El PSOE ningunea a Errejón mientras espera que el bipartidismo se recupere el 10-N

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha reunido este sábado a su Comité Federal.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha reunido este sábado a su Comité Federal.
EFE
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha reunido este sábado a su Comité Federal.

Ya sea porque verdaderamente no lo considera un factor importante o para no darle más importancia de la que podría tener en algunos territorios, el PSOE ha ninguneado este sábado la candidatura de Íñigo Errejón, Más País, a la que ha restado efectos en sus resultados para el 10-N. Lo que esperan es que esta cita electoral traiga una recuperación del bipartidismo, que PSOE y PP crezcan y, como consecuencia, una "estabilidad" política que, según Pedro Sánchez, no vive España desde hace cinco años, es decir, desde la irrupción de Podemos en las elecciones europeas de 2014.

El presidente del Gobierno en funciones ha reunido este sábado al comité federal del PSOE, a pocos kilómetros donde en otro punto de Madrid, en el Círculo de Bellas Artes, Pablo Iglesias analizaba junto al Consejo Ciudadano Estatal de Podemos la situación política. En concreto, la irrupción de Errejón, para concluir que Iglesias es "la pieza de caza mayor" a batir de la oligarquía.

Mientras que Iglesias definía lo que significará la llegada de Errejón, también para los socialistas ha sido un tema recurrente, pero con poco signo de preocupación. Lo que esperan, en realidad, es que en el 10-N se recupere el bipartidismo y, con él, la vuelta a la "estabilidad". Así lo ha indicado Sánchez en su discurso, donde ha vuelvo a referirse a la necesidad de volver a hace cinco años. Este es también el análisis que hacen otros dirigentes socialistas, que esperan que el PP subirá en las próximas elecciones, en algunas provincias incluso gracias al efecto de Errejón.

En el PSOE hay quien espera que los populares lleguen a los 90 diputados y que ellos logren 130. No esperan que Podemos se descalabre porque la impresión más extendida este sábado era que Errejón finalmente no trastocará tanto el tablero electoral. "No nos quita el sueño, que cada uno haga lo que considere oportuno", apuntaba un dirigente a su llegada a la reunión. Uno tras otro, dirigentes territoriales han apuntado que la candidatura de Errejón y su "discurso populista" servirá para reducir la abstención pero sin hacer demasiado daño a los socialistas. Hasta el presidente valenciano, Ximo Puig, uno de los más afectados por la coalición entre Más País y Compromís, se ha mostrado tranquilo. "Aquí nadie roba votos, creo que hay un proyecto consolidado para tener una adhesión suficiente", ha dicho sobre el Gobierno de Sánchez.

"Amor de monja y pedo de fraile, todo es aire", decía un dirigente socialista para resumir lo que esperan de Más País. Dentro de la reunión, otra socialista se ha lanzado al asegurar que "el único que puede hacer Más País es el PSOE" después de una intervención de Sánchez en laque el presidente ha pasado muy por encima de sus adversarios a la izquierda, Iglesias y Errejón.

De manera indirecta y sin nombrarlos ni una vez, se ha referido a ellos al advertir de que "habrá una gran abundancia de ofertas, cada vez más", afirmar que el PSOE "tiene ideas claras" y ningunas ganas de entrar en la pelea que los socialistas ya prevén entre Iglesias y Errejón. El PSOE, ha dicho, no va a "perder ni un minuto en reproches". "Los que quieran bronca, se la dejamos para ellos. Si quieren mal rollo, se lo dejamos todo para ellos".

PP, Cs e independentistas

El PSOE trata de dejar en suspenso las opciones que se abren a su izquierda y este sábado ha buscado la confrontación con "las derechas" y los independentistas. Son quienes se unieron en febrero lo que impidieron los Presupuestos que provocaron el 28-A y en quienes previsiblemente centrará Sánchez su campaña para el 10-N.

Ambos, en realidad, por el mismo motivo, la situación en Cataluña, incendiada de nuevo esta semana por la detención de los miembros de los CDR y que "amenaza con recrudecerse" cuando haya sentencia del procés, que en el PSOE hay quien cree que no estará lista antes de las elecciones, para no interferir en la campaña ni en la votación.

Sánchez ha exigido a las autoridades catalanas que "condenen cualquier tipo de violencia que venga del independentismo", aunque también les ha tendido la mano, con la "ley el diálogo" al advertirles de que "aún están a tiempo para evitar mayores errores". Cataluña y la reacción de PP y Ciudadanos a los últimos acontecimientos también ha motivado las criticas de Sánchez a estas dos formaciones, a las que ha acusado de buscar "el enfrentamiento territorial para arañar votos" en territorios donde son "fuerzas residuales" como País Vasco y Cataluña.

El PSOE espera la subida del PP para volver a una situación parecida a la de hace cinco años y la caída de Ciudadanos, para beneficiarse de buena parte de votos se fueron a manos de Albert Rivera, con los que se podría recuperar, por ejemplo, el apoyo al PSC. Y en ellos se centrará una campaña del PSOE que cree que tiene mucho que ganar de cuestiones como la exhumación de Franco y poco que perder con un eventual empeoramiento de la situación en Cataluña.

Este sábado, la salida de los restos del dictador del Valle de los Caídos ha sido uno de las cuestiones más comentadas en un comité federal que se han desarrollado en buen ambiente y con grandes ausencias, justificadas, de los presidentes de Extremadura, Baleares y Castilla-La Mancha o de de la presidenta del PSOE andaluz, Susana Díaz. Por el contrario, los socialistas creen que los ciudadanos ya no comprarán mensajes exagerados en el ámbito territorial. Así se ha constatado este sábado con la intervención de la presidenta de Navarra, María Chivite, y así se espera que ocurra también con respecto a Cataluña.

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