El motivo por el que A Coruña recibe el nombre de 'la ciudad herculina'

La Torre de Hércules sirve como faro y emblema de la entrada al puerto de La Coruña desde el siglo I de nuestra era, cuando los romanos lo construyeron con el nombre de Farum Brigantium. Es el único faro de la Antigüedad grecorromana que ha conservado en cierta medida su integridad estructural y que sigue desempeñando su función de guía.
La Torre de Hércules sirve como faro y emblema de la entrada al puerto de A Coruña.
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La Torre de Hércules sirve como faro y emblema de la entrada al puerto de La Coruña desde el siglo I de nuestra era, cuando los romanos lo construyeron con el nombre de Farum Brigantium. Es el único faro de la Antigüedad grecorromana que ha conservado en cierta medida su integridad estructural y que sigue desempeñando su función de guía.

A Coruña, conocida como "la ciudad herculina", debe su apodo a una combinación de historia mitológica y legado arquitectónico. En concreto, a la leyenda de Hércules, héroe reconocido de la mitología griega, que se entrelaza con los orígenes de esta ciudad costera en la región de Galicia.

El punto de conexión entre la leyenda de Hércules y A Coruña radica en la famosa Torre de Hércules, un antiguo faro romano, de 55 metros de altura, que fue construido en la zona costera de la ciudad y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el 27 de junio de 2009.

¿Pero qué tiene que ver Hércules con el faro que lleva su nombre? Según la leyenda, todo está conectado con las hazañas legendarias que realizó el héroe mitológico.

La leyenda de Hércules y el gigante Gerión

Son muchas las leyendas que acompañan a la construcción del antiguo faro romano que aún funciona en las costas gallegas, pero la más famosa indica que el faro fue construido por Hércules.

Cuenta la mitología griega que a Hércules se le encargaron doce trabajos legendarios y el décimo de ellos consistió en robar el ganado de Gerión, un gigante y rey mitológico que vivía en Eritea (hoy España). Y de la lucha entre el héroe  mitológico y el gigante, surgieron dos versiones.

La primera versión dice que Hércules consiguió robar el ganado a Gerión y que este, al notarlo, fue en busca de venganza. Ambos lucharon durante varios días y Hércules logró vencer lanzándo una flecha envenenada que acabó con la vida de Gerión.

La otra versión la recoge el rey Alfonso X en su obra ‘Estoria de Espanna’

Cuenta el monarca que Gerión obligaba a sus súbditos a entregarle la mitad de sus bienes y también a sus hijos, hasta que llegó Hércules a esas tierras y los pobladores que vivían aterrorizados le pidieron ayuda, razón por la que retó al gigante y lo venció.

Torre de Hércules, el único faro romano del mundo que continúa en activo.
Según la mitología, la torre se elevó donde Hércules enterró a Gerión 
JOSE MANUEL SANCHEZ POMBO

Y ambas versiones cuentan que, una vez declarado vencedor, Hércules tomó la cabeza de Gerión, la enterró y, para conmemorar su victoria, levantó sobre el lugar una gran torre que coronó con una antorcha, la Torre de Hércules.

Sucesivamente, el héroe mitológico fundó una villa cerca a este monumento y, narra la leyenda, la primera persona que llegó a vivir en el lugar fue una mujer llamada Cruña. En honor a ella, Hércules puso a la ciudad su nombre, del cual deriva A Coruña.

La Torre de Hércules, testimonio de la historia

Desde su cúspide, ofrece vistas panorámicas impresionantes del océano Atlántico y de la pintoresca ciudad que se extiende a sus pies. Y aunque su nombre está asociado a la mitología, lo cierto es que este faro es testigo de la historia.

Según la Unesco, la Torre de Hércules es “el único faro romano completamente conservado que todavía se utiliza para la señalización marítima, por lo que es un testimonio del elaborado sistema de navegación de la antigüedad y proporciona una comprensión de la ruta marítima del Atlántico en Europa occidental”.

Su buena conservación se debe a que la Torre de Hércules fue restaurada en el siglo XVIII, cuando en 1790, Eustaquio Giannini, un ingeniero militar español, proyectó la restauración del monumento, aplicando criterios científicos de la época, pero respetando la integridad del faro.

De esta forma se protegió el núcleo central del monumento romano original y se restauró su función técnica. Gracias a ello, el faro aún alumbra desde las costas gallegas en A Coruña y sigue siendo testimonio del uso de faros en la antigüedad.

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