Barcelona destinará un millón de euros a ayudas para la alimentación

Colas en un comedor social del barrio barcelonés del Raval, en el sexagésimo día del estado de alarma por la crisis del coronavirus.
Colas en un comedor social del barrio barcelonés del Raval.
MARTA PÉREZ / EFE
Colas en un comedor social del barrio barcelonés del Raval, en el sexagésimo día del estado de alarma por la crisis del coronavirus.

Barcelona destinará un millón de euros a ayudas para garantizar el derecho a la alimentación de personas y familias vulnerables, una medida que han anunciado este martes la alcaldesa, Ada Colau, y la concejala de Salud, Gemma Tarafa, para hacer frente a la "pobreza estructural" que "desde hace décadas" hay en la ciudad, y que ahora se ha agravado por la pandemia de coronavirus. "El objetivo es que nadie pase hambre ni un día sin comer", ha apuntado Colau.

Esta inversión, han explicado, se repartirá en dos mitades. El primer medio millón irá destinado a 2.000 tarjetas monedero que Càritas y Creu Roja distribuirán entre sus atendidos, con motivo de un convenio que ambas entidades han firmado con el Consistorio. Estas tarjetas tienen una capacidad máxima de 425 euros al mes, que solo pueden gastarse en alimentación e higiene. 

Las distribuyen desde hace años los servicios sociales, y el Ayuntamiento las quiere seguir impulsando, porque permiten que cada usuario tenga "autonomía para poder elegir qué come y cómo". Hasta el momento, se han otorgado unas 29.000 a personas atendidas por Càritas y Creu Roja, de las que 17.000 estaban previstas antes de la Covid-19. Las otras 12.000 se han concedido para canalizar el incremento de ayudas de emergencia.

El otro medio millón de euros se distribuirá en "pequeñas ayudas" de entre 10.000 y 12.000 euros que el gobierno municipal asignará a unas 40 entidades solidarias con servicio de alimentación que, o bien ya existían, o han surgido a raíz de la pandemia. Se trata de un fondo de ayuda abierto que podrán obtener las asociaciones que se apunten y cumplan con los requisitos.

El dinero se destinará a 2.000 tarjetas monedero y a ayudas de entre 10.000€ y 12.000€ para 40 entidades locales

También para garantizar la alimentación, y además, para evitar el desperdicio de comida, Colau y Tarafa han anunciado una colaboración con el Banc d’Aliments, Mercabarna y Unió de Pagesos en una segunda fase, para movilizar excedente y cocinarlo en equipamientos públicos de la ciudad, como comedores sociales y casals. Esta medida está orientada especialmente a la población que no puede beneficiarse de la tarjeta monedero, por no disponer de la infraestructura necesaria para hacerse su propia comida.

Además, ha apuntado Tarafa, el gobierno municipal distribuirá entre familias con niños 20.000 guías de alimentación saludable y económica. Los panfletos se repartirán en las oficinas de los Servicios Sociales de la capital catalana.

Aumento de la demanda por la Covid-19

Desde el inicio del estado de alarma, el Ayuntamiento de Barcelona ha pasado de ofrecer 3.800 comidas diarias a 11.000, un 190% más de lo habitual. Estas se distribuyen entre comedores sociales y equipamientos para sintecho (2.427), picnics en dispositivos extraordinarios (3.725) y comidas a domicilio (4.799). Además, el Consistorio también repartió 20.000 lotes de alimentos durante la pandemia.

Por su parte, Càritas Barcelona está dando servicio a unas 8.600 familias, 4.500 de la ciudad, y esta cifra se incrementa en 100 a diario, según ha apuntado Salvador Busquets, director de la entidad, que ha dicho que prevén mantener las ayudas hasta septiembre.

Los comedores sociales han distribuido un 190% más de comidas diarias durante el estado de alarma

Busquets ha señalado que durante la pandemia se han llevado una sorpresa al descubrir una parte importante de la población a la que no tenían "presente". Se trata de ciudadanos que viven al día, de la economía sumergida, y que con la paralización de la actividad por el confinamiento, no han tenido fuentes de ingresos y han acudido a ellos para pedir comida.

Respecto a la Creu Roja, de las 3.600 familias a las que ha atendido durante esta crisis, el 74% son nuevas y el 30% son de mayores de 65 años. Ramon Gener, coordinador de la entidad en Barcelona, ha destacado que han contado con la ayuda de 800 nuevos voluntarios, que se han ocupado de repartir alimentos a domicilio a los ciudadanos confinados. 

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