Mejor financiación, más autogobierno y votar un acuerdo político: la receta de Sánchez para Cataluña

El presidente Sánchez, durante la conferencia en la que anunció la concesión de los indultos.
El presidente Sánchez, durante la conferencia en la que anunció la concesión de los indultos.
EFE
El presidente Sánchez, durante la conferencia en la que anunció la concesión de los indultos.
Sánchez conversa con Aragonès en el Mobile World Congress 2021.
ATLAS / EFE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe este martes en la Moncloa al president de la Generalitat, Pere Aragonès. Se trata de su primer encuentro bilateral desde la investidura del líder catalán a finales de mayo, y precederá a la activación de la mesa entre el Ejecutivo central y la Generalitat. Más allá de los síntomas de "normalización institucional" –término que empleó Sánchez para referirse a la cena que compartió con el rey, Aragonès y Ada Colau el domingo, en el marco del Mobile World Congress–, será en ese foro de negociación donde se tendrá que articular una solución aceptable para ambas partes, que podría pasar por una mejora de la financiación, más autogobierno para Cataluña y la votación de un nuevo acuerdo político.

En una entrevista este lunes en la Cadena SER, Sánchez asumió que no habrá acuerdo en las "cuestiones territoriales", ya que Aragonès prevé reclamar un referéndum de autodeterminación y la amnistía de los condenados por el procès

El presidente replicó que la Constitución "no es un dogma", pero que "marca el territorio sobre el cual podemos dialogar". En ese espacio caben "muchas cosas", con especial énfasis en el desarrollo de la "agenda del reencuentro", un documento que en febrero de 2020 trasladó Sánchez al entonces president Torra, y que contiene "muchas cuestiones que el nacionalismo había planteado como demandas no resueltas". ¿Pero, cuáles son esas demandas que el Gobierno está dispuesto a satisfacer o, al menos, a negociar con la Generalitat?

En primer lugar, según apuntó Sánchez, hay cuestiones por resolver en materia de "infraestructuras e inversiones". En la llamada "agenda del reencuentro"  se contemplan expresamente más inversiones en materia ferroviaria –con el Corredor Mediterráneo o un plan de Rodalies (cercanías)–, portuaria –con nuevos accesos al puerto de Barcelona– y aeroportuaria –con 1.500 millones para El Prat–, así como la reforma del sistema de financiación autonómica, la suavización de los objetivos de déficit y el cumplimiento de los compromisos de inversión con Cataluña. 

En los Presupuestos Generales del Estado de 2020, los únicos aprobados hasta la fecha por el Ejecutivo de coalición, Cataluña se llevó la mayor partida de inversiones del Ejecutivo central en las autonomías.

La segunda cuestión a la que se refirió Sánchez es la aspiración de los catalanes que "quieren más autogobierno, pero siempre dentro de España y de Europa". En este sentido, el documento que el Gobierno ofreció a Torra y que ahora sugiere como base para la negociación contempla impulsar la comisión bilateral Generalitat-Estado, se abre a negociar la "coordinación en materia de acción exterior" y en "materia cultural" e incluso sugiere al "descentralización de ayudas y subvenciones". 

El Gobierno también contempla ceder la gestión del 0,7% del IRPF para fines sociales a Cataluña y se abre a satisfacer demandas de carácter más simbólico, como aquellas relacionadas con la memoria democrática.

Referéndum de autodeterminación

Donde no habrá acuerdo es en un referéndum de autodeterminación. El Gobierno considera, en palabras de Sánchez, que eso equivaldría a plantear a la ciudadanía un "problema" y que "demostraría la incapacidad de la política por llegar a acuerdos". 

El presidente agregó que tiene la "profunda convicción" de que "vivimos juntos" y, preguntado por la posibilidad de una consulta pactada con el actual marco legal, replicó que "en la ley cabría un acuerdo" y que "tendremos que decidir juntos, la ciudadanía española, qué queremos que sea España". 

Fuentes del Gobierno admiten que por ahora no hay ninguna propuesta de cara a la mesa bilateral de negociación, pero sí aspiran a alcanzar un acuerdo que supere la habitual división entre independentistas y no independentistas y concite niveles de apoyo popular similares a los del Estatut de Cataluña, que en 2006 obtuvo casi un 74% de apoyos.

El momento actual "es el principio de un camino largo donde todos debemos ser generosos", dijo Sánchez, que pidió "ser humildes en cuanto a los objetivos" y dar pasos de forma "gradual", porque "lo importante" ese sentarse "y empezar a trabajar". 

La Moncloa no precisa por ahora cuándo comenzará la negociación en serio en una mesa bilateral rodeada de incertidumbre –ni tiene definidos sus integrantes ni parece haber un punto evidente para el consenso– , pero el tono de la reunión que este martes mantendrán Sánchez y Aragonès dará pistas sobre el ambiente con el que se iniciará esa negociación.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento