"La edad legal [de jubilación] está establecida y no está en discusión, no hace falta tocarla". Con esta frase, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, quiso este lunes zanjar definitivamente la polémica que él mismo suscitó la semana pasada, cuando advirtió a los baby boomers –la generación nacida entre finales de los 50 y mediados de los 70– de que sufrirán "un pequeño ajuste en su pensión" y que tendrían que optar entre cobrar una pensión inferior o trabajar más años.

Escrivá –que al día siguiente calificó de reflexión personal su desliz– recalcó este lunes que la edad de retiro no se incrementará, pero sí insistió en la idea de que trabajar más años es el "instrumento más poderoso de todos" para garantizar la "sostenibilidad" del sistema. Según explicó en una entrevista en La Sexta, "lo más importante es acercar la edad efectiva de jubilación a la edad legal", y también habrá "incentivos" para trabajar más allá de la edad de jubilación.

El ministro admitió que sus palabras pudieron generar cierta "inquietud" y quiso trasladar un mensaje de certidumbre a todos los futuros pensionistas, ya que España, a su juicio, no tiene un "problema agudo" con las pensiones. En ese sentido, recordó que nuestro país destina aproximadamente un 12% del PIB a esta partida, frente al 16% de países como Francia e Italia. Por ello, el "problema" es "manejable", y aunque hay que "ajustar algunas cosas", no hay que generar "inquietud", pues las pensiones, "por supuesto", están garantizadas.

También puso en valor el acuerdo alcanzado la semana pasada con los agentes sociales en torno a la primera parte de la reforma de las pensiones, que entre otras cuestiones fija que estas prestaciones se revalorizarán por ley según el IPC y que deroga el llamado "factor de sostenibilidad" que introdujo la reforma del PP en 2013. Además, establece fórmulas para proporcionar ingresos extra a la Seguridad Social, con lo que "equilibra" sus cuentas. Este pacto se aprobará este martes en Consejo de Ministros.

A partir de aquí, Escrivá llamó a "proteger" a los jóvenes, que padecen la "precariedad" del mercado laboral y que constituyen una "generación que no es muy ancha y que tendrá que mantener el sistema", y se refirió a la segunda parte de la reforma de las pensiones. Sobre la posible ampliación del periodo para el cálculo de la pensión, el ministro dijo que, si se hace en el futuro, se darán "facilidades" para dejar fuera del cálculo los peores años de la carrera profesional o se permitirá un "tratamiento más generoso" para las lagunas en la vida laboral.

En cuanto al destope de las cotizaciones, consideró que sí hay espacio para que los trabajadores con mayores rentas contribuyan más a cambio de una pensión superior, mientras que evitó concretar cómo se articulará el "mecanismo de equidad intergeneracional", que aún está por determinar y que entraría en vigor en 2027 para "gestionar" los años de mayor tensión en el sistema (2025-2040), que se corresponden con el periodo en el que se jubila la generación del baby boom y hay pocos jóvenes trabajadores para sostener el sistema.