La negociación entre el Ministerio de Trabajo, la patronal y los sindicatos para prorrogar los ERTE derivados de la crisis del Covid-19 comenzó este viernes con buen pie. Así lo aseguran fuentes próximas a las conversaciones, que confirman que el Ministerio de Trabajo ofreció alargar los ERTE hasta el 31 de mayo, una prórroga más larga de lo habitual que supone un importante paso en la dirección que pedían patronal y sindicatos. Pese a que no hay un acuerdo aún, los actores del diálogo social quieren intentar dejar cerrada la prórroga de los ERTE el próximo viernes, como tarde, y por ello la mesa se reunirá de nuevo el lunes a las 17.30 para continuar la negociación.

Como en las anteriores ocasiones, Gobierno, patronal y sindicatos coinciden plenamente en que es necesario extender los ERTE, así que las grandes diferencias estarán en los detalles de esa prórroga. No obstante, la intención de Trabajo es que no haya grandes cambios en los tipos de ERTE y tampoco en las exenciones y ayudas fiscales asociadas a cada uno de ellos, que fueron acordadas el pasado septiembre tras una agónica negociación hasta el último minuto.

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Los sindicatos, a grandes rasgos, coinciden, aunque piden cautela hasta analizar la oferta concreta de Trabajo. "No se precisan demasiados cambios, aunque sí hay que introducir algunos elementos técnicos e incluso alguna redacción más clara en algunos aspectos para evitar problemas de interpretación", consideran fuentes de CCOO, que aseguran que es una noticia positiva que se planteen mantener "medidas extraordinarias" como "el acceso a la prestación sin el periodo de carencia, que no compute el tiempo consumido hasta enero de 2022", las "ayudas a las personas fijas discontinuas" o "la exoneración de cuotas en los mismos términos". 

Las centrales y Trabajo también pretenden que se mantenga en los mismos términos que hasta ahora la "garantía del empleo", que establece que las empresas acogidas a un ERTE no puedan despedir hasta al menos seis meses después del expediente y, si lo hacen, estén obligadas a devolver todas las exenciones recibidas.

Por el contrario, los empresarios reclaman a Trabajo que suavice la cláusula: la CEOE siempre ha sido muy crítica con el endurecimiento del despido puesto en marcha por el Gobierno hace unos meses, y este viernes su presidente, Antonio Garamendi, pidió en una entrevista que las empresas que han estado sujetas a un ERTE puedan rescindir contratos en cualquier momento tras salir del expediente, una condición que el Ministerio parece poco proclive a aceptar.

La nueva ola de Covid-19 marca la mesa para prorrogar los ERTE

Los empresarios no reclaman al Gobierno que acabe totalmente con la cláusula que penaliza el despido a estas empresas hasta seis meses después del fin del ERTE, pero sí exigirán durante la negociación que solo haya que devolver las ayudas percibidas por el trabajador que ha sido despedido tras un expediente temporal y no la totalidad de exenciones recibidas por la empresa. "Va a tener que haber ajustes de plantilla" y si no se hace de esta manera "se va a destruir" más empleo, argumentó este viernes Garamendi.

El encuentro mantenido este viernes por Gobierno, patronal y sindicatos fue únicamente una primera toma de contacto para la negociación de la prórroga de los ERTE, cuya vigencia en su actual formato finaliza el 31 de enero. Actualmente, unas 755.000 personas siguen afectadas por un ERTE, en torno a un tercio de ellas precisamente en el sector hostelero. Para pagar esos ERTE en noviembre se destinaron 781 millones de euros, que se suman a la potente inversión que ha hecho en esta partida Trabajo desde el inicio de la pandemia: entre abril y noviembre, la inversión en ERTE ascendió a un total de 14.173 millones de euros.