Las religiones minoritarias afrontan el COVID-19 con la imposibilidad de mantener sus ceremonias habituales

  • Las religiones minoritarias agrupan en Cataluña casi el 16% de los centros de culto.
  • El entierro provisional para después repatriar el cuerpo a Marruecos no es posible.
  • Los judíos celebraron este miércoles 8 de abril la cena de Pascua (Seder de Pesaj).
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Un grupo de fieles musulmanes rezan durante el eclipse, en Peshawar (Pakistán).
Un grupo de fieles musulmanes rezan durante el eclipse, en Peshawar (Pakistán).
ARSHAD ARBAB / EFE
Un grupo de fieles musulmanes rezan durante el eclipse, en Peshawar (Pakistán).

Cuando hablamos de todas las religiones que hay en Cataluña, la iglesia católica sigue siendo ampliamente la mayoría, con más del 84% de los centros de culto. Pero es cierto que cerca del 6% de los habitantes de esta comunidad autónoma son musulmanes, de diferentes ramas. La provincia con más proporción de musulmanes es Girona, con un 10%

Las religiones minoritarias agrupan en Cataluña casi el 16% de los centros de culto. De estos, poco más de la mitad pertenecen a la iglesia protestante. Los centros de culto islamistas representan el 18% entre las confesiones minoritarias, y los salones del Reino de los Testimonios Cristianos de Jehová, poco más del 10%.

El conseller d'Interior, Miquel Buch, ha advertido que la orden de confinamiento es para todo el mundo igual, "independientemente de la religión" que profese. Buch lo ha dicho después de que decenas de personas se reunieran viernes en la calle en el Vendrell para escuchar una plegaria previa a la celebración del ramadán. El conseller ha remarcado que las "actuaciones" serán las mismas para todo el mundo, vayan "a un centro, un oratorio o una iglesia".

¿Pero de qué manera están afrontando el COVID-19 las diferentes religiones minoritarias?

La comunidad Islámica:

Las comunidades islámicas acostumbran a repatriar los cadáveres, pero debido al estado de alarma ahora no pueden hacerlo porque las fronteras con Marruecos están cerradas. Las comunidades tienen que enterrar a sus muertos en territorio catalán, pero se encuentran con que faltan de parcelas para entierros islámicos. 

Teniendo en cuenta que las competencias de los cementerios son municipales, el Gobierno pide un esfuerzo de adaptación por parte de todos, ayuntamientos y comunidades, y recuerda que la ley reconoce a las comunidades islámicas el derecho a la concesión de parcelas y a tener cementerios propios.

La Dirección General de Asuntos Religiosos ha enviado una carta a los ayuntamientos para que busquen soluciones en sus cementerios para enterrar las personas de religión musulmana. Asuntos Religiosos se ofrece a asesorar y acompañar los municipios para cada caso. También recuerda que el entierro provisional en Cataluña para después repatriar el cuerpo en el Marruecos no es posible, porque el cuerpo se tendría que embalsamar, y esto ahora no es posible a causa del coronavirus.

La secretaria general del Departamento de Justicia, Patrícia Gomà, ha explicado que desde la Dirección General de Asuntos Religiosos se está en contacto con los diferentes municipios para asesorarlos sobre cómo tienen que enterrar los difuntos basándonos en los ritos y las características de los entierros islámicos. También con las propias comunidades religiosas.

La comunidad judía: 

La Pascua judía, que coincide con la Semana Santa, es una de las celebraciones preferidas por los israelíes con la que recuerdan la salida de Egipto tras liberarse de la esclavitud y en la que gran parte de la población no consume productos hechos con harina y levadura, incluyendo pan y cerveza.

Los judíos celebraron este miércoles 8 de abril la cena de Pascua (Seder de Pesaj) en unas circunstancias excepcionales porque la cuarentena por la pandemia imposibilitó los encuentros familiares. Cada familia celebró la cena en su circunstancia actual y los rabinos de España entonó una oración especial en memoria de los fallecidos por el COVID-19, por la recuperación de los enfermos y por las familias que están sufriendo, según informa la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE).

Jai Anguita, presidente de la Comunitat Jueva Bet Shalom de Catalunya, explica a 20minutos que a lo largo de los años se han creado varios cementerios judíos en Cataluña. Por un lado apunta que uno de los principales cementerios es el de Las Corts, pero subraya que está lleno. Además se creo el de Sant Andreu del Palomar, donde en la parte antigua se encuentra el recinto hebreo; las tumbas bajo tierra y la vegetación sigue la tradición judía.

También se cuenta con el cementerio de Collserola, con más de 3.000 judíos enterrados. Los judíos no tienen la problemática de la repatriación, y Jai Anguita explica que por el momento hay espacio para todos aquellos judíos que lamentablemente fallezcan en esta situación tan extraordinaria por el coronavirus.

Des de la Comunitat Jueva Bet Shalom de Catalunya se explica que los rituales de entierro judíos son bastante complejos y que no se exhibe el cuerpo del difunto. Quien oficia estos rituales es un rabino, y normalmente los funerales se realizan a pie de tumba, pero debido a las recomendaciones por parte del Ajuntament y de la Generalitat en relación con el COVID-19 únicamente pueden acceder al entierro el rabino que oficia la ceremonia y máximo dos miembros de la familia.

El presidente indica que la situación es de una excepcionalidad extrema y que una de las leyes básicas de los judíos es "respetaras la ley del país en el que te encuentras", por lo que aceptan cualquier tipo de recomendación y explicación en relación con la situación sanitaria, pero también muestra su esperanza en que más adelante puedan realizar ceremonias para completar este ritual de despedida. 

Normalmente, en las ceremonias judías de entierro se pone la lapida un mes después del entierro, además de realizar ceremonias cuando se cumple un año del fallecimiento. Jai Anguita espera que la situación vaya mejorando para que así las familias judías puedan realizar estas ceremonias.

La tradición tibetana:

Respecto a la tradición tibetana, des de la Coordinadora Catalana d'Entitats Budistes (CCEB) explican a 20minutos que en el budismo tibetano, cuando una persona muere se pueden hacer dos rituales, dependiendo de la escuela budista a la que se pertenezca, encaminados todos a ayudar al difunto a conseguir un mejor renacimiento.

Algunos hacen un ritual llamado Khater Dorsem, con el que se convoca al difunto en su forma sutil, y se le ayuda a reconocer su estado desatado ya de los elementos terrenales, y así, encaminarse hacia un mejor renacimiento. Otros hacen un ritual nombrado Shi Tro para que el difunto reconozca las deidades pacificas (Shi) y las coléricas (Tro) que conforman su cuerpo sutil, y así se libere y pueda hacer mejor su proceso hacia otro renacimiento. Por lo que el entierro siempre se hace después de realizar alguno de estos rituales.

Actualmente, y en consecuencia con la alarma sanitaria por el coronavirus, des de la CCEB apuntan que se trabaja con una funeraria que se ha adscrito al protocolo funerario entre la Federación Budista Española, el protocolo es en ámbito nacional pero de adscripción voluntaria.

"En coordinación con el protocolo se puede conseguir alargar el entierro por un máximo de tres días, son los suficientes para el nivel de realización espiritual de la mayoría de practicantes", apuntan des de la Coordinadora Catalanaya d'Entitats Budistes.

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