Borja Terán Periodista
OPINIÓN

La nula creatividad de las campanadas televisivas al 2022

Ana Obregón, Anne Igartiburi, Cristina Pedroche, Ibai Llanos y Ramón García
Ana Obregón, Anne Igartiburi, Cristina Pedroche, Ibai Llanos y Ramón García
20minutos
Ana Obregón, Anne Igartiburi, Cristina Pedroche, Ibai Llanos y Ramón García

Los tiempos televisivos pasan más rápido de lo que parece. Lo que era una gran idea hace doce meses... ya no tiene por qué serlo ahora. Ana García Obregón siendo el rostro elegido por TVE para despedir 2020 desde la Puerta del Sol fue una decisión correcta, pues ella representaba el año de pérdida que fue 2020 y, a la vez, también favorecía un reencuentro que significaba una catarsis colectiva de nostalgia, la que sentimos por tiempos pasados y más despreocupados, viendo la tele los viernes por la noche, cuando "la vida era un juego y había que apostar y todo era posible, porque la vida era una apuesta y nada más". Todos hemos crecido con Ana García Obregón en la televisión. Su emoción, travesura y sensibilidad, en cierto sentido, nos representaba a todos. Un rostro asociado a TVE que unía en la última noche de 2020 a todo tipo de audiencia, despertando la atención por Televisión Española con la expectación de qué iba a decir y no con el qué se iba a poner.

Sin embargo, ahora reproducir de nuevo la pareja Ana García Obregón y Anne Igartiburu representa la inercia que vive la cadena pública y no esa búsqueda constante de creatividad que hace que la televisión avance. La retransmisión de las campanadas debe ser una oportunidad para visibilizar la fuerza de un canal con imaginación, tirando de rostros con un vínculo actual con la emisora y que, al mismo tiempo, eleven a la corporación pública como referencia social. Como hacía antaño, cuando lo mismo las doce uvas las retransmitía Sardá con el Señor Casamajor, que Martes y Trece. Todo podía pasar en el balcón de Sol. La audiencia esperaba esta emisión con ilusión porque se intentaba un giro creativo, cómplice y en algunos años hasta corrosivo. Las campanadas no eran una aburrida retransmisión institucional, eran pura televisión. Y la buena televisión es la que se ríe de sí misma. La propia Ana Obregón lo hizo cuando lanzó la mítica capa de Ramón García por el balcón de Sol.

Pero ahora tenemos una televisión menos imaginativa. Nadie sabe o quiere salirse del guion. Cuando ahora la tecnología permitiría revolucionar la forma de ver las doce campanadas. Con más conexiones con la propia plaza y hasta con la posibilidad de rizar en rizo en quién presentará el evento. Hasta se podría guardar en secreto el nombre de los maestros de ceremonia. Y descubrirlos justo antes de las doce de la noche. Sin embargo, la tele de fin de año da la sensación de que está sumida en un bucle desde hace años. Y ahí sigue, en Antena 3, Cristina Pedroche levantando el share con la expectación de su vestido. Un caso único por el magnetismo de la estrella de Zapeando, que entremezcla la cercanía de ser una chica de barrio que encontró el éxito con la posibilidad de criticar lo que lleva puesto y, así, hacer sentir superior a una parte de la audiencia. Pero... ¿un año más arrasará en audiencias este ritual de Pedroche y su vestido que ya hemos visto tantas veces? Sí, pero porque no hay ningún otro canal que apueste por algo original, ocurrente y realmente competitivo en esa franja. Así que más inercia, también por parte de la audiencia. Telecinco ha tirado la toalla. Mientras TVE, que tiene el as en la manga del minuto más visto del final del año fruto del legado de su rica historia, pero decide repetir lo seguro previsible y, por tanto, no marca la agenda al resto de los canales con el atrevimiento de las ideas. De esta forma, el canal público se va quedando, poco a poco, atrás en influencia. Repite, no innova, no maravilla. 

LA TÁCTICA MAESTRA DE IBAI

El que sí sabe jugar sus cartas es Ibai. Por primera vez, su emisión por Twitch será desde la Puerta del Sol. Aunque se intente enfrentar a la televisión clásica con Twitch, esta plataforma se complementa muy bien a los canales tradicionales. De hecho, se puede ver a Ibai en Twitch en el móvil mientras ves las campanadas por la tele de siempre. Pero el streamer sabe lograr un acontecimiento especial con su carisma. Aprende de la tele con la que creció y la adapta a las nuevas dinámicas de consumo audiovisual con sus medios, dialéctica y las maneras en las que se comunica en Twitch. El espectador siente que está hablando a su prescriptor de tú a tú.

Pero, además, este año para reunir más públicos, Ibai ha caído en la importancia del golpe de efecto. Así ha decidido recuperar a Ramón García en su despedida de 2021. Jugada redonda, mezclando modernidad y tradición. Por un lado, Ibai intenta atraer a público de la tele convencional con un profesional tan querido, que tantos años presentó las campanadas en TVE y Antena 3, y, al mismo tiempo, emociona a su espectador potencial, que creció con Ramontxu en emblemáticos concursos como 'El Grand Prix', grandes formatos que tienen más de la experiencia participativa de Twitch de lo que parece.

Aunque en los medios venda el titular de Twitch acabará con la tele de siempre en Nochevieja, en realidad son dos negociados complementarios. Lo que está claro es que Ibai ha aprendido más de la televisión clásica que lo que la televisión clásica ha aprendido del tiempo que vivimos. Parece incluso que la televisión de hoy ha olvidado de su propia historia lo crucial de crear con imaginación para atrapar la ilusión de ese espectador que se queda en tu frecuencia si le pillas por sorpresa, si le muestras algo nuevo, si le deslumbras con autenticidad mientras come uvas esperando un nuevo año que no sea más de la mismo.

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