos para instrumentalizar y hacer más agresiva esa agresión.

¿Por qué se oponen al plan de autonomía de Marruecos? No convence a nadie, sobre todo porque es un tema de descolonización. Si alguien ofrece o apoya una autonomía, está dando por hecho que el Sáhara forma parte de Marruecos. El intentar inclinarse hacia la autonomía es solo un posicionamiento, pero no es la solución. La decisión del Gobierno de España no cambia nada. Sigue siendo un tema de descolonización y sigue pendiente un referéndum de autodeterminación. Y la última palabra la tiene el pueblo saharaui.

Si alguien ofrece o apoya una autonomía, está dando por hecho que el Sáhara forma parte de Marruecos"

¿Celebrar un referéndum de autodeterminación es la única solución que contemplan para que cese el conflicto? Se trata de buscar soluciones realistas. La parte marroquí propone autonomía y nosotros la independencia. Si Marruecos está alardeando que ha desarrollado las zonas ocupadas y que los que estamos en los campos de refugiados estamos sufriendo y casi secuestrados por el Frente Polisario, entonces, si ese es el panorama: ¿qué miedo tiene para aceptar que ese pueblo se pronuncie mediante las urnas? ¿Hay algo más democrático? Nosotros no entendemos que la 'realpolitik' suponga sacrificar los derechos del pueblo saharaui para garantizar los intereses económicos de otros. Sabemos que en esa clave funciona el mundo y no somos ingenuos. Pero hay algo que sí depende de nosotros: luchar por recuperar nuestra tierra de forma pacífica respetando la legalidad internacional.

Pese el apoyo de España al plan marroquí, la autonomía sigue siendo imposible porque tendría que tener el apoyo unánime de las partes y luego aprobarse en las Naciones Unidas. ¿Estamos en un callejón sin salida? El mensaje que nosotros siempre trasladamos es que se cumpla con lo que se ha firmado y con la legalidad internacional. Pero claro, como Marruecos no quiere, pues se intenta buscar otra solución, como es la autonomía, y tenemos aceptar formar parte de ese país y así volvemos al siglo XIV. ¿Y por qué no se puede exigir a Marruecos que cumpla con lo que ha afirmado? ¿Qué es lo que impide a un país como España exigir a Marruecos que cumpla con la legalidad internacional?

¿Podría esta decisión perjudicará los intereses energéticos de España en Argelia? Ese es un asunto que afecta a las relaciones bilaterales entre España y Argelia y tendrán que aclararlo ellos dos. Nosotros solo podemos decir que Argelia es un país muy importante en las relaciones estratégicas de España con el norte de África. Y creo que cualquier decisión que se vaya a tomar por parte del Gobierno de España debe tener en cuenta la visión estratégica del norte de África, que no solo es Marruecos. Argelia con respecto al Sáhara Occidental en los últimos 46 años ha tenido una posición inamovible, firme y constante. Es un país serio y creíble. Ahora bien, la llamada a consultas de un embajador en las relaciones diplomáticas tiene, como mínimo, su significado.

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