A diferencia de otras famosas de su edad, Elle Macpherson dice que no ha echado mano de bisturí y confiesa que su inmejorable aspecto se debe a una dieta saludable y ejercicio constante.

"No me he hecho ninguna cirugía plástica, no es que tenga nada en contra, simplemente no ha sido mi elección. Me gusta una cara de aspecto natural", dijo en junio durante una entrevista en el programa This Morning.

Y prueba de que Elle se siente muy segura consigo misma son algunas de sus fotos con la cara lavada. En su cuenta de Instagram, la modelo, de 54 años, compartió un selfie mirando sin miedo a la cámara aunque no tuviese maquillaje.

Desde que entró en la década de los cincuenta, la australiana asegura sentirse más contenta que nunca. A principios de mes comentó en The Herald Sun que no teme envejecer: "Me encanta tener 54 años. Todavía estoy aquí, sigo cumpliendo años y me siento agradecida".

La práctica de aparecer sin maquillar o con nada de filtros en la cara se ha vuelto una moda entre las celebridades.

Alicia Keys, Chrissy Teigen, Lady Gaga, Heidi Klum, Paula Echevarría, Cristina Pedroche, Sara Carbonero... han respaldado la tendencia de free make up en Instagram, abandonando sus looks fashion para adoptar un rollito más natural, alejado de los estándares de belleza inalcanzables que existen en la sociedad.

Y, aunque los selfies sin maquillaje de las famosas pueden ser positivos por aquello de que mostrar a mujeres con una belleza real, fomenta la autoestima hay quienes miran más allá: muchas aparecen sin manchas en la cara, arrugas o problemas en la piel.

A primera vista, siguen estando geniales porque muchas (no vamos a decir todas) llevan que si extensiones de pestañas, relleno en los labios, se han hecho microblading en las cejas, pueden permitirse tratamientos de estética carísimos... Entonces, ¿juegan en la misma liga que una persona normal?

Los detractores del #NoMakeUp de las famosas señalan que se está extendiendo una idea poco realista de cómo debería ser la belleza natural. Quizás lo importante sea quedarse con el mensaje y no entrar en la comparación.