La seguridad en el transporte público se ha quedado sin mascarillas, después de dos días de reparto. Ni en el tren de Madrid, ni en el metro de Bilbao, ni en las estaciones de Valencia. Así que muchos trabajadores han tenido que autoprotegerse.
Los 10 millones de mascarillas repartidas por el Gobierno comienzan a agotarse en algunas ciudades importantes del país, lo que ha provocado que muchos las traten con especial cariño.
Algunos las reciclan, otros las usan lo mínimo posible y se las traen hechas de casa o las han tenido que comprar, una de las misiones más imposibles. En el polígono de Paterna, el más grande de la Comunidad Valenciana, las reparte el Ayuntamiento a través de la Policía Local. Sobre todo a los transportistas que son los que se encuentran más desabastecidos.
En Bilbao se repartieron el miércoles 15 las últimas mascarillas higiénicas de las 258.000 consignadas por el Ministerio de Sanidad a la provincia de Bizkaia, de las que sobraron apenas 8.000, según apunta el diario El Correo, que se han agotado al inicio de la jornada del día 16.
Algunos las han encontrado en Granada, a 2 euros la unidad. Esta ciudad ha recibido un total de 204.000 unidades por parte del Gobierno central. Un precio asequible, en especial teniendo en cuenta que se han llegado a pagar hasta 5 euros por cada una. Además, en las farmacias de Valencia se preparan para darlas gratis con la tarjeta sanitaria a los colectivos más vulnerables.
Será a partir de la semana que viene, así que muchos establecimientos están marcando en el suelo las distancias de seguridad. De esta manera, quieren conseguir que la gran recogida de mascarillas sea con la mayor protección.
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