El nacionalismo acapara casi el 70% de los votos aunque Sánchez y Feijóo mejoran

La subida del PNV y el despegue sin precedentes de EH Bildu dibujan un escenario para los próximos cuatro años en los que el nacionalismo acapara casi el 70% de los votos en el País Vasco.
La subida del PNV y el despegue sin precedentes de EH Bildu dibujan un escenario para los próximos cuatro años en los que el nacionalismo acapara casi el 70% de los votos en el País Vasco.
La subida del PNV y el despegue sin precedentes de EH Bildu dibujan un escenario para los próximos cuatro años en los que el nacionalismo acapara casi el 70% de los votos en el País Vasco.
Pedro Sánchez (PSOE), Imanol Pradales (PNV), Alberto Núñez Feijóo (PP) y Pello Otxandiano (EH Bildu).
EUROPA PRESS

No fue una mala noche para Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Tanto socialistas como populares mejoraron sus resultados en las elecciones vascas de este domingo, si bien los primeros se fueron con mejor sabor de boca. Eso sí, la subida del PNV y el despegue sin precedentes de EH Bildu dibujan un escenario para los próximos cuatro años en los que el nacionalismo acapara casi el 70% de los votos en el País Vasco: el PNV ha incrementado sus apoyos en torno a 16.000 sufragios, mientras que Bildu ha sumado casi más de 88.000.

Si en la anterior cita electoral, la de Galicia, el PSOE sufrió un severo castigo de sus votantes y perdió decenas de miles de votos en favor del BNG, el nacionalismo gallego, en este caso los socialistas vascos han dado un balón de oxígeno a Pedro Sánchez, quien venía experimentando el desgaste de los primeros meses de la legislatura, con la aprobación de la ley de amnistía y el estallido del caso Koldo de corrupción. No solo podrán seguir formando parte del Gobierno vasco, sino que su apuesta para estas elecciones, Eneko Andueza, ha sumado 20.000 sufragios más que se traducen en 12 asientos en el Parlamento autonómico, dos más de los que tenía la anterior legislatura. "Decidiremos las políticas y condicionaremos el próximo gobierno", constataban en la calle Ferraz, sede nacional de los socialistas.

Y si el escenario político en Euskadi no prevé cambios –PNV y PSE han prometido seguir gobernando juntos–, en el Congreso de los Diputados tampoco es previsible que las alianzas del Gobierno de Pedro Sánchez se resientan. Tanto el PNV como Bildu son socios parlamentarios imprescindibles del Ejecutivo, pero los socialistas dejaron claro desde un primer momento que su aliado natural en el País Vasco seguirían siendo los nacionalistas, y los abertzales daban por hecho que si les daba la suma, los partidos que han integrado el Gobierno vasco los últimos cuatro años repetirían. Está por ver si Bildu, con el aumento de votos tan considerable obtenido en estos comicios, encarece los apoyos de sus diputados nacionales a la hora de negociar las leyes del Ejecutivo central.

El PP de Feijóo, por su parte, experimentó un ligero repunte, subiendo un escaño con respecto a 2020, cuando se presentó en coalición con Ciudadanos. Sin embargo, uno de los objetivos fundamentales de Feijóo, absorber los votos suficientes de Vox como para dejarles sin representación en el Parlamento vasco, finalmente es algo que no ha ocurrido: los de Santiago Abascal han podido retener el escaño por Álava que ya obtuvieron también hace cuatro años. Los populares aspiraban a sumar dos escaños más, pero lo único que constataron fue que el antiguo voto de Ciudadanos es el que, de momento, han podido captar.

El otro objetivo de los de Feijóo era ser la llave para la formación del futuro Gobierno vasco, pero los votos que suman el PNV y el PSE han resultado suficientes para reeditar la coalición de los últimos cuatro años.

Para el PP, no obstante, la noticia de este domingo es el "blanqueamiento" que, a su juicio, ha hecho el PSOE de Bildu, lo que ha posibilitado el fuerte crecimiento de los abertzales. "Cuando Sánchez llegó a la política nacional Bildu tenía 18 escaños y hoy obtiene 27", censuró Feijóo.

La que puede decir que salvó los muebles, aunque por los pelos, fue Yolanda Díaz. Su coalición, Sumar, se la jugaba en estos comicios si no quería empezar a tener ciertos problemas de representación territorial, sobre todo después del batacazo que se dio en Galicia, la tierra de Díaz, donde no obtuvo ni un solo representante. Anoche solo obtuvo un escaño por Álava que estuvo bailando durante casi todo el recuento entre Sumar y el PNV. Eso sí, la coalición sí consiguió uno de sus objetivos principales, batir a Elkarrekin Podemos, que se queda fuera del Parlamento al pasar de 6 a 0 escaños.

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