Los efectos psicológicos de la pandemia del Covid en los docentes: "No quiero que mis niños aprendan menos que antes"

  • El coronavirus obliga a los profesores a enfrentarse a situaciones que les generan tristeza y aumentan su estrés.
  • "Mi exigencia me lleva a creer que no estoy haciendo bien mi trabajo", cuenta Raquel, maestra de Primaria. 
  • DIRECTO: Las últimas noticias sobre la pandemia.
Raquel Casas, profesora de Primaria en un colegio de Madrid.
Raquel Casas, profesora de Primaria en un colegio de Madrid.
Jorge París
Raquel Casas, profesora de Primaria en un colegio de Madrid.

Raquel Casas tiene bien grabado en la memoria el primer día de este curso. Un día muy diferente al de otros años, marcado por el silencio e incluso por el miedo, muy lejos del bullicio, la alegría y los habituales abrazos por los reencuentros. "Era como si a los niños los hubieran apagado. Fueron entrando de uno en uno en el colegio, sin saludar a los amigos. Y ya en clase, ni se movían de las mesas", recuerda con tristeza.

Esta madrileña de 28 años es profesora de educación física y este año además le corresponde ser tutora de un aula mixta. Con el objetivo de facilitar la creación de grupos de convivencia estables de un máximo de 20 alumnos como una de las medidas frente al coronavirus, la Comunidad de Madrid ha permitido mezclar a niños de diferentes niveles del segundo ciclo de Infantil y a los de dos niveles consecutivos de Primaria.

"En mi colegio se ha buscado agrupar a niños con características algo comunes. Los míos de 2º, de 6-7 años, presentan alguna dificultad y les viene bien estar con los de 1º, de 5-6 años. En realidad están casi a la par, podría trabajar con ellos lo mismo, pero por currículum no puedo. Sería más fácil organizar una única clase pero muchas veces es imposible porque cada libro va a un ritmo", lamenta la joven. Esto le obliga a tener que ir a dos velocidades y, salvo cuando cuenta con un compañero de apoyo, le toca dividirse: "Me gusta tenerlo todo muy planificado pero estoy siempre pensando que se me olvida algo. Estoy en clase y de repente no he llevado los exámenes de Matemáticas porque 2º tiene examen pero 1º no. Es muy estresante". A ello se suma que cerca de un tercio son chavales vulnerables que no están yendo a la escuela y a los que tiene que hacer un seguimiento online.

el entorno universitario

  • Con estudiantes entrando ya en la edad adulta, las circunstancias que se les presentan a los profesores universitarios difieren en lo que a los cuidados se refiere, pero las dudas y la carga de trabajo adicional son las mismas. "Durante la primera ola nos sentimos perdidos. No sabíamos cómo íbamos a poder hacer las cosas pero fue tan repentino que nos preparamos como pudimos. Ahora estamos más formados pero con la incertidumbre de tener que compaginar las clases presenciales, con las semipresenciales y con las 'online' en función de las circunstancias. Se complica la gestión de los recursos, del tiempo, de a qué dedicar cada momento", relata Bernabé Alonso, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla. "El problema está en no saber qué va a pasar. Si los alumnos podrán seguir viniendo a clase o no. Tienes que tener un plan A y un plan B, versiones presenciales y a distancia y eso nos lleva a tener que dedicarle mucho más tiempo", continúa. "En profesiones vocacionales como esta la gente echa las horas que haga falta para que el trabajo salga adelante y suele dejar relegadas las cuestiones de salud. Aguantas hasta que ya no puedes hacer tu trabajo", reconoce. En este sentido, la psicóloga Carmen Rodríguez alerta de la importancia de actuar a tiempo: "Las bajas por ansiedad o estrés son de larga duración, de mínimo 90 días. O lo tratamos y le ponemos freno o se pueden generar trastornos crónicos y patologías más graves". 

El Ministerio de Educación cifra en 1,67% el porcentaje de aulas en cuarentena por la Covid que se viene registrando desde que empezó el año académico. El dato es muy bajo pero no evita que los docentes estén viviendo situaciones que aumentan la ansiedad de un colectivo ya de por sí estresado. Un informe de Affor, consultora especializada en prevención psicosocial, refleja que el 90% de los profesores ha sufrido alteraciones de sueño por la pandemia, un 89,5% nerviosismo, irritabilidad o tensión y un 42,7% se siente poco feliz y deprimido con su trabajo. En este contexto, el 71,3% requeriría ser valorado por un especialista.

Este sondeo se realizó entre abril y junio, meses de fuertes restricciones a la movilidad, pero las dificultades de estos profesionales no desaparecieron con la vuelta al cole. Si antes del verano su preocupación radicaba en cómo adaptarse de golpe a la enseñanza digital y en no saber si estaban llegando bien a los alumnos ni cómo se encontrarían realmente, ahora les genera desasosiego el temor al contagio, la incertidumbre sobre si volverá a ser necesario algún tipo de confinamiento, el no poder expresar afecto a los pequeños y las dudas sobre si están haciendo bien su trabajo.

"Yo me exijo que todos mis niños tengan las mismas oportunidades. No quiero dejar a ninguno descolgado ni que aprendan menos que en un curso normal. Me da mucha rabia que estos niños no puedan aprender como lo han hecho otros en esa etapa. Pero llega un momento en el que o dices 'hasta aquí' o estallas", reconoce Raquel y admite que está siendo su psicóloga quien la está ayudando a ponerse límites y a no caer en una depresión: "Muchas veces me pregunta si creo que lo estoy haciendo bien y mi grado de exigencia me lleva a responder que no. Pero cuando lo piensas fríamente te das cuenta de que no puedes hacer más". 

"Es un sector con un perfil muy exigente. Les estamos transmitiendo que en la incorporación que han tenido necesitan su periodo de adaptación y cuando estamos en ese periodo, el nivel de exigencia no lo podemos tener a tope. No pasa nada si un día la clase se me desborda y me hacen menos caso o si un día me he sentido muy triste y no he sido capaz de llevarla a cabo como hubiera querido", señala Carmen Rodríguez, directora del área de Intervención Psicológica de Affor. "A los que están con los más pequeños les preocupa mucho el tener que dejar de consolar a sus alumnos con un abrazo y con ellos trabajamos maneras alternativas de expresión de las emociones", añade Amaya Prado, vocal de Psicología Educativa del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, entidad que, en colaboración con el Ejecutivo regional, ha puesto en marcha un servicio de atención para profesores.

Tener que cortarse en las muestras de cariño a Raquel también le pesa: "Vienen, me abrazan y tener que levantar las manos y decirles que se aparten me parte el alma". "Está siendo todo muy complicado y a ver cómo va", afirma ante el desconocimiento de cómo evolucionará la pandemia. Ella es consciente de que su exposición al virus es alta pero se ha impuesto dejar relegado el miedo a una infección: "Entiendo la fobia de no poder ir a trabajar. Entre nosotros hay pacientes de riesgo, personas que viven con familiares vulnerables... y siendo profesores, el contacto con la Covid es inevitable. Pero no me queda otra que olvidarme de ese miedo". 

"Deben aceptar que hay factores ajenos a ellos"

Amaya Prado, vocal de Psicología Educativa del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.

amaya prado

  • Amaya Prado es vocal de Psicología Educativa del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y psicóloga en el Ayuntamiento de la localidad madrileña de Valdemoro.

¿Cuáles son los principales problemas psicológicos que presentan los profesores? Los miedos y el estrés que tienen son por el contagio, por que los alumnos cumplan las normas... Manifiestan que se les ha cargado con responsabilidades que no les corresponden y para las que no tienen herramientas. También las aulas mixtas les suponen una complicación añadida.

¿Algún caso le ha llamado especialmente la atención? Algún docente ha presentado fobia por ir a clase, por enfrentarse a 20 niños que pueden tener el coronavirus. Se han sentido muy mal porque por un lado está su vocación y por otro el miedo al contagio tan excesivo… Hemos tenido que trabajar con ellos la incorporación paulatina al aula.

¿Qué pautas les dan? Es importante que sepan que es normal que se sientan mal y que compartan sus emociones tanto con los compañeros como con los alumnos. Tienen que aceptar que no es que estén haciendo mal su trabajo sino que hay circunstancias ajenas a ellos que no pueden modificar.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento