Juan Luis Saldaña Periodista y escritor
OPINIÓN

¿Y si ahorramos un poco?

Las medidas de ahorro se olvidan rápido.
Las medidas de ahorro se olvidan rápido.
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Las medidas de ahorro se olvidan rápido.

Aunque sea por higiene, por empatía o para mostrar un poco de sensibilidad, es momento de hacer gestos. La política como servicio y como actividad digna vuelve a estar en entredicho. Ha ocurrido siempre y seguirá pasando porque el sistema no es perfecto. Este es un debate profundo que alguna vez habrá que tratar pero parece claro que estamos en una de esas situaciones en las que hay que hacer algo porque un grupo de ciudadanos necesita ayuda de la clase política.

Los paros del transporte, la subida de precios, la polémica decisión con el Sáhara, la tensión creciente con los socios, la manifestación de las víctimas del terrorismo, la idea de perder la calle y algunos otros asuntos mantienen en alerta la navegación del Gobierno de Sánchez que con tantas vías de agua abiertas ve peligrar su flotabilidad.

"Los que se apresuran a recordarnos que los tributos van a educación y sanidad, deberían también ser sensibles con la gente que no llega a fin de mes"

Deberíamos superar el debate epidérmico de primero de ciudadanía sobre los impuestos. El Gobierno no se forra, solo gestiona los recursos. Muy bien. Por otro lado, los que se apresuran a recordarnos constantemente que los tributos van a educación y sanidad, deberían también ser sensibles con la gente que no llega a fin de mes. Cuando un sector de la economía tiene que pagar para trabajar, algo está fallando y es urgente repararlo. Achacar la subida del precio de la energía, la inflación, y el incremento general de precios a la guerra de Ucrania es un argumento rudimentario y oportunista que no soporta dos búsquedas en la red. Es preciso actuar.

La economía no se arregla con subvenciones. Lo hemos visto muchas veces. El desglose del precio del carburante está ahí, lo podemos ver todos y no ofrece mucha discusión. Este gobierno ha batido los récords de legislación a base de la herramienta del Decreto Ley. Parece lógico que los sectores implicados pidan esta fórmula para solucionar unos problemas que afectan, por cierto, a toda la cadena de suministro. Lo dijo Rufián en la sesión de control al Gobierno de la semana pasada. Hay que dejar de militar exclusivamente en la moral y empezar a militar, también, en la utilidad. Pero parece que habrá que esperar.

"¿Qué fue de todos aquellos propósitos que se hicieron tras la crisis del 2010?"

En este contexto, una mirada a las crisis más recientes nos hace preguntarnos por el recurrente asunto del ahorro en el gasto público. ¿Qué fue de todos aquellos propósitos que se hicieron tras la crisis del 2010? ¿Se ha olvidado la renuncia a los privilegios de la clase política? ¿Volveremos a escuchar la expresión de que ahorrar en prebendas es “el chocolate del loro”? ¿De verdad tenemos que gastar siempre más de lo que producimos? Son preguntas que se dan por superadas. Cada vez menos, con un tono cínico y desesperanzado, se escucha la voz del sentido común: ¿Y esto quién lo paga?

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