La OCDE mejora en nueve décimas la previsión de PIB para este año y sitúa a España a la cabeza del crecimiento

Dos camareros tras la barra de un bar.
Dos camareros tras la barra de un bar.
Eduardo Parra - Europa Press - Archivo
Dos camareros tras la barra de un bar.

La economía española cerraría este año con una subida del PIB del 6,8% interanual, un pronóstico que, de materializarse, convertiría a España en el país europeo con el mayor rebote económico este año. Según la versión preliminar del segundo informe de perspectivas económicas de la OCDE en 2021, hecho público este martes, España crecería por encima del nivel del Reino Unido -cuyo PIB repuntaría un 6,7%- Francia (6,3%), Italia (5,9%) o Alemania (2,9%) y la dimensión del rebote superaría a las economías del G-20 (6,1%) y la zona euro en su conjunto (5,3%). Solo la India (9,7%), China (8,5%), Turquía (8,4%) y Argentina (7,6%) registrarían alzas mayores a la española.

Además, el organismo proyecta para España un crecimiento económico del 6,6% para 2022, una cifra que solo la India, donde se prevé que el PIB repunte un 7,9%, sería capaz de superar. La OCDE ha revisado al alza sus proyecciones de mayo para el grueso de las economías europeas y ha mejorado en nueve décimas la previsión para España en 2021, que pasa del 5,9 al 6,8% y en tres la de 2022, que pasa del 6,3% al 6,6%.

De materializarse estos cálculos, España sería de los países de la OCDE que experimentaría crecimientos más vigorosos durante los dos próximos años tras registrar en 2020 el mayor desplome económico del organismo, con una caída del PIB del 10,8% respecto al dato de 2019.

A falta de que se conozcan las proyecciones del Banco de España, que se harán públicas más adelante este martes, la estimación de la OCDE es la más optimista de cuántas han planteado organismos nacionales e internacionales este año para España y apuntala una tendencia de revisiones al alza del crecimiento ante el buen avance de la recuperación. 

De hecho, la estimación de la OCDE llega a mejorar en tres décimas los cálculos del Gobierno para este año, que en su escenario macroeconómico del 27 de julio previó una subida del 6,5% del PIB en 2021 y otra del 7% en 2022. Unas estimaciones que la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ratificó en una entrevista concedida al diario italiano La Stampa el pasado 5 de septiembre. 

La proyección de crecimiento de la OCDE para este año supera también a la elaborada por BBVA Research el pasado agosto, que coincide con la del Gobierno, y a la de Funcas, que proyectó en julio una subida del 6,1% para los próximos dos años. En el terreno internacional, el cálculo de la OCDE es más optimista que el de la Comisión Europea, que a comienzos de julio predijo una subida del 6,2% para 2021 y del 6,3% para 2022.

En cuanto a los precios del consumo, la OCDE prevé que 2021 cierre en España con una inflación del 2,4%, una revisión de ocho décimas al alza respecto a sus cálculos de mayo. Esta cifra se mitigaría algo en 2022 año en que, de cumplirse lo previsto, los precios de consumo repuntarían un 1,9% interanual.

Aunque la inflación prevista para España es algo superior a la de otros países de Europa -solo Alemania, con una previsión del 2,9%, superaría la subida de precios nacional, si se descuentan del cálculo los bienes con precios más volátiles (energía y alimentos no elaborados) el panorama cambia bastante. 

Siguiendo ese criterio, España concluiría el 2021 con una inflación subyacente -descontados esos productos- del 0,4%, un punto inferior a la de la zona euro. La inflación subyacente sería del 2% en Alemania, del 1,2% en Francia o del 0,7% en Italia. Sin embargo, en 2022 la OCDE estima que este indicador alcanzaría el 1,3% en España, 1,1 puntos más que el año anterior.

El PIB mundial recupera su nivel prepandemia

La recuperación económica avanza a buen ritmo en los países desarrollados, un impulso que ha llevado al PIB mundial a recuperar su nivel anterior a la crisis de la Covid. Pese a ello, la vuelta a la normalidad económica está siendo desigual, con los países de rentas bajas más rezagados. Así, la OCDE destaca que mientras que el "fuerte rebote en Europa, la probabilidad de soporte fiscal adicional en EE UU en 2022 y un menor ahorro en los hogares potenciará las perspectivas de crecimiento en las economías avanzadas", muchos mercados emergentes todavía no han recuperado sus niveles de producción y de empleo previos a la crisis, en especial aquellos "donde las tasas de vacunación son bajas". 

Las diferencias en el avance de la vacunación se manifiestan claramente en el impacto que ha supuesto la variante delta para las diferentes economías. De esta forma, la OCDE sostiene que el daño causado por la variante ha sido hasta ahora "relativamente leve en países con altas tasas de vacunación", pero que "ha frenado el impulso en el corto plazo en otros lugares" y "ha aumentado las presiones sobre las cadenas de suministro globales". 

Por todo ello, el organismo pide "esfuerzos internacionales más fuertes" para que los países más rezagados en sus campañas de vacunación mejoren las coberturas, una acción que redundaría en "su propio beneficio y el beneficio global". 

Con todo, la OCDE advierte de que la incertidumbre aún es "considerable", por lo que recomiendan a los Gobiernos que mantengan las políticas de apoyo a la economía y la flexibilidad fiscal. Y una vez más recuerdan que "una retirada prematura y abrupta de las políticas de apoyo debería evitarse mientras la perspectiva a corto plazo sigue siendo incierta".

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