Ya hemos olvidado la última serie de estreno. Revisionamos Friends, Los Serrano e incluso Médico de Familia, porque volvemos a los recuerdos que tuvieron tiempo para quedarse en nuestra memoria. Series que calaban porque hablaban de las emociones de nuestro momento social y que, entre capítulo y capítulo, teníamos una semana para comentar en las cenas familiares, en las quedadas entre amigos, en las tomas de aire del trabajo. Si no las veías, no tenías nada de qué hablar al día siguiente.
Era la televisión que se disfrutaba en congregación. Todos al unísono, separados pero, a la vez, juntos. Y las ficciones nos acompañaban con su dosis semanal durante meses, instalándose en la naturalidad de las rutinas personales. Como ir al colegio, como ir al gimnasio. Los martes tocaba Médico de Familia, los jueves Farmacia de Guardia o Cuéntame cómo pasó. Sabías que el plan no iba a fallar. Y esperabas a ese momento con el regustillo de la ilusión de convertir una oferta de programación en un evento personal cargado de expectativas.
Ahora, en cambio, las nuevas series se consumen al galope. Ya no las esperamos, pues cuando se estrenan corremos a devorarlas. En muchos casos, en un fin de semana deglutimos la temporada completa. Y a otra cosa. Y a otra serie. Y ya no da casi tiempo a intercambiar sensaciones porque cuando vas a hacerlo ya hay otra historia lista para consumir. Las historias caducan tan rápido como aterrizan. Como consecuencia, las postergamos también tan velozmente como aparecen.
En la reuniones familiares ya es complicado de hablar de la última serie. O porque cada uno ve en soledad un tipo de serie en su burbuja social o porque cuando toca contar algún chascarrillo de los personajes sientes que es demodé. Ya hay cuatro series más. Cada fin de semana llega un estreno, se ve al instante y a por otra cosa. Vivimos en la generación del 'next'. Recibimos tantos impactos que en ninguno nos quedamos un ratico. Así todo se tuerce en instantáneo y tremendamente efímero. Incluso este artículo que estás leyendo y, ya mismo, lo estás olvidando.
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