España sale de la recesión con un rebote casi en 'V'... pero sigue lejos del PIB anterior a la pandemia

Transeúntes por la Gran Vía de Madrid en una imagen tomada a finales de septiembre.
Transeúntes por la Gran Vía de Madrid en una imagen tomada a finales de septiembre.
JORGE PARÍS
Transeúntes por la Gran Vía de Madrid en una imagen tomada a finales de septiembre.
Transeúntes por la Gran Vía de Madrid.
JORGE PARÍS

Dato alentador, pero no definitivo. La "nueva normalidad" ha traído consigo cifras optimistas a nivel económico. Y es que la economía española creció un 16,7% en los meses de verano por la vuelta a la actividad tras unos meses de confinamiento estricto que provocaron una contracción histórica en el segundo trimestre del 17,8%, según ha adelantado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero no hay que lanzar las campanas al vuelo.

Se trata del mayor aumento de la tasa trimestral desde que comenzó la serie en 1970. El anterior fue del 2,2% en el tercer trimestre de 1972. La demanda nacional (consumo e inversión) aportó 14,9 puntos del crecimiento trimestral, mientras que la demanda externa (exportaciones e importaciones) contribuyó con 1,8 puntos, lo que en ambos casos suponen las mayores aportaciones de la serie histórica. 

De esta forma, se refleja la llamada "recuperación en V" en la que lleva meses insistiendo la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. Pero solo se trata de un espejismo, porque las previsiones para el cuarto trimestre y ante la segunda ola del coronavirus se serán, casi con toda seguridad, desastrosas. De hecho, las previsiones del FMI van por ese camino: el organismo mejoró hace solo unas semanas las perspectivas de todos los países desarrollados excepto de España.

"Los datos que hemos conocido esta semana muestran la fuerte reactivación de la economía y el empleo durante el tercer trimestre del año", subrayó Calviño, quien añadió que este importante crecimiento se ha producido además en un "contexto atípico", marcado por los rebrotes de la pandemia y por la ausencia de turismo internacional.

En comparación interanual, no obstante, el PIB cayó un 8,7% respecto al tercer trimestre de 2019, aunque la tasa es 12,8 puntos inferior a la contracción del 21,5% del trimestre precedente. Además, el PIB a precios corrientes era a cierre del tercer trimestre un 7,8% inferior al de un año antes. 

Las horas trabajadas crecieron un 24,7% en el tercer trimestre, aunque la tasa baja al 16% en el caso de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo. En términos interanuales, el empleo cayó un 5,5%, 12,9 puntos más que en el segundo trimestre, lo que supone la destrucción de 1.012.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año. 

El notable crecimiento del PIB en el tercer trimestre estuvo propiciado por un repunte del consumo de los hogares del 20,7% y un incremento de la inversión empresarial en maquinaria y bienes de equipo del 37,4%, mientras que la inversión en vivienda y construcción aumentó el 16,6%. Las exportaciones se recuperaron el 34,3%, mientras que las importaciones crecieron el 28,4%, en línea con el aumento del consumo interno.  

Sin embargo, en comparación interanual el consumo privado cayó un 10,4 % y la inversión empresarial, un 11,4%. También comparado con un año antes las exportaciones bajaron un 17% y el gasto de los extranjeros en España cayó un 74,3%, mientras que las importaciones disminuyeron un 15,7% y el gasto de los españoles en el extranjero se hundió un 68,3%. 

Todas los sectores registraron importantes avances trimestrales, salvo la agricultura que apenas creció respecto al trimestre anterior (0,2 %), dado que fue una de las actividades que se mantuvo durante el confinamiento. La industria creció el 27,4%; la construcción, el 22,5%; y los servicios, el 15%, aunque con un significativo incremento del 42,5% para el comercio, el transporte y la hostelería, alguna de las actividades más afectadas en el segundo trimestre. 

No obstante, en comparación interanual, solo creció la agricultura (5%), mientras que el resto de sectores siguió a la baja, con descensos del 3,6% para la industria, del 11% para la construcción y del 9,8% para los servicios, con una contracción del 22% para el comercio, el transporte y la hostelería.

Un millón de empleos menos en un año

El INE señala que la situación provocada por el coronavirus hace que ciertas variables, como las horas efectivamente trabajadas, sean más relevantes en los momentos actuales a la hora de medir la evolución del empleo. "Se considera que esta variable, frente a los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, es la que refleja de manera más clara los efectos inducidos en el empleo por la pandemia y las sucesivas medidas adoptadas para combatir sus efectos", apunta.

El empleo de la economía, en términos de horas trabajadas, se disparó en el tercer trimestre un 24,7% respecto al trimestre anterior. Esta tasa es de menor magnitud que la de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (del 16%, lo que supone 33,7 puntos más que en el segundo trimestre) debido al aumento que se observa en la jornadas medias a tiempo completo (una subida de un 7,5%).

En términos interanuales, las horas trabajadas decrecen un 6,2%, tasa 18,7 puntos superior a la del segundo trimestre. Por su parte, los puestos equivalentes a tiempo completo retroceden un 5,5%, esto es, 12,9 puntos más que en el segundo trimestre, lo que supone que en un año se han destruido 1,01 millones de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, frente a los 3,4 millones de empleos destruidos en el segundo trimestre.

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