Illa rebaja las expectativas de un fin rápido de la crisis creadas por Montero: "Seguimos en una fase dura"

  • El ministro de Sanidad se muestra más cauto que la portavoz, que abrió la puerta a ir "recuperando" la "vida normal" en mayo.
  • Varios partidos de la izquierda muestran su rechazo a suavizar ya el confinamiento reanudando actividades no esenciales.
  • PP y Vox insisten en sus duras críticas al Gobierno: "Tienen que pedir perdón a todos nuestros profesionales".
Illa comparece ante Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados
Illa comparece ante Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados
J.J. GUILLÉN
Illa comparece ante Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, comparece este miércoles en el Congreso.

El Gobierno ve con optimismo los datos de fallecidos y hospitalizados en los últimos días por la crisis del coronavirus, que reflejan una estabilización de la curva de contagios, y lleva ya días preparando la retirada gradual de las medidas de confinamiento a partir de mayo. Pero este miércoles, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quiso ser cauto y evitó echar las campanas al vuelo antes de tiempo. "Seguimos en una fase dura" de la pandemia, y por ende el Ejecutivo "no levanta ningún confinamiento" por ahora. 

Así se expresó Illa en su comparecencia en la comisión de Sanidad del Congreso, a la que acudió a petición propia por tercera semana consecutiva para rendir cuentas de la gestión de su ministerio. En la misma línea que traslada el Gobierno en los últimos días, el ministro celebró que "hemos consolidado la ralentización del ritmo de contagio del virus", y explicó que "el siguiente objetivo es reducir aún más su propagación". Pero, tras el intercambio dialéctico con los grupos parlamentarios, llamó a la cautela: "Seguimos en una fase dura".

Estas declaraciones, no obstante, tuvieron lugar apenas unas horas después de que la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ofreciera un mensaje de tono más optimista. Montero, al igual que Illa, no quiso dar detalles sobre cuándo exactamente podrá rebajarse poco a poco el confinamiento ni a través de qué métodos. Pero sí señaló que, a partir del 26 de abril -fecha en la que termina la nueva prórroga del estado de alarma, a la que le seguirá al menos otra- los ciudadanos "podrán ir recuperando su vida normal, recuperando la ocupación de las calles, de manera muy controlada".

La de Montero era la primera vez que el Gobierno aportaba un poco más de luz a sus planes tras el 26 de abril, de los que apenas se sabe que consistirán en una "desescalada" de las medidas de encierro aplicadas, pero de las que se desconocen detalles. E Illa quiso ser mucho más cauto que la portavoz y se limitó al discurso mantenido en los últimos días: el de que "la desescalada" será gradual y no instantánea, y que "en ella trabaja un equipo que está elaborando un plan para abordar esta transición". 

La izquierda pide no suavizar el encierro

Los objetivos que se persiguen con ese plan son dos, dijo el ministro: "Reanudar la actividad económica y social y mantener controlado el virus". En esa línea, el Gobierno no renovará la suspensión de toda la actividad no esencial que decretó hace unas semanas y que expira este jueves, una decisión que le reprocharon varias formaciones de izquierdas a Illa, entre ellas ERC, EH Bildu o Más País.

El portavoz abertzale, Oskar Matute, señaló que "hay muchísimos trabajos no esenciales donde es muy difícil que se cumplan las medidas de seguridad". E igualmente su homólogo de ERC, Gabriel Rufián, calificó de "enorme irresponsabilidad" la relajación de las medidas. "No tiene sentido pedirle a la gente que compre de uno en uno el sábado y facilitar que se metan en un vagón atestado el lunes", afirmó. La respuesta de Illa fue taxativa: "No hemos abierto la mano nada, solo se vuelve al marco anterior", al primer estado de alarma que se decretó.

El ministro, además, afirmó que el Gobierno está trabajando tanto para hacerse con material sanitario como para fabricarlo en España, y puso como ejemplos a la empresa Hersill, por haber aumentado su producción de respiradores, y a Seat, por haber reorientado su producción hacia la fabricación de estos bienes. Con respecto a las críticas recibidas por parte de algunas comunidades, Illa dejó claro que "cada comunidad, en todo momento, ha podido seguir haciendo las compras que ha considerado oportunas", y reiteró que ahora mismo el mercado de productos sanitarios es "feroz" y "la demanda supera con mucho a la oferta".

Un estudio para conocer la inmunidad de la sociedad

Disponer de ese material, no obstante, es básico para la fase de retirada gradual de las restricciones, y así lo señaló Illa especialmente en referencia a los test. El ministro explicó que los test PCR, más fiables pero más lentos, seguirán siendo los que se usen prioritariamente, y afirmó que los conocidos como test rápidos se utilizarán solo como "complemento", fundamentalmente en hospitales y residencias de mayores.

Pero tanto unos como otros son claves para incrementar el número de pruebas diarias de cara a la siguiente fase de la lucha contra el coronavirus. El Ejecutivo está "ultimando el diseño de un estudio de seroprevalencia" para tratar de averiguar "el porcentaje de población que ha desarrollado anticuerpos y es inmune" al virus, explicó Illa. Y con él se podrán "adoptar con mayor precisión las medidas presentes y futuras en materia de salud pública", apuntó el ministro.

Entre esas decisiones podría estar una que se lleva tiempo estudiando: la recomendación de utilizar mascarilla a toda la población. Pero Illa no quiso confirmarla, a pesar de ser preguntado insistentemente por varios partidos. Todo lo que dijo es que se sigue analizando y que el Gobierno está vigilando que tanto ese como otros productos sanitarios no se encarezcan aprovechando la crisis.

PP y Vox redoblan sus críticas al Gobierno

En sus turnos de réplica, las principales formaciones de la oposición, PP y Vox, insistieron en los reproches que llevan semanas haciendo al Ejecutivo. La portavoz popular, Cuca Gamarra, exigió a Illa que no caiga en la "improvisación" y volvió a criticar que los trabajadores de servicios públicos como las fuerzas de seguridad o los servicios sanitarios no cuenten con suficientes equipos de protección. "No es para estar muy orgullosos de lo que están haciendo, yo diría que tienen que pedir perdón a todos nuestros profesionales", criticó Gamarra.

En la misma línea, la portavoz del PP aprovechó la fecha de este miércoles (el 8 de abril) para dejar caer una crítica a la manifestación del 8 de marzo, sobre la cual aseguró que su partido se hace la "legítima pregunta" de qué hubiera pasado si se hubieran tomado antes medidas. "Nunca les faltó a ustedes información", denunció Gamarra, que aseguró que el Gobierno "desoyó" los consejos de "los organismos internacionales".

El representante de Vox, José Luis Steegman, insistió igualmente en las críticas que su partido lleva semanas dedicando al Gobierno. "Europa ha estado de rodillas ante China porque nos domina económicamente", y el Ejecutivo, dice, va a rebufo del virus e incluso falsea los datos de fallecidos. "Cada día que pasa, recuérdelo, hay 759 muertos", espetó repetidamente Steegman a Illa en su intervención, en la que también criticó que Sanidad no haya proporcionado "medios de protección" suficientes a los sanitarios.

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Comparecencia del ministro de Sanidad Salvador Illa por el coronavirus en el Congreso en directo
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