La recuperación de la economía española tras la hecatombe causada por la Covid el año pasado goza de buena salud. En esta dirección apuntan las tres últimas proyecciones macroeconómicas -elaboradas por el Gobierno, el Banco de España y la OCDE- que fueron publicadas el martes. 

Según los pronósticos de la OCDE, la española será la economía europea que más crecerá en los próximos dos años -un 6,8% en 2021 y un 6,6% en 2022-, un rebote que terminaría compensando la que fue la mayor caída interanual del PIB de todos los países del organismo: un 10,8% en 2020. El Banco de España, con un augurio más conservador pero en una línea similar a la OCDE, prevé un repunte del PIB 6,3% para este año y del 5,9% para el próximo. Y el ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, capitaneado por la vicepresidenta Nadia Calviño, ha presentado un cuadro macroeconómico de cara a los Presupuestos Generales del Estado de 2022 que proyecta un repunte del PIB del 6,5% este año y el 7% en 2022.

Aunque prácticamente todos los organismos nacionales e internacionales coinciden en que la economía española crecerá por encima del 6% este año y en una proporción similar el año siguiente, una de las incógnitas que permanecen sobre la recuperación es cómo se repartirá ese rebote entre 2021 y 2022. Durante esos dos años se espera que la mayoría de los indicadores macroeconómicos recuperen sus niveles previos a la pandemia.

Entre las proyecciones más recientes, solo las del Gobierno se decantan por un crecimiento más robusto en 2022 que en 2021, mientras que el resto le dan un peso prácticamente igual a ambos años o algo mayor al que concluirá el próximo diciembre.

Las otras dos estimaciones más próximas en el tiempo -elaboradas por Funcas y la Comisión Europea el pasado julio- se acercan más a las tesis del Banco de España. En el caso de Funcas, un laboratorio de ideas participado por las principales cajas de ahorros de España, la previsión es de un crecimiento del 6,1% interanual en los próximos dos ejercicios. En una línea muy similar van los cálculos de la Comisión Europea, que en su pronóstico de verano estimó en un 6,2% el rebote de la economía este año y un 6,3% en 2022.

El Banco de España ve indicios de moderación en el crecimiento, pero adelanta la recuperación a mitad de 2022

En este sentido, el Banco de España otorga un repunte económico cuatro décimas superior al año en curso que al siguiente, una diferencia que atribuyen a una "significativa moderación de las tasas de avance de la actividad en el transcurro del próximo ejercicio". El supervisor bancario cree que, aunque el dinamismo de la recuperación económica seguirá siendo elevado, el efecto "moderador" de la inflación sumado a la vuelta al gasto habitual para los hogares mitigará algo el crecimiento en 2022. En cambio, Nadia Calviño expresó el martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que será el año próximo cuando se empiecen a notar con mayor intensidad los efectos del plan de recuperación, la recuperación del consumo, del turismo, de la inversión…

Tampoco coinciden Gobierno y Banco de España en cuándo la economía retornará a sus niveles previos a la pandemia. Para el Ejecutivo, el PIB anterior a la llegada de la Covid se recuperará a comienzos de 2022, mientras que el supervisor bancario considera que esta efeméride se producirá a mediados del año próximo, aunque en su análisis anterior (elaborado el pasado junio) la había fijado a finales de 2022.

Más allá del PIB, Ejecutivo y Banco de España sí coinciden en sus predicciones sobre desempleo e inflación. Respecto a la tasa de paro, el supervisor bancario estima que 2021 cerrará con un desempleo del 15,1% -una décima menos que lo que prevé el  Gobierno- y que 2022 lo hará con una tasa del 14,3% -dos décimas más que el Ejecutivo-. En cuanto a la inflación, el Gobierno hace suyos los cálculos del Banco de España, que prevén que este año concluya con una subida del IPC del 2,1%, que se reduciría al 1,7% el siguiente.

Discrepancias sobre el consumo

La principal diferencia en las estimaciones de estos dos organismos radica en cómo han calculado el impacto del consumo y la demanda interna sobre la recuperación este año y el siguiente. El Gobierno prevé que el consumo haya repuntado un 8% al cierre de 2021 y que pierda algo de fuelle en 2022 con una subida del 6,9%. Por su parte, el Banco de España desplaza la mayor parte del consumo al año actual, al que atribuye una subida del 9,6% respecto a 2020, y rebaja el crecimiento al 4,3% para 2022.

En cuanto al papel que jugará la demanda nacional en el proceso las discrepancias también son notables. Mientras que el Ejecutivo estima que contribuirá en 6,5 puntos del crecimiento del PIB este año, el Banco de España lo eleva a siete. Hasta aquí la diferencia  no es especialmente significativa. Sin embargo, el Gobierno prevé que la demanda nacional aporte 6,7 puntos del PIB en 2022, pero el Banco de España rebaja esa cifra a 4,7 en el mismo periodo, concediendo un papel más destacado a la demanda externa que el que reflejan los cálculos del Ejecutivo.