Las plataformas digitales empiezan a subcontratar a los 'riders': "Están usado la ley como excusa para precarizarnos"

Una repartidora a domicilio en Barcelona.
Una repartidora a domicilio en Barcelona.
ACN
Una repartidora a domicilio en Barcelona.

Cuando Manuel llegó a España hace dos años nunca se habría imaginado que acabaría transportando pedidos sobre una bicicleta durante 12 o 13 horas al día. Había trabajado como preparador físico de fútbol profesional en su Argentina natal, en China y en India y ahora iba a iniciar una nueva etapa profesional en el Club Deportivo Espanyol de Barcelona.

Pronto llegaron su mujer y dos hijos a vivir con él en su nuevo destino, pero sus planes se truncaron, como los de tantos otros, por la llegada de la pandemia. "No me quedó más opción que hacerme autónomo y empezar como rider, primero con Glovo y luego también con Uber", declara este argentino de 40 años que prefiere ocultar su nombre real por miedo a represalias laborales.

La alternativa salió bien, hacía jornadas agotadoras, pero acumulaba un buen sueldo. Poco a poco, la cosa empezó a cambiar. Empezaron a reducirle los pedidos y tenía que trabajar sin días de descanso para ganar cada vez menos, por lo que, cuando Uber le ofreció hacerle empleado a través de una subcontrata, decidió probar suerte.

"Dije: '‘Lo voy a tomar, a ver cómo es'", recuerda Manuel. "Me hicieron un contrato de martes a domingo a seis horas y media diarias, pero luego resulta que no se hacían cargo ni de gasolina, ni de rotura de bicicleta y no te daban ningún fin de semana libre. No te rotan nada, una estafa terrible, un aprovechamiento y encima ganaba mucho menos que como autónomo. No lo voy a aceptar, prefiero buscar otra cosa o incluso volver a mi país".

Siguiendo el modelo VTC

El de Manuel es uno de tantos casos de riders a los que las plataformas digitales con las que trabajaban como autónomos están ahora ofreciendo contratos laborales antes del 12 de agosto, cuando todos tendrán que estar contratados en virtud de la recién aprobada "ley rider”.

Sin embargo, ninguna de estas contrataciones se están haciendo en plantilla de las plataformas como Uber, Glovo o Deliveroo, sino a través de subcontratas que, según denuncian los sindicatos, están ofreciendo condiciones laborales precarias, sujetas a distintos convenios, y, en algunos casos, peores que las que tenían los riders como autónomos.

El objetivo de las plataformas es adaptarse al nuevo marco legislativo siguiendo un modelo similar al de los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC), en el que son empresas externas, conocidas como flotas, las que tienen las licencias y contratan a los conductores que trabajan mediante la aplicación móvil de Uber o Cabify.

"Ninguna plataforma está contratando directamente, los únicos contratos directos que hay son por sentencia judicial, que son cada vez más", explica Fernando García, rider y miembro de UGT. "Entonces, si nos daban más garantías las sentencias judiciales, ¿para qué nos metemos a hacer una ley que nos da menos garantías? Han usado la ley para precarizarnos y ahora nos toca volver a empezar la pelea judicial".

"Lo mejor que me ha pasado"

Rafael ha sido contratado por Uber a través de una subcontrata.
Rafael ha sido contratado por Uber a través de una subcontrata.
Jorge Paris
"Trabajo ocho horas diarias durante cinco días por el salario mínimo. De dinero gano igual, pero antes trabajaba 12 o 14 horas diarias, era muy agotador".

No todos los riders están descontentos con el cambio. Todo depende de la situación en la que estuvieran como autónomos. Rafael llegó de Colombia hace más de un año y, tras trabajar en la construcción en Jávea, Alicante, se mudó a Madrid a sus 41 años donde empezó como rider hace dos meses.

Cómo muchos otros compañeros, no era el titular de su licencia, sino que trabajaba en negro para otro. "Trabajaba para un señor que tenía su cuenta como autónomo y, el porcentaje que uno se hiciera en la semana, él descontaba el 30% y así fueron tres meses hasta que pude organizar un poco mis documentos", explica.

Hace unas semanas le ofrecieron pasar a formar parte de una subcontrata con la que trabajar para Uber. "Es lo mejor que me ha pasado, gracias a Dios", declara Rafael. "Trabajo ocho horas diarias durante cinco días por el salario mínimo. De dinero gano igual, pero antes trabajaba 12 o 14 horas diarias, era muy agotador".

Incertidumbre con la contratación

Jesús trabaja como autónomo para Glovo y aún no ha recibido ninguna noticia sobre su contratación.
Jesús trabaja como autónomo para Glovo y aún no ha recibido ninguna noticia sobre su contratación.
Cedida
"O me contratan o demando a la empresa por dejarme sin mi empleo. Según la 'ley rider' yo ya soy empleado así que iría a juicio a reclamarlo".

Uber es la plataforma que ha iniciado con más antelación el proceso de contratación, pero Glovo parece ir a un ritmo más lento, aumentando la incertidumbre sobre el futuro entre muchos riders.

“Antes, cuando aún no se había aprobado la ley, Glovo nos mandaba un mensaje cada semana diciendo que seguía en negociaciones y que darían más información cuando se supiera algo. Desde que se aprobó, no se han comunicado con nosotros, ningún mensaje”, declara Jesús Vázquez, un venezolano de 26 años que trabaja para esta plataforma en Sant Cugat del Vallès, Barcelona.

En este pueblo situado en el extrarradio de la Ciudad Condal operan unos 40 riders de Glovo que se muestran poco optimistas ante el futuro inmediato: "No creemos que nos vayan a contratar, creemos que nos van a indemnizar y van a parar la operación en la zona", declara Vázquez. "O me contratan o demando a la empresa por dejarme sin mi empleo. Según la 'ley rider' yo ya soy empleado así que iría a juicio a reclamarlo".

Dudas sobre el futuro de las plataformas

Fuentes de Glovo se limitan a afirmar que están "trabajando ante la entrada en vigor de la ley en agosto". Igualmente, Uber sí confirma que mantendrá su negocio en España y un portavoz de la empresa afirma están "explorando diferentes alternativas, como trabajar con flotas de reparto, para adaptar nuestro negocio de delivery a la nueva regulación".

Sin embargo, la empresa que genera mayor incertidumbre es Deliveroo. Fuentes de la compañía afirman que están a la espera del texto definitivo de la ley para buscar "la forma de cumplir con la nueva legislación que mejor funcione para riders, restaurantes y clientes". Era, claramente, la que menos volumen de negocio tenía ya de las tres grandes plataformas y, según Fernando García, de UGT, la única que no ha realizado aún contrataciones.

"No hemos visto ni un solo contrato de Deliveroo y esto puede significar que se va de España", afirma García. "Si combinas que está con las cuentas bailando y que ya estaba perdiendo la carrera con Glovo y Uber con que ahora le obligan a laboralizar, la decisión que puede tomar es irse y eso dejaría a mucha gente sin trabajo".

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