El cambio climático, la especial orografía, la falta de prevención y las extremas condiciones atmosféricas han sido los principales responsables del inicio y la propagación del devastador incendio desatado en Gran Canaria el pasado sábado, así como los culpables de su difícil extinción. Fuera de control, el fuego ha obligado a evacuar a más de 9.000 personas y ha arrasado más de 6.000 hectáreas, en una catástrofe ambiental sin precedentes.

La tensa situación que atraviesa la isla ha llevado al Gobierno autonómico, a las asociaciones ecologistas y a los propios ciudadanos a movilizarse y a reivindicar la necesidad de adoptar medidas que permitan paliar estas circunstancias. En este sentido, el presidente del Ejecutivo regional, el socialista Ángel Víctor Torres, ha solicitado un hidroavión permanente en las islas.

Asimismo, los ecologistas y la sociedad canaria han expresado sus dudas sobre la limpieza de la superficie forestal de la isla y han apuntado a la falta de prevención de incendios, una línea respaldada por algunos expertos, que reclaman una mejor gestión del terreno rural.

Una de las grandes reclamaciones de los canarios para hacer frente a estos incendios forestales es la instalación de una base permanente de hidroaviones en las islas, que el presidente del archipiélago reclamó el pasado jueves, para evitar las demoras que supone el desplazamiento de estas aeronaves desde la Península. A esta exigencia, se han sumado asociaciones de ecologistas y ciudadanos, que incluso han lanzado un petición en change.org.

En esta línea se pronuncia también el bombero del Consorcio de Tenerife y antiguo miembro de las brigadas forestales de Gran Canaria Víctor Sambaudelio, consultado por 20minutos, que considera "adecuada" esta medida y que defiende la necesidad de una "pronta actuación", facilitada por esta base permanente, para "limitar la propagación".

En estos momentos, trabajan en la extinción casi un millar de personas y 14 aeronaves en uno de los despliegues más importantes que se han realizado en Canarias y en España en un dispositivo contraincendio.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha explicado este lunes que la ubicación de los hidroaviones para la lucha contra el fuego la deciden los técnicos durante el invierno una vez que se evalúa la campaña contra incendios anterior.

"Los medios son para el conjunto de España" y su localización se decide por razones técnicas, ha insistido el ministro a preguntas de los periodistas sobre si el Estado tiene previsto instalar una base fija de hidroaviones de lucha contra el fuego en Canarias.

Otra de las grandes críticas de ecologistas y ciudadanos ante la magnitud y la reiteración de estos incendios es la falta de limpieza de la superficie forestal de la isla, ya que estos colectivos consideran que propicia la aparición de los fuegos y dificulta su extinción.

En esta línea se pronuncia también Sambaudelio, que apunta a la menor explotación de los campos y a una deificiente limpieza de estas zonas, por lo que reclama una mejor gestión del terreno rural. El pasto de las llamas es en gran medida, explica, la hoja del pino, que se acumula en invierno y se seca en verano sin que nadie la retire, lo que provoca que los fuegos sean difícilmente controlables.

"Cuando yo era chico, con los guardas forestales y las cuadrillas municipales, el bosque se mantenía mucho más limpio", recalca el bombero, que denuncia que actualmente se dedican muy pocos recursos al correcto mantenimiento de estas áreas. Por este motivo, reclama un mejor mantenimiento forestal y un mayor número de efectivos.

Por su parte, el director técnico de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Federico Grillo, ve "inviable" limpiar, como piden estas agrupaciones, los bosques de Gran Canaria, porque implicaría contratar a 25.000 personas y movilizar a "un ejército de vehículos y hasta 300 ingenieros". Así lo ha manifestado en un archivo de audio difundido por la institución en respuesta a las críticas que recibe estos días la gestión de los montes.

El responsable técnico de Emergencias de la corporación ha asegurado que la limpieza forestal de toda Gran Canaria es "una maniobra idílica" y ha añadido que, auque se invirtiese "todo el dinero del Cabildo", solo se podría "limpiar el 30 % de la isla, ya que hay una parte enorme a la que no se podría llegar porque no es accesible". Además, ha apuntado a la crisis climática como una de las artífices de este tipo de incendios.

"Obligaría a contratar un volumen de 20.000, 25.000 personas, con un ejército de vehículos, unos 7.000 Land Rover, 15.000 motosierras, 300 ingenieros, una barbaridad", ha explicado.

En el centro de las críticas se encuentra también el cierre del Parque de Bomberos de Tejeda en 2011, criticado por los profesionales y los vecinos. En funcionamiento desde 2005, este centro, que contaba inicialmente con cuatro efectivos, fue clausurado tras seis años por el escaso número de servicios que cubría, relata Sambaudelio.

Desde entonces, los Bomberos de Gran Canaria han reclamado la reapertura de este parque, que todavía no ha llegado y que, según Sambaudelio, habría ayudado en las labores de extinción del incendio que ahora asola la isla.

El incendio forestal iniciado en Valleseco el pasado sábado es el tercero en tan solo una semana en Gran Canaria, donde ya se declararon sendos fuegos en las inmediaciones de Artenara y de Cazadores los pasados 10 y 13 de agosto, respectivamente. El primero de ellos obligó al desalojo de más de un millar de personas y calcinó más de 1.100 hectáreas, mientras que el segundo arrasó unas 160, según el Cabildo de la isla.

La Guardia Civil detuvo a un hombre de 55 años, de nacionalidad española y vecino de Telde, como presunto autor del primer fuego. De acuerdo con la información recabada, todo apunta a que se encontraba usando maquinaria de soldadura en una vivienda situada en las inmediaciones de la carretera GC-21, a la altura del Cruce de las Peñas.

Algunas de las zonas afectadas por los incendios en estos últimos diez días ya fueron pasto de las llamas de fuegos anteriores, algunos de ellos históricos, como Tejeda, San Bartolomé de Tirajana o Mogán.

Según datos históricos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, desde 1991 hasta 2017 los municipios de Tejeda, Vega de San Mateo, Galdar, Mogán y San Bartolomé de Tirajana han acogido grandes incendios forestales, cuyo origen ha sido en ocasiones intencionado.

En Tejeda, por ejemplo, entre el 27 de julio y el 25 de agosto de 2007, se quemaron 6.745 hectáreas de superficie arbolada, hasta un total de 18.684 hectáreas forestales y otras 518 terreno no forestal en un incendio que se prolongó durante casi un mes.