Una de cal y otra de arena. Unión de Uniones ha aceptado este viernes las 43 medidas de apoyo a la agricultura propuestas por el Gobierno para poner fin a las protestas del campo. El Ministerio de Agricultura suma así la segunda firma al acuerdo ofrecido a las organizaciones agrarias, después de que la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) tomara la iniciativa el miércoles. Sin embargo, la propuesta no convence a todo el sector. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y Asaja se han desmarcado este viernes, anunciando que no firmarán el documento.
"Hemos firmado el documento con el Ministerio no porque creamos que es la panacea y va a resolver todos los problemas, sino porque entendemos que es un buen punto de arranque", ha expresado el coordinador estatal de Unión de Uniones, Luis Cortés, tras la firma del acuerdo. El texto suscrito este viernes recoge 43 medidas que van desde la flexibilización de los requisitos exigidos para acceder a las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) hasta una línea de créditos ICO de 700 millones de euros, así como medidas fiscales y comerciales.
"Las medidas de flexibilización de la PAC eran lo que se podía hacer y, a las alturas que estamos, había que hacerlas definitivas, no podemos esperar a que se pase la campaña", ha valorado Cortés, recordando que en materia de agricultura y ganadería las competencias son compartidas entre el Gobierno, la Unión Europea y las comunidades autónomas, a las que ha pedido que "se dejen de echar culpas" y asuman sus funciones. Por su parte, el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha reiterado que el texto suscrito es un documento "vivo" y ha animado a las organizaciones que faltan a firmarlo.
El coordinador estatal de Unión de Uniones ha recalcado que su organización trabajará para conseguir la aplicación de las llamadas 'cláusulas espejo' a nivel europeo y exigirá en la mesa de seguimiento del acuerdo reforzar la ley cadena alimentaria para evitar la venta a pérdidas. "Hemos firmado el documento con ganas de trabajar", se ha comprometido Cortés. "El objetivo único de Unión de Uniones es estar en aquellos sitios donde somos capaces de mejorar la vida de los agricultores. De nada vale estar todos los días en la carretera o recibiendo palos si no somos capaces de resolver estos problemas en una mesa de negociación", ha añadido, confirmando así el fin de las protestas por parte de su organización. Unión de Uniones ha tenido en los últimos dos meses su propio calendario de movilizaciones, diferenciado del de Asaja, COAG y UPA, las tres primeras organizaciones agrarias.
Cortés no solo ha aplaudido las medidas propuestas por el Gobierno, sino también la decisión de cambiar el sistema de representación de las organizaciones agrarias para abrir el diálogo más allá de las tres grandes, a las que hasta ahora se circunscribía la interlocución del Gobierno. Esta es una reivindicación que Unión de Uniones, cuarta organización agraria profesional a nivel nacional, llevaba años reclamando. "No pedimos que Unión de Uniones sea la cuarta organización agraria, pedimos que haya democracia en el campo", ha recalcado Cortés. Planas se ha comprometido a actualizar el marco actual de representación fijando "criterios objetivos". "Este ministerio tiene siempre las puertas abiertas", ha expresado.
Medidas "insuficientes"
A diferencia de UPA y Unión de Uniones, COAG y Asaja consideran que la propuesta del Ministerio de Agricultura no es suficiente para satisfacer las reivindicaciones del sector y piden más concreción. "Es una mera declaración de buenas intenciones", apuntan desde COAG, a pesar de reconocer que ha habido "avances", especialmente en la simplificación de la PAC. La junta directiva nacional de Asaja, que se ha reunido este viernes, coincide en que parte de las propuestas son "positivas" pero señalan que algunas, como la simplificación de la PAC, "llegan tarde" y encuentran una "carencia muy significativa" en otros aspectos como los comerciales.
Desde COAG desconfían de Agricultura y explican que decidirán el próximo lunes la hoja de ruta a partir de ahora. "Las actuaciones del ministro de Agricultura de los últimos días han supuesto una pérdida de confianza al no respetar los procesos de toma de decisión de cada organización, por lo que nos hacen ser más exigentes a la hora de pedir concreción", expresan. "En este momento no se dan las condiciones para poder pensar que aquellas medidas que dependen de la voluntad y el medio plazo se va a llevar a cabo en los términos que recoge el documento de 43 puntos", ha subrayado el secretario General, Miguel Padilla, señalando la ausencia de un marco de "confianza y respeto" por parte del Ministerio que les dé "seguridad" sobre el cumplimiento del acuerdo.
COAG reclama más "ambición" en materia de fiscalidad y, en concreto, ayudas para los sectores y territorios más afectados por la sequía, el aumento de los costes y la crisis de precios. Piden también que se especifique la cuantía en la que se pretenden reforzar los seguros agrarios para hacer frente a los efectos del cambio climático y que se dote al futuro Observatorio sobre Importaciones y Exportaciones de herramientas para que pueda evitar de forma efectiva la competencia desleal. Además, también exigen más medidas de apoyo a la ganadería y, en especial, que se aborde la retirada de la protección especial al lobo.
"Echamos en falta medidas, competencia de otros Ministerios, como son las bonificaciones en materia de Seguridad Social para hacer frente a las subidas reiteradas del salario mínimo, la adaptación de los contratos de 90 días de la reforma laboral para las campañas agrarias, el incremento de los gastos de difícil justificación y revisión de las amortizaciones para los agricultores y ganaderos en el régimen de estimación directa del IRPF y la aplicación de la doble tarifa eléctrica, con carácter estructural", añaden desde Asaja, que coinciden con COAG en que la ganadería es la "gran olvidada" en el acuerdo ofrecido por el ministerio. También reclaman abordar el problema del agua y la incorporación de jóvenes al sector, así como una revisión "en profundidad" de los seguros.
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