Las reacciones más locas a la Superliga: desde el príncipe Guillermo a las FARC, pasando por el PNV y Unidas Podemos

Guillermo de Inglaterra, en enero de 2020.
Guillermo de Inglaterra
Victoria Jones / GTRES
Guillermo de Inglaterra, en enero de 2020.

La llegada de la Superliga, bien por la forma de anunciarlo, bien por el fondo o bien por otros intereses que poco tienen que ver con el deporte en sí, ha recibido las críticas más furibundas de muchos sectores de la sociedad. No sólo del propio fútbol, que obviamente es donde más se focalizan, sino también de otros ámbitos como el político.

Hay algunas reacciones que pocos vieron venir. En Gran Bretaña, país que actualmente está inmerso en la resolución final del Brexit, han rechazado de manera frontal esta escisión de los 12 clubes de la Superliga, de los que seis son ingleses. No deja de ser irónico que Boris Johnson, el Primer Ministro y uno de los principales impulsores de la salida de la Unión Europea, ahora apunte a un riesgo económico y social sin predecentes por esos seis equipos.

"Vamos a mirar todo lo que podemos hacer con las autoridades del fútbol para asegurarnos de que esto no sale adelante como está planeado", dijo a primera hora del lunes. Incluso se metió de por medio la monarquía británica, normalmente cauta en este tipo de asuntos. El Príncipe Guillermo de Inglaterra firmó un tuit desde la cuenta oficial del Ducado de Cambridge que ostenta apuntando a que él tampoco está de acuerdo con la Superliga.

"Ahora, más que nunca, debemos proteger a toda la comunidad del fútbol, desde el nivel más alto hasta el fútbol base, y los valores de competencia y equidad en su esencia. Comparto las preocupaciones de los fanáticos sobre la propuesta de la Superliga y el daño que corre el riesgo de causar al deporte que amamos", tuiteó.

Obviamente, en Europa es donde se han centrado las críticas. El Gobierno español, a través de José Manuel Rodríguez Uribes, ministro de Cultura y Deportes, también ha advertido que ellos están en contra... aunque a petición de otros grupos parlamentarios. Según publica 'Vozpópuli', el PNV y Unidas Podemos contactaron con el Ejecutivo de Pedro Sánchez para presionarle y que saliese a rechazar el proyecto de la Superliga.

En Francia, el mundo de la política reaccionó temprano. El mismísimo Emmanuel Macron se posicionó en contra de esta nueva competición. La califica de "una amenaza al principio de solidaridad y el mérito deportivo" y promete que "el Estado francés apoyará toda iniciativa de la Liga de Fútbol Profesional, la Federación Francesa de Fútbol, la UEFA y la FIFA para proteger la integridad de las competiciones federativas nacionales y europeas". El diario L'Equipe es uno de los fundadores de la Copa de Europa.

También deportistas, aunque no sean futbolistas, se han unido a las críticas. Novak Djokovic, número 1 del mundo del tenis, ha señalado que él está en contra de la Superliga. "Estoy en contra de las competiciones cerradas. Defiendo que se abra la posibilidad para que más clubes o más tenistas puedan tener la posibilidad de competir al máximo nivel", ha dicho.

Reacciones desde América: las FARC

Una de las reacciones que nadie esperaba llegó desde Colombia. El partido Comunes de las FARC, actualización del grupo guerrillero terrorista, replicaron a Florentino Pérez durante su entrevista en El Chiringuito.

"Florentino Pérez dice que el fútbol es una pirámide en la que en la medida que a los equipos ricos les va bien, le tiran un poco de migajas a los pobres y así todos están contentos. Sin tapujos explicó lo que es una "superliga" que no tiene nada que ver con el fútbol", tuitearon al respecto.

El fútbol sudamericano también puede verse afectado por la Superliga, tanto en cuanto los jugadores de los equipos que la disputen pueden verse excluidos de las selecciones, si la UEFA cumple su amenaza. Esto implicaría a figuras como Leo Messi, Edinson Cavani, Luis Suárez o Casemiro entre otros.

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