Sánchez admite "errores" en la desescalada de verano y la apertura en Navidad para mantener el estado de alarma hasta mayo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso.
EFE
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acudido este miércoles al Congreso para dar cuenta sobre el funcionamiento del estado de alarma, con la convicción de que es imprescindible mantenerlo hasta el 9 de mayo, como estaba previsto inicialmente, a pesar de que también se comprometió a adelantarlo el 9 de marzo si así lo pedían las comunidades. Y para reforzar la idea de que todavía es preciso, ha hecho una especie de autocrítica reconociendo que la desescalada tras el confinamiento de la pasada primavera se hizo "demasiado rápido" y que la Navidad dio sus propias "lecciones", porque la flexibilización de medidas dio lugar a la actual tercera ola.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acudido este miércoles al Congreso para dar cuenta sobre el funcionamiento del estado de alarma, con la convicción de que es imprescindible mantenerlo hasta el 9 de mayo, como estaba previsto inicialmente, a pesar de que también se comprometió a adelantarlo el 9 de marzo si así lo pedían las comunidades. Y para reforzar la idea de que todavía es preciso, ha hecho una especie de autocrítica reconociendo que la desescalada tras el confinamiento de la pasada primavera se hizo "demasiado rápido" y que la Navidad dio sus propias "lecciones", porque la flexibilización de medidas dio lugar a la actual tercera ola.

"Con cierta perspectiva, podríamos ser conscientes de que realizamos una desescalada de la primera ola demasiado rápido, apremiados por la reactivación económica y mitigar la fatiga después de un confinamiento tan duro", ha dicho Sánchez sobre lo que ocurrió el año pasado a las puertas del verano, cuando el Gobierno decidió acelerar el paso de fases de desescalada por parte de las comunidades. Después de meses pidiendo "disciplina social" a los ciudadanos , Sánchez los animó a "salir a la calle" y recuperar la economía.

Según el relato que ha hecho ante el Congreso sobre lo sucedido en este casi año de pandemia, tras el verano llegó la segunda ola que llevó al Ejecutivo a decretar el actual estado de alarma y a los pocos meses, la Navidad, donde Gobierno y comunidades acordaron un cierto alivio de las restricciones para permitir viajar o las reuniones familiares. "Con la llegada de la Navidad llegó la tercera ola, con una gran lección que debemos asumir con humildad a nivel global", dado que golpeó con mayor virulencia a países donde las dos anteriores no habían sido tan graves como Alemania.

"No se debió bajar la guardia entonces. En consecuencia, no se puede bajar la guardia ahora", ha dicho Sánchez, para defender que es preciso mantener el estado de alarma hasta el 9 de mayo. "Lo sucedido, que podemos asumirlo como enseñanza de los errores, debe servirnos de ejemplo para mejorar", ha añadido.

Por eso, ha pedido "prudencia" frente a las prisas por levantar demasiado pronto el actual estado de alarma, que ha insistido en mantener hasta la fecha prevista del 9 de mayo. "Seis meses [que durará, desde octubre] es el tiempo que el propio Gobierno y los expertos aconsejan", ha dicho, aunque también ha apuntado que existe el "reconocimiento expreso de que va a dejar de aplicarse si la emergencia se supera antes".

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Evitar la cuarta ola

En todo caso, para el Gobierno, en estos momentos en el que la pandemia parece estar en retirada el "riesgo" es que el proceso de vacunación "nos relaje y nos veamos en una cuarta ola que debemos evitar". 

"Todos debemos asumir como propio evitar la cuarta ola", ha dicho Sánchez, que también ha destacado que durante este segundo estado de alarma se ha "reforzado" la cogobernanza particularmente en el Consejo Interterritorial de Sanidad que, "ha funcionado bien, pero tiene que funcionar mejor".

El Gobierno, ha dicho, actúa bajo la premisa de "no bajar nunca la guardia". "No podemos bajarla, aún no hemos superado la pandemia".

Pide unidad

A pesar de esas advertencias y de que cree que los datos epidemiológicos no invitan a levantar ya el estado de alarma, Sánchez ha intentado trasladar este miércoles a la Cámara un mensaje optimista. También, de manera insistente, ha pedido "unidad" a las fuerzas políticas, justo en un momento en el que se sepera como inminente un acuerdo con el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y otros órganos constitucionales.

"Unidad es lo que vengo a solicitar a esta Cámara", ha proclamado Sánchez, en un discurso ante el Congreso en el que ha combinado las advertencias sobre que la pandemia no ha terminado todavía y los mensajes de optimismo. "Atravesamos tiempos duros, pero los esfuerzos conjuntos están empezando a dar resultados".

Según ha dicho, en estos momentos "doblamos la última curva de la pandemia y nos encaminamos a la salida". Ante esta situación, el presidente ha hablado de recuperación económica que "también tiene que ser emocional", al hilo de los perversos efectos sobre la salud mental de la pandemia de la que llevan meses advirtiendo los psicólogos.

"Pronto se va a a ver la recuperación en el bolsillo de los ciudadanos y en las rarcas públicas y también la tranquilidad de los españoles", ha dicho Sánchez que en el plano económico este miércoles ha anunciado un nuevo paquete de 11.000 millones de ayudas para empresas, pymes y autónomos de los sectores del turismo, hostelería y pequeño comercio.

En el plano sanitario, Sánchez ha asegurado que nos adentramos en "la etapa más esperanzadora, el principio del fin de la pandemia", con el descenso de casos "en todo el mundo desde hace cinco semanas, como nunca antes en esta pandemia".

"Estamos ante una nueva fase y por eso pido lo que ofrezco, unidad a todas las fuerzas del Parlamento", ha insistido el presidente, que ha confiado en el proceso de vacunación, en el que España se sitúa como el cuarto país de la UE que más dosis ha puesto, 3,1 millones de momento.

En este aspecto, también se ha mostrado confiado en el suministro de vacunas, a pesar de los constantes retrasos prometidos por las farmacéuticas. El último, el anuncio de AstraZéneca de que entregará menos de la mitad de los 180 comprometidos a la UE en el segundo semestre del año.

"Tengo el convencimiento de que los problemas de suministro que ha habido en las últimas semanas van a superarse en breve con las nuevas vacunas", todavía por autorizar por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). "España recibirá el cuádruple de vacunas en el primer trimestre", ha asegurado.

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