Un crucero de MSC Armonia procedente de Brasil con unos 1.500 pasajeros a bordo está siendo retenido en el puerto de Barcelona porque 69 ciudadanos bolivianos no pueden desembarcar al no disponer de un visado válido para ingresar en el espacio Schengen. La Policía Nacional cree que los documentos con los que viajan son falsos y están investigando si los responsables del crucero tenían conocimiento de esta presunta infracción.
A la espera de que se resuelva el incidente, el barco está inmovilizado en el puerto barcelonés con más de un millar de pasajeros. Algunos, como es el caso de los 69 bolivianos, terminaban su viaje en Barcelona. Sin embargo, muchos otros debían seguir la ruta, que tenía como próxima parada Croacia.
Ante la inquietud y la espera de no saber cuándo podrán salir de la capital catalana y continuar su viaje, muchos han acudido a las redes sociales para mostrar su descontento. “Hoy solo hemos recibido comunicación por parte de la compañía de que se trata de un problema de las autoridades españolas”, ha escrito Paul, uno de los pasajeros que tenía previsto seguir en el crucero. A su incertidumbre y pena, puesto que recuerda que debían haber partido el martes en dirección a Ajaccio, se le suma la “rabia de no poder seguir nuestro viaje como estaba planeado”.
En compensación por el imprevisto, la compañía ha ofrecido a estos pasajeros seguir visitando Barcelona. Para ello, ha puesto a su disposición varios buses que los trasladarán hasta el centro de la ciudad.
El barco tenía que salir este martes a las cuatro de la tarde para continuar su viaje por el Mediterráneo. Este miércoles tenía una escala en Córcega que no se ha podido hacer y tiene visitas previstas en otros puertos como Civitavecchia y Venecia, entre otros, hasta acabar definitivamente el viaje en Croacia.
Los familiares reclaman soluciones
Los familiares y amigos de los pasajeros bolivianos retenidos en la embarcación se han acercado hasta la terminal del puerto y observan con angustia cómo sus seres queridos no pueden descender a tierra. “Queremos que nos ayuden”, dicen en un vídeo reclamando la presencia del consulado de Bolivia en Barcelona. “Estamos cansados de este abuso”, explican.
Por el momento, la Delegación del Gobierno en Cataluña y la Policía Nacional están trabajando con las autoridades bolivianas y la compañía MSC Cruceros para esclarecer lo ocurrido y “agilizar los trámites administrativos oportunos”. Según ha explicado la Delegación, la voluntad de las partes es resolver la situación de los cruceristas “con la mayor brevedad” para que el buque pueda continuar su viaje.
Por su parte, el Gobierno de Bolivia ha informado de que su embajada en España y el consulado general del país en Barcelona está “realizando las gestiones pertinentes para atender este caso” mediante “coordinaciones con las autoridades españolas” y la compañía de cruceros. Además, en un comunicado ha informado de que el buque salió de Brasil para “cubrir una ruta en el Mar Mediterráneo”.
También han explicado que “debido a que los connacionales no cuentan con los documentos de ingreso al espacio Schengen, tienen dificultades para desembarcar en los puertos de Europa”, en este caso en el de Barcelona.
Sin embargo, el Ejecutivo boliviano considera que es la empresa la que debe otorgar una “inmediata solución” a los ciudadanos, ya que tienen la “obligación de corroborar los documentos de ingreso o salida a cualquier destino que ofrezca sus servicios” para así evitar “este tipo de imprevistos”.
La compañía asegura que “parecía apropiada”
A raíz de los hechos, fuentes de MSC Cruceros han informado a EFE de que la documentación de estos pasajeros, entre los que se incluyen familias y niños, “parecía apropiada en su embarque en Brasil”.
Sin embargo, alegan que fueron avisados posteriormente "por las autoridades de que los visados no son válidos para su entrada en el área Schengen", por lo que no han podido desembarcar en Barcelona.
Un visado necesario
En 2007 entró en vigor que los ciudadanos que provienen de Bolivia necesitan un visado para hacer viajes de corta estancia a países del espacio Schengen. La decisión adoptada por los gobiernos europeos fue consecuencia del aumento del flujo migratorio procedente del país sudamericano.
En 2015, el Gobierno boliviano y la Unión Europea iniciaron negociaciones para suprimir el requisito del visado Schengen, sin embargo, no acabó llevándose a cabo. El asunto se volvió a abordar en 2022 en un diálogo de "alto nivel" en La Paz, aunque actualmente sigue vigente la exigencia del visado para los bolivianos.
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