Receta de pastel de carne con verduras

El pastel de carne es uno de esos platos importados pero que hemos adoptado y adaptado perfectamente por aquí. La clásica receta que apetece siempre y que, aunque tenga un poco de trabajo, se conserva estupendamente de un día para otro, con lo que tenemos comida, cena o tupper asegurado.

Hace poco ya preparamos una versión más tradicional de pastel de carne con puré de patatas, pero esta vez hemos sustiuido el puré por verduras de invierno, y la salsa de tomate por una bechamel que convierte este plato en una auténtica delicia. No demasiado ligero, cierto, pero en invierno siempre entran bien recetas un poco más contundentes.

Como siempre, lo suyo es utilizar verduras de temporada o que tengamos por casa para aprovecharlas. Después de todo, como ocurre con muchos pasteles, se trata de una receta de aprovechamiento abierta a incluir cualquier ingrediente que apetezca o tengamos a mano.

Empezamos lavando y preparando las verduras. Pelamos y cortamos en trozos medianos la calabaza y el boniato. Cortamos a trocitos pequeños el pimiento y pelamos y laminamos la zanahoria. Ponemos estos ingredientes en una fuente para horno con un chorro de aceite de oliva virgen extra y un poco de sal y pimienta. Horneamos unos 20-25 minutos a 200º.

Troceamos el brócoli, quitando el tronco central, y lo cocemos al vapor 12-15 minutos. Pelamos y picamos la cebolla y los ajos. Lavamos bien y laminamos los champiñones.

En una sartén grande o cazuela a fuego bajo hacemos un sofrito con la cebolla, los champiñones y el ajo. Cuando la cebolla esté pochada añadimos el brandy y removemos unos minutos hasta que se evapore. Pasamos el sofrito a un plato y reservamos.

Troceamos el bacon y lo echamos a la sartén sin añadir aceite. Cuando esté dorado añadimos la carne picada y vamos removiendo hasta que esté casi hecha (pero no del todo porque se acabará de hacer en el horno). Salpimentamos y podemos añadir alguna especia más como clavo o tomillo. Mezclamos la carne y bacon con el sofrito de cebolla y champiñones. Reservamos.

Preparamos la bechamel. Fundimos en una sartén la mantequilla, y poco a poco vamos añadiendo la harina pasándola por un colador o tamizador. Removemos unos minutos hasta que coja color. Poco a coco vamos echando la leche a la vez que removemos con una varilla manual. Añadimos sal, pimienta y nuez moscada, y dejamos una bechamel tirando a espesa.

Echamos un poco de aceite en la base de una fuente apta para horno. Ponemos una primera capa con las verduras que habíamos horneado junto al brócoli. Una segunda capa con la mezcla de carne picada y sofrito de cebolla, después cubrimos con la bechamel y por último espolvoreamos el queso previamente rallado con un poco de orégano o tomillo seco.

Ponemos la fuente en el horno precalentado con calor arriba y abajo a 200º durante unos 8 minutos y otros 5 minutos con la función grill, vigilando que no se queme. Sacamos del horno, dejamos reposar 10 minutos y listo para servir. Es de esos platos que al día siguiente está incluso más rico.