Los problemas con AstraZeneca, el parón de producción de Janssen y la dosis de recuerdo elevan la dependencia de Pfizer

  • La compañía ha entregado 20,2 millones de dosis, frente a 5,9 de AstraZeneca, los tres de Moderna y 939.000 de Janssen.
  • Pfizer ha incrementado el suministro y cada petición para que aumente la producción se ha saldado con un éxito.
  • Sanidad cuenta con ella para la 'revacunación' en 2022 y por ahora es la única autorizada para menores de 12 a 15 años.
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Una enfermera extrae una dosis de un vial de la vacuna de Pfizer contra la covid-19 en un centro de vacunación habilitado en el estadio Nueva Condomina de Murcia.
Una enfermera extrae una dosis de un vial de la vacuna de Pfizer contra la covid-19 en un centro de vacunación habilitado en el estadio Nueva Condomina de Murcia.
MARCIAL GUILLÉN / EFE
Una enfermera extrae una dosis de un vial de la vacuna de Pfizer contra la covid-19 en un centro de vacunación habilitado en el estadio Nueva Condomina de Murcia.

Por méritos propios y deméritos ajenos, la vacuna de Pfizer se encamina hacia una posición casi hegemónica en España. A medida que avanza el proceso de vacunación se comprueba cómo el suero que desarrolló la multinacional estadounidense en colaboración con la alemana Biontech se afianza como la vacuna más utilizada y, también, sobre la que el Ministerio de Sanidad empieza a tener más planes de futuro. Frente a los problemas de AstraZeneca por el incumplimiento de compromisos de entrega y la relación con extraños episodios trombóticos, o los contratiempos que está experimentando Janssen para producir en cantidades industriales, Pfizer ha sido capaz de incrementar su producción y entrega de dosis, es la única con la que de momento se podrá vacunar a la población de entre 12 y 15 años y con la que los países europeos han empezado a hacer acopios millonarios de dosis para los próximos años.

En un principio se vio como una ventaja contar con un amplio catálogo de vacunas -la UE firmó contratos de compra con siete distintas- para no depender solo de una, como estaba haciendo Reino Unido con AstraZeneca. Sin embargo, a pesar de las cuatro que circulan ya por España, Pfizer va ganando cada vez más presencia en el proceso de inmunización contra la Covid, tanto presente como futura, porque todos los planes para vacunar a población cada vez más joven y para inocular terceras dosis dentro de unos meses pasan por ella.

Hasta ahora, han llegado a España 20,2 millones de dosis de Pfizer, frente a los 5,9 millones de AstraZeneca, 3,01 de Moderna y las 939.000 dosis de Janssen.

Esta semana, excepcional porque se recibirán 4,6 millones de dosis, han llegado a España 313.000 de Moderna, 344.000 de Janssen y 1,3 millones de AstraZeneca, cifras que se quedan cortas en comparación con los 1,7 millones de dosis de Pfizer del lunes y las 850.000 adicionales que llegaron días después, porque la farmacéutica está avanzando a este segundo trimestre entregas comprometidas para final de año. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció hace unas semanas que las entregas semanales de Pfizer serían de 2,7 millones de dosis en junio.

La vacuna de Moderna  -también de Estados Unidos- siempre fue más minoritaria, pero el incremento de dosis entregadas por Pfizer se ha hecho más evidente a medida que las otras dos -AstraZeneca y Janssen- experimentan problemas incluso para cumplir sus compromisos de mínimos.

En consonancia, unos suministros y otros producen diferente entusiasmo a las autoridades. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, no dudó este miércoles en atribuir buena parte del mes "espectacular" que va ser junio a las entregas de Pfizer y no ocultó su cansancio ante los continuos retrasos de AstraZéneca, a la que parece haber hecho la cruz por su insistencia en no administrar su segunda dosis a los menores de 60 años. "En principio, la llegada estaba prevista para el 31 [de marzo]. Ese mismo día, la compañía nos comunicó que se retrasaba al martes y el martes, que se retrasaba al miércoles", dijo.

Por otra parte, fuentes del Ministerio de Sanidad no ocultan su satisfacción al comprobar que, a diferencia de lo que ocurre con AstraZeneca o Janssen, Pfizer encadena un éxito tras otro cada vez que intenta aumentar su producción de dosis. "Produce y llega bien", apuntan. Esta misma semana, la Agencia Europea del Medicamento (EMA)  recomendó a la UE que apruebe una nueva línea de producción de la planta de Puurs, en Bélgica. "Se espera que tenga un impacto significativo e inmediato en el abastecimiento de Cominarty", la vacuna de Pfizer. Por el contrario, la UE ha demandado a AstraZeneca y amenaza con multarla por cada dosis no entregada, mientras los problemas de producción y las suspensiones de la principal fábrica de Janssen en su principal fabrica, en Estados Unidos, han convertido en una previsión optimista que pueda hacer sus entregas comprometidas para final de año.

Pfizer en todas las edades

Todas estas cuestiones ya tienen su efecto en el proceso de vacunación. Junto con Moderna, Pfizer es la otra vacuna que utilíza la tecnología ARN-mensajero, que no necesita inocular ningún virus y que se consideró la más inocua para vacunar a la población más vulnerable: personal sanitario, mayores en residencias y población mayor de 80 años.

Para la franja de 70 y 79 años se intentó agilizar el proceso con la vacuna monodosis de Janssen, pero inoculando también Pfizer y Moderna, porque de otro modo no habría suficiente. Lo mismo ocurre con la población de entre 50 y 59 años y previsiblemente,  con la siguiente, los ciudadanos de entre 40 y 49 años a los que se podrá inocular Pfizer, Moderna y Janssen, dependiendo de una disponibilidad que en estas dos marcas es más bien escasa.

Entre todas estas edades, la franja de 60 a 69 años se ha convertido en una especie de isla donde se inoculó AstraZeneca sin temor a los trombos asociados a esta vacuna en personas menores de 60 años. Aún así, y sobre todo a partir de los 65 años, muchos sesentones han recibido también Pfizer o Moderna.

Por debajo de 40 años, Pfizer no dejará de ser la vacuna esencial. Por una parte, porque de momento es la única que está autorizada para los menores de entre 12 y 15 años. Por otra, porque también en esta vacuna se han hallado posibles vínculos con los escasos y extraordinarios episodios de trombosis que retrasaron su llegada a Europa el mes pasado.

Dentro de que son muy poco habituales, se considera que hay más posibilidades de que ocurran en la población más joven y Países Bajos se ha convertido en el primer país de la UE de restringirla a los menores de 40, a los que solo se suministrará Pfizer y Moderna. Mientras, el "probable vínculo" que ha hallado Israel entre Pfizer y casos de miocarditis en menores de 30 años no parece ser una preocupación por el momento en Europa.

Tercera dosis y nuevas variantes

De cara al futuro, la dependencia de Pfizer no tiene visos de disminuir. La Comisión Europea ha comprado en nombre de los Estados miembros 1.800 millones de dosis para 2022 y 2023, con la vista puesta en una "revacunación" o la administración de una tercera dosis a la que el Ministerio de Sanidad ya da a Pfizer un papel principal.

Esto es así porque se considera que una dosis más allá de las que se están administrando ahora deberá poder neutralizar eventuales nuevas variantes, una tarea para la que parecen quedar descartadas las vacunas 'clásicas', elaboradas con virus debilitados, como son AstraZeneca y Janssen. Por el contrario, Sanidad cuenta con las vacunas de ARN-mensajero para adaptarse a nuevas versiones del virus y donde las capacidades de suministro de Pfizer superan por goleada a las de Moderna. También confía en la capacidad de adaptación a nuevas variantes de las vacunas elaboradas con proteínas sintéticas, como la que está desarrollando el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que no se prevé que esté lista antes de final de año.

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