Gobierno, patronal y sindicatos vuelven a encallar y la prórroga de los ERTE queda pendiente de un acuerdo 'in extremis'

  • La reunión acaba sin acuerdo por la insistencia de Seguridad Social en cambiar las exoneraciones a las empresas
  • Los actuales ERTE expiran el 31 de mayo, aunque la opción de no prorrogarlos está descartada
  • Si el Gobierno quiere hacerlo con acuerdo, tendrá que ser en un Consejo de Ministros extraordinario a finales de la semana
El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, se convirtió, a sus 60 años, en el cuarto ministro vacunado. "Cada día estamos un poco más cerca de lograr el objetivo de que el 70% de la población esté inmunizada este verano y podamos recuperar la normalidad", escribió en un mensaje en Twitter.
El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, en una imagen de archivo.
EFE
El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, se convirtió, a sus 60 años, en el cuarto ministro vacunado. "Cada día estamos un poco más cerca de lograr el objetivo de que el 70% de la población esté inmunizada este verano y podamos recuperar la normalidad", escribió en un mensaje en Twitter.

Nuevo fracaso en la negociación para prorrogar hasta septiembre los ERTE. Gobierno, patronal y sindicatos no fueron capaces este lunes de alcanzar un acuerdo para extender las condiciones especiales derivadas de la crisis de la Covid-19, que vencen el próximo lunes 31. Como en anteriores ocasiones, la prórroga se terminará de perfilar apurando hasta el final el tiempo de negociación, a no ser que el Ejecutivo decida aprobarla este martes unilateralmente en el último Consejo de Ministros ordinario que se celebrará antes de que expire el actual decreto o que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ceda en su empeño de reducir las exoneraciones a empresas en ERTE.

Tras fracasar el pasado viernes el encuentro que debía servir para cerrar los últimos flecos de la prórroga, Gobierno, patronal y sindicatos se reunieron de nuevo este lunes a las 17.00 horas, después de estar durante el fin de semana y la mañana del lunes intercambiando posiciones y documentos. El principal escollo que ha impedido que el acuerdo se cerrase antes es el diseño y la cuantía de las exoneraciones en las cuotas que tienen que pagar por sus trabajadores de las que se benefician las empresas en ERTE. Y este lunes, esas diferencias se han mantenido.

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, pretende reformar la actual configuración de exoneraciones fiscales a las empresas en ERTE, otorgando mayores exenciones a las empresas que vayan reincorporando trabajadores en detrimento de los que mantengan a su plantilla paralizada. No es la primera vez que el Gobierno trata de implantar este sistema con el argumento de que incentivará a las empresas a retomar cuanto antes su actividad, y de hecho ese diseño ya se puso en marcha el verano pasado. Pero sindicatos y patronal siempre han hecho frente común para oponerse.

Lo que argumentan tanto las centrales como, sobre todo, los empresarios, es que las empresas son las primeras interesadas en reincorporar a sus trabajadores porque eso implica que los necesitan, dado que su nivel de actividad está creciendo. Y por tanto, según sostienen, penalizar a las compañías que mantengan empleados en ERTE -la consecuencia de primar a las que vayan devolviendo trabajadores a la actividad- solo perjudica a los sectores que peor lo están pasando y, paradójicamente, dificulta su vuelta a la normalidad.

Patronal y sindicatos señalan a Escrivá

Como ha ocurrido ya en anteriores negociaciones, con el paso de los días las posiciones se han ido enquistando y los empresarios salieron este lunes a presionar públicamente a un Escrivá que, en esta ocasión, es quien está insistiendo en estos cambios discrepando de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. "Es incomprensible que se nos estén presentando ofertas y no ofertas, esto no es un mercado, es una negociación seria", se quejó por la mañana el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que señaló directamente a Escrivá al ser preguntado por si habría acuerdo con Gobierno y sindicatos: "Eso habría que preguntárselo al ministro".

Después de renunciar a su habitual pretensión de suavizar la cláusula que penaliza los despidos en empresas que se hayan acogido a un ERTE hasta seis meses después de salir del expediente, la intención tanto de la CEOE como de CCOO y UGT es la de que se extiendan las condiciones actuales hasta septiembre y sea entonces, cuando la mayoría de la población ya esté vacunada, cuando se revisen. "Creo que los sindicatos opinan igual: una prórroga es una prórroga, son 20 minutos más con las mismas reglas de juego y con el mismo balón, no con otras reglas y otro balón", espetó Garamendi.

En cualquier caso, la opción de no prorrogar los ERTE está descartada. Pero si el Gobierno quiere hacerlo con acuerdo tendrá que ser en un Consejo de Ministros extraordinario a finales de esta semana, dado que el de este martes es el último que está convocado de manera ordinaria antes de que expire el actual decreto el día 31 de mayo. Aunque hay otra opción: que Escrivá renuncie a sus posiciones en las próximas horas y permita que el texto vaya al Consejo de Ministros este martes.

Así se lo exigió CCOO al finalizar la reunión de este lunes sin acuerdo. "Hay acuerdo en el texto a excepción" de lo referente a las exoneraciones en las cuotas, aseguró la secretaria de acción sindical de la central, Mari Cruz Vicente, que exigió que ese fleco se cierre "en las próximas horas" porque "no hay ninguna justificación para que el acuerdo total no se produzca y se lleve este martes al Consejo de Ministros". "Las partes concernientes al Ministerio de Trabajo están consensuadas, solo falta el compromiso del Ministerio de Seguridad Social", denunció.

Los sectores ultraprotegidos

Aunque no ha generado un choque tan enconado como la cuestión de las exoneraciones, el otro gran punto de fricción que ha mantenido enganchada la negociación estos últimos días ha sido el de los sectores que seguirán pudiendo acogerse a los ERTE "ultraprotegidos", los que más ayudas ofrecen a las empresas para hacerse cargo de sus cotizaciones. Este tipo de expedientes están reservados a ciertos sectores, los que más dañada han visto su actividad por la pandemia. Y el mecanismo pactado el pasado enero dejaría a varios sectores clave sin esta protección máxima de cara al verano.

Fuentes sindicales explican que, entre estos sectores, se encontraría el del transporte por carretera, y para las centrales y para la patronal es clave que pueda mantenerse entre los ultraprotegidos. Además de ser esencial de cara al verano, estas fuentes explican que, al no existir ya limitación de movimientos, las empresas de transportes no podrían acogerse a las condiciones también ventajosas de los ERTE de limitaciones o de impedimento, dos tipos de expediente diseñados para compensar a las empresas perjudicadas por las restricciones dictadas para combatir la pandemia.

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