El 8-M ha certificado de nuevo una de las brechas ideológicas más abiertas entre PP y Vox. Mientras los 'populares' publicaron manifiesto, celebraron su propio acto en Génova y sumaron delegaciones a las manifestaciones celebradas por toda España por el Día de la Mujer, el partido de Santiago Abascal se desvinculó y atacó "una celebración que nada tiene que ver con los derechos de la mujer", según declaraba este martes la diputada de Vox Carla Toscano a 20minutos, lo que consideran "un aquelarre feminista" y un "acto de propaganda totalitaria".

La del PP es una adhesión que a su vez marca distancias con la postura del Gobierno, tanto con el grueso socialista como con las ministras de Unidas Podemos, y todavía más en concreto con la responsable de Igualdad, Irene Montero. "La palabrería barata de la izquierda el 8-M solo aporta ruido y pancartas que dividen a los españoles", declaró el portavoz 'popular' en el Senado, Javier Maroto, a lo que añadía que "la igualdad solo se consigue con hechos, no con la palabrería de Montero".  

Cuca Gamarra, coordinadora general del PP y portavoz parlamentaria, y Ana Pastor, vicesecretaria de Política Social, protagonizaron un coloquio en la sede del partido en Génova 13 junto a otras figuras femeninas del PP bajo el lema 'Mujeres libres'. La propia Gamarra, quizás la dirigente popular más activa durante la jornada, publicó una tribuna en el diario regional La Rioja rotulada Feminismo y libertad. los dos conceptos con los que el PP trató de definir su postura. "Lo que erróneamente está en disputa es la anatomía de un éxito que asusta a las partes más reaccionarias de la sociedad, por su carácter irreversible, y a cierta izquierda excluyente, por una transversalidad que les dificulta su apropiación", escribió la coordinadora general del PP en alusión clara a Vox y a Unidas Podemos. 

Pastor, en su intervención en el acto, defendió una "igualdad real" frente a los "ribetes machistas" que siguen existiendo en la sociedad. Además, en aplicación de ese binomio feminismo/libertad defendió una participación del PP en las manifestaciones sin imposiciones: "Nosotras pensamos lo que nos da la gana y decidimos lo que nos da la gana; no permitimos que nos digan si somos o no buenas chicas feministas independientemente de si vamos a una manifestación. Queremos libertad". También sobrevoló el acto el recuerdo a las mujeres ucranianas que estos días integran la resistencia contra el ejército ruso. "El símbolo son ellas. Mujeres ucranianas y rusas que se levanta contra un régimen para que cese la invasión y cese la guerra", destacó Gamarra. 

"Cumplir íntegramente el Pacto de Estado contra la Violencia de Género para poner fin al gravísimo problema de la violencia que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo" y "reforzar la formación y la educación" de género. Estos eran dos de los puntos que el PP defendió a través de su comunicado y que chocan frontalmente con la postura de Vox, que defiende una "derogación inmediata de la Ley Integral de Violencia de Género" y su cambio por una ley de "violencia intrafamiliar" que elimine la discriminación positiva hacia la mujer. Precisamente, esta disparidad de criterios es uno de los puntos que separan el acuerdo de gobernabilidad en Castilla y León entre Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo. 

"Hoy es 8 de marzo y Vox como ayer, como mañana, seguirá diciendo 'no' a las consignas de un hembrismo radical, ideologizado, y que está destinado al fracaso como todo movimiento definido en contra de la mitad de la población", defendió en su comparecencia ante los medios en el Congreso Iván Espinosa de los Monteros, portavoz del grupo parlamentario, sobre un movimiento que, en su opinión, "se carga la presunción de inocencia del varón, busca la división en lugar de la armonía y despilfarra el dinero de todos para causas que no son del interés general".