Una tapa y una bebida en una terraza al sol. Esa era la imagen con la que muchos españoles llevaban soñando desde que el pasado 14 de marzo comenzó el estado de alarma por el coronavirus y obligó a los establecimientos a bajar la persiana y a los ciudadanos a encerrarse en casa. Este lunes ha sido el primer día de la fase 1 para el 51% de la población y muchos de ellos han acudido a los bares a disfrutar de este nuevo privilegio. Sin embargo, la afluencia ha sido tal que las redes sociales se han llenado de comentarios indignados. 

Los usuarios han compartido en distintas plataformas imágenes de las terrazas de los bares repletas de gente y han criticado la falta de la obligada distancia de seguridad o la ausencia de mascarillas. Asimismo, han cuestionado el respeto por parte de los establecimientos del límite del aforo al 50% de la capacidad total y de la necesidad de mantener dos metros entre cada velador. 

"La fase 1 en el Tubo se parece mucho a un día de primavera de 2019", decía un usuario sobre una de las zonas de tapeo de Zaragoza. "Solo las terrazas con el 50% de su aforo habitual, decían. Se debe mantener la distancia de seguridad entre las personas, decían. La separación de las mesas debe ser de 2 metros y, como máximo, puede haber 10 personas juntas, decían", comentaba otro sobre la calle Ledesma de Bilbao.

En Sevilla, la ciudad con mayor población de todas las que han pasado a fase 1, la Policía Local han denunciado al bar Jota, de la calle Luis Montoto, por diversos incumplimientos. En las afueras del establecimiento, según los agentes, se encontraban entre 20 y 30 personas consumiendo bebidas alcohólicas sobre unas mesas altas y unos estantes para colocar los vasos. Además, no respetaban la distancia de seguridad ni usaban mascarilla. 

La persona que regenta el establecimiento no tenía tampoco ningún tipo de separación respecto a los clientes, como mamparas o similar, ni utilizaba protección respiratoria ni guantes. Además, carecía de un camarero que atendiese las mesas y desinfectase cada una de ellas entre clientes. Los agentes han advertido al responsable del establecimiento que, en caso de reiterar en estos incumplimientos, podría acarrear la clausura y precinto de la actividad.